El conflicto entre el Gobierno municipal de Moreno y las autoridades de la UNM pareciera estar llegando a su fin. Se anunció que la comunidad universitaria brindará las aulas necesarias.
Por Carolina Caramadre
carolinacaramadre@outlook.com
En septiembre solo se necesitaban dos aulas para garantizar que continúen las cursadas como hasta ahora. Dos meses después de una preocupación evitable, las autoridades anuncian que las construirán.
A mitad de septiembre, las autoridades de la UNM planteaban no seguir con la Escuela Politécnica. Comenzó la disputa con el gobierno municipal quién siempre miró para otro lado y nunca se acercó a las familias a brindar respuestas o esclarecer la situación.
Si bien la Universidad cuenta con el lugar físico (postergando la ampliación de la misma y cediendo a la Politécnica), el presupuesto nacional no podrá ser abocado a otro proyecto educativo, menos aún sin los avales nacionales.
Este miércoles 26 de octubre, a más de dos meses de iniciado el conflicto, las mismas personas que provocaron una enorme preocupación en las comunidades educativas de la Politécnica y de la Escuela N°37 presentan una solución: las autoridades de la ESPUNM anunciaron un plan de contingencia para construir dos aulas modulares.
Incertidumbre que podría haberse evitado
El gobierno de Moreno si hubiese querido hubiera evitado incertidumbres y angustias en las comunidades educativas de la Escuela N°37 y de la ESPUNM con contención y responsabilidad. Presentándose en persona ya hubiese sido digno. El mismo presidente de la Nación, Alberto Fernández, bajó de un helicóptero al predio hace pocas semanas y habló con las madres de los alumnos.
Terminó siendo el presidente más accesible que la misma intendenta del distrito. Finalmente, la UNM se llena de responsabilidad y acepta hacerse cargo de la construcción de las dos aulas.
El conflicto generado por la decisión de Mariel Fernández, de cerrar la Escuela Politécnica de la Universidad Nacional de Moreno (ESPUNM) para convertir el edificio en la nueva sede del Consejo Escolar local, hizo que 144 chicos se quedarán sin clases los últimos meses. El concejal Demián Martínez Naya lo consideraba un “capricho” y lo ligaba a otras actitudes de la intendenta.
Vanesa Bustos, madre de uno de los 144 de la ESPUNM, manifestó que las familias van a seguir resistiendo a pesar del “desconcierto y angustia” que sienten ante la intransigencia de Fernández, que no se sentó a dialogar. Aún se esperan respuestas y que el municipio tome responsabilidades.
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