
En su visita a La Matanza, el conductor del Grupo Descartes y ex ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, dialogó con Diario NCO y entre varias definiciones, habló sobre el riesgo que representaría para las organizaciones sindicales que Macri volviera a ganar en 2019, se refirió al bono de fin de año y defendió la importancia de las PASO para dirimir al candidato del peronismo.
Por: Carlos R. Correa
carloscorreaprensa@gmail.com

El ex ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Oscar Cuartango, expresó entre otros conceptos que “como ya sabemos, las políticas del Gobierno de Cambiemos tienen como objetivo priorizar el interés del capital en desmedro de la protección del trabajo, algo que quedó claramente evidenciado con la pérdida de rango ministerial del área de Trabajo”.
Diario NCO: -¿Qué nos puede decir de la reforma laboral que tiene pensado instrumentar el Gobierno?
Oscar Cuartango: -Más allá de que esta reforma laboral de la que hablamos todavía no fue tratada en el Congreso Nacional, existe una reforma de facto producida por la enorme pérdida del poder adquisitivo del salario, la pérdida de los puestos de trabajo y la persecución que sufren los trabajadores cuando adhieren a algún movimiento de fuerza. Es decir que se ha flexibilizado laboralmente con actitudes coercitivas como es la pérdida del poder adquisitivo del salario y el incremento de la desocupación, lo que intimida a los trabajadores. Además, este Gobierno descalifica a la negociación colectiva como instrumento idóneo para establecer democráticamente las condiciones de trabajo y las condiciones salariales entre empleadores y trabajadores. Le pone techo, pero también le podría haber puesto un piso y otra sería la historia ya que se podría tomar como una actitud política, porque si le ponés piso a la negociación colectiva, decís que el incremento no podrá ser inferior al 15 por ciento, pero si le ponés techo, decís que no podrá ser mayor del 15 por ciento. O sea cambia la ecuación en la relación entre empleadores y trabajadores, beneficiando a los más poderosos y perjudicando a los más débiles.

NCO: -¿Parecía que se había frenado el proyecto, pero se ve que todavía existe el riesgo de que vuelvan a la carga?
OC: -Es que por un lado se aprobó una Ley que reduce los coeficientes de ajuste de los beneficios previsionales y del haber inicial, la cual fue declarada inconstitucional. En cuanto a la reforma laboral está con estado parlamentario en el Senado y se trata de la que originariamente pretendieron imponer y que no pudieron hacerlo debido a la resistencia de todos los sectores y ahora fue revitalizada a través de tres proyectos del senador oficialista Federico Pinedo. Estas son las razones por las cuales estamos realizando el ciclo de charlas, porque es un tema al que no tenemos que perder de vista. El ministro Dante Sica ya ha recalcado la necesidad de la reforma. Se verá sobre la marcha cuándo se tocará, pero es muy probable que al principio de año legislativo 2019 se intente nuevamente. Nosotros tenemos la convicción que para crear trabajo hay que cambiar las políticas macroeconómicas y no cambiar la legislación laboral.
NCO: -Y cuáles considera usted que son los puntos más conflictivos que contiene la norma?

OC: -Por ejemplo, se reducirían los montos de indemnización por despido a través de interpretaciones equívocas sobre determinados rubros. En la provincia de Buenos Aires se considera que el aguinaldo integra el salario a los fines de una indemnización por despido y en su propuesta, desagrega el SAC y solo se va a computar el salario básico del trabajador. O sea que no solo no se va a computar el aguinaldo, que representa un 8,66% por cada año de servicio, sino que además no se van a computar ni las horas extras ni los premios. Este es un viejo debate que él zanja en beneficio de los empleadores y en evidente perjuicio de los trabajadores. Porque si creemos que el costo laboral es el problema, estamos errando el camino. El verdadero problema del trabajo en la Argentina pasa por las políticas macroeconómicas que desestimulan la producción. Si nosotros estamos importando calzado, productos textiles y por ejemplo carne porcina de Noruega, donde están en riesgo de cierre 10 mil criaderos de cerdo, hay que hacer la cuenta que si tomamos un promedio entre cinco y diez trabajadores por criadero, estamos hablando de una masa laboral de entre 50 y 100 mil trabajadores, lo que habla de la magnitud de la catástrofe que implica seguir adelante con esas políticas de apertura de las importaciones.

