
El intendente de Morón habló de las tareas que se realizan desde el municipio para ayudar a los vecinos que sufren las consecuencias del aislamiento obligatorio y resaltó la importancia de la presencia del Estado en este contexto.
El sábado pasado el intendente de Morón, Lucas Ghi, junto con el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo y el equipo de la Fundación Bapro, hicieron la entrega de bolsones de mercadería a un colectivo trans en el barrio Carlos Gardel.
“Me propusieron, algo que me pareció sumamente interesante, atender una demanda en materia de alimentos a un colectivo trans y LGBTI que, además de ser históricamente vulnerado, están sufriendo la emergencia sanitaria como la estamos sufriendo todos”, contó en una entrevista en Radio del Plata.
En este sentido, Ghi contó la historia del barrio y una tarea que logró que los vecinos del lugar se hayan integrado a toda la ciudad, algo que luego utilizó como paralelismo con lo que está sucediendo en las villas Azul e Itatí de los partidos de Avellaneda y Quilmes respectivamente.
“El barrio Carlos Gardel es un lugar donde vive mucha gente trabajadora, humilde, es un barrio que, afortunadamente, logramos urbanizar hace un poco más de diez años. Hicimos la entrega de estas canastas alimentarias allí y pudimos compartir también una recorrida”, contó.
En este sentido, hizo foco sobre la cuestión de la urbanización de los barrios populares y su importancia tanto para los ciudadanos como para la tarea del Estado en este momento de emergencia sanitaria: “Un barrio urbanizado donde te pone en una condición de fortaleza para enfrentar al virus”.
La difícil situación del AMBA
Los últimos datos proporcionados por el Ministerio de la Salud demuestran que la mayor concentración de casos positivos de coronavirus se da en el área que comprende Capital Federal y el Conurbano bonaerense, algo que Ghi no paso por alto.
“Acá tenemos la complejidad de los desequilibrios demográficos que son un problema estructural del área metropolitana, tenemos casi el 40 por ciento de la población concentrada en el 1 por ciento del territorio. Esos números claramente son un desafío en todos los sentidos”, reflejó.
Para el intendente, esta realidad, por la presente pandemia,crea condiciones propicias para la propagación del virus y, por ello, “los municipios hemos adquirido una relevancia importantísima porque somos el primer mostrador del Estado que tiene que proveer todos los servicios”, agregó.
“Hoy estamos centrados en la salud y la tarea preventiva es clave por lo fácil que se contagia en una población, como lo es en el caso nuestro, un barrio que tiene 25 mil personas, una muy próxima a la otra”, insistió.
Es en esta línea que Ghi subrayó que para poder estar “más preparados para controlar la propagación del Covid-19” en los asentamientos se necesita del acceso al agua, del equipamiento comunitario, “en un lugar donde hay elementos más indispensables,tenemos capacidad de intervenir rápido”.
El caso de Villa Azul e Itatí
El intendente de Morón comparó el crecimiento de los dos barrios populares luego de que estuvieron en la mira de la prensa tras el brote de casos de coronavirus y el particular accionar que tuvo la policía de Sergio Berni al aislar totalmente la zona.
“Ahí se puede apreciar la diferencia que hay entre el proceso de urbanización que pudo llevar adelante el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresiy la postergación de Quilmes que, calle de por medio, se ve que conviven casasprecarias, hacinamientos, sin servicios, lo que genera condiciones propicias para que el virus se apodere del barrio”, sostuvo Ghi.
Para el funcionario, la diferencia radica en la figura del Estado que, para él, más precisamente durante los años macristas, en Avellaneda estuvo siempre presente: “Se pusieron recursos (en Villa Azul) donde se llevó adelante un trabajo de integración socio- urbana”.
Respecto al accionar que tuvo la policía bonaerense, tal vez considerada radical para algunos considerando lo que sucedía en los barrios de Capital Federal, que claramente poseen más casos de Covid-19 confirmados, Ghi tomó recaudos, pero sin justificar.
“El accionar no va a ser el mismo en todos los lugares del conurbano, no hay recetas preestablecidas ni antecedente de cómo operar en una pandemia de esta característica”, opinó respecto al asunto.
Las tareas del Municipio
Otras de las actividades que se realizaron desde su intendencia tienen que ver con el último gesto que tuvo Ghi y Hernán Sabbatella con los taxistas, la desinfección de la parada de Castelar Sur y la entrega de barbijos tato para los choferes como para los pasajeros.
“Lo que hicimos fue tener un gesto con ellos, acompañarlos, conocerlos y estar presentes en un momento donde todos los laburantes autónomos, el cuentapropista, el pequeño comercio, la está padeciendo mucho”, indicó.
Asimismo, aseguró que “los tacheros de nuestras ciudades también están atravesados por esta situación y, más que nunca, necesitamos que esos taxis estén en condiciones sanitarias para funcionar porque el transporte público está afectado a las personas que trabajan en tareas esenciales”.

Por otra parte, se refirió a las distintas políticas que buscan acompañar a quienes se ven afectados por el aislamiento obligatorio. Por eso, respetó la opinión de quienes piden el fin de la cuarentena, pero sostuvo que es el único camino posible para que el sistema de salud no sea vea desbordado.
“Uno entiende que es una situación muy delicada y traumática para el conjunto, pero lo que nosotros logramos fue amecetar la curva, no tener esa disparada que genera que el sistema sanitario se desborde”, señaló.
Entendiendo que la solución no es únicamente “restringir actividades”, se refirió a las políticas que acompañan a los sectores afectados: “Ponemos adisposición toda la política vinculada al programa ATP, las líneas de crédito del Banco provincia y eximimos el pago de la tasa a los comercios que están afectados producto de la pandemia”.
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