Los restos del satélite científico no operativo de 6 toneladas, que se estrelló en la Tierra el sábado, cayeron sin causar daños en una remota zona del océano Pacífico sur, en las cercanías de Samoa, informó este miércoles la NASA.
Expertos estimaron que hasta 495 kilos de desechos sobrevivieron a la incineración provocada por la entrada del satélite -del tamaño de un colectivo- en la atmósfera, que comenzó en las primeras horas del domingo, refirió la agencia española Europa Press.
El Centro Conjunto de Operaciones Especiales, en la base de la Fuerza Aérea de Vandenberg en California, determinó que el Satélite de Investigación de la Atmósfera Superior (UARS), entró en la atmósfera sobre el océano Pacífico a 14,1 grados latitud sur y 170,2 longitud oeste, dijo la NASA en un comunicado.
Esa localización está en las cercanías de Samoa. Los restos se esparcieron por un área de entre 480 a 1.300 kilómetros desde el punto de entrada en la atmósfera, dijo la agencia espacial estadounidense.
“Esta ubicación se encuentra sobre un área amplia, una remota área oceánica en el Hemisferio Sur, lejos de cualquier masa terrestre importante”, especificó la NASA.
Con una medida de 10,6 metros de longitud y 4,6 de diámetro, el UARS está entre los dispositivos espaciales de mayor tamaño que han caído de manera incontrolada a la atmósfera.
El satélite de 5.897 kilos fue puesto en órbita por la tripulación de un trasbordador espacial en 1991, para estudiar el ozono y otros productos químicos en la atmósfera de la Tierra.
El artefacto completó su misión en el 2005 y estuvo perdiendo poco a poco altitud desde entonces, atraído por la gravedad del planeta.