NCO: -¿Cómo cree que impacta en los trabajadores el bono de fin de año que en verdad nadie sabe quiénes lo van a recibir?
OC: -El bono es una falacia, porque el impacto va a ser mínimo… Y me hago la reflexión de por qué se excluye del mismo a las trabajadoras de casas particulares, cuando en realidad, ese colectivo que está atomizado al trabajar una o dos personas por casa, no iba a impactar en grandes sumas sobre los empleadores. Sin embargo se les negó porque hay una absoluta falta de sensibilidad en ese sentido, además de estar alcanzado por el impuesto a las ganancias, por lo cual aquellos trabajadores que estén por encima de los 40 mil pesos, van a recibir de bolsillo la mitad del bono, o sea 2500 pesos. En cambio, si ese bono se hubiera universalizado para todo el espectro laboral activo y pasivo y se lo diera neto de bolsillo, hubiera tenido un impacto favorable para las pequeñas y medianas empresas, porque habría ido en su totalidad al consumo. Pero en realidad va sesgado hacia determinados sectores. Y a los que va reducido por el impuesto a las ganancias, en el futuro puede llegar a ser tomado para nuevos aumentos y lo va a absorber en las paritarias. Lo cierto es que el bono es una mentira muy grande que hace el gobierno para simular que da algo, pero que no tiene la magnitud que se le atribuye.
NCO: -A propósito del impuesto a las ganancias, no hay que olvidar que hubo cinco paros al gobierno de CFK y que Mauricio Macri prometió que lo iba a eliminar, pero creció en número y para el 2019 se prevén más tributarios…
OC: -El año que viene, los que ganen más de 38 mil pesos van a pagar el impuesto a las ganancias, siendo esa una suma que apenas alcanza para cubrir las necesidades de una familia tipo. En realidad, el impuesto a las ganancias es un aporte justo en la medida que se le aplique a los que real y efectivamente tienen ganancias o utilidades muy grandes. No me atrevo a decir cuál es la línea de corte porque no soy un especialista, pero si me dicen que de 70 u 80 mil pesos para abajo no hay que pagar ganancias, estoy de acuerdo. Y de ahí para arriba debe ser progresivo, porque no puede ser que si vos pasás por un peso el mínimo, se te aplique en su integridad. Lo justo sería que se aplique de 80 mil pesos para arriba un porcentaje determinado sobre el excedente y así sucesivamente como fue históricamente. Porque ahora están aplicando la misma metodología en positiva que se aplica desde la época de Machinea.
NCO: -Finalmente doctor, ¿cuál es su mirada respecto a las elecciones de 2019?
OC: Creo que no hay mejor forma de dilucidar las aspiraciones individuales con unas PASO donde el pueblo decida los candidatos. Cuando estén definidos, yo voy a estar militando para que el que resulte ganador le gane a Cambiemos, sea quien sea. Porque el adversario a vencer en 2019 es Mauricio Macri. Hay que ganarle la calle y las elecciones, porque si resultan triunfantes en 2019 van a profundizar el ajuste y va a seguir yendo contra las organizaciones sindicales. Este es un Gobierno que gobierna para los pocos que tienen mucho, a costa de los beneficios de los muchos que tienen poco. Se ha ido perdiendo el poder adquisitivo del salario, se ha incrementado la desocupación, hay recesión y un proceso inflacionario exacerbado. Los indicadores laborales, económicos y sociales desde el 10 de diciembre de 2015 a la fecha han empeorado ostensiblemente y este modelo ha endeudado al país en cifras espeluznantes y es el que va a dejar una pesada herencia y no el que recibió una pesada herencia como proclaman ellos en la prensa oficialista.