El solista matancero realizó un show en el que interpretó temas propios y algunos covers. Además, estuvo acompañado de cuatro músicos que complementaron la velada.
Se acerca fin de año y siempre es una época de balances, cierres, análisis y la música no es la excepción y en este caso Leo Nova brindó su última función programada en La Casa de al Lado, un espacio cultural ubicado en la localidad de Haedo, donde cantó temas de su disco Ochenta Mundos, algunos nuevos y varios covers.
Pasadas las nueve y media de la noche el lugar comenzó a llenarse de música cuando Leo empezó a tocar los conocidos acordes de Barro tal vez, un clásico Luis Alberto Spinetta, dando así inicio al concierto con el primer cover de los varios que habría. Luego continuó con Colodión, un tema de su autoría.
La gente fue entrando en calor y él siguió el show con otros dos temas suyos, interpretando Cenizas y Naufragio. Luego versionó Parte del aire de Fito Páez y regresó con su repertorio tocando Animate y Encendido. Terminó la primera mitad del show con mucho ritmo tras realizar Guatemala, una canción de tono “extrovertido”.
Luego del octavo tema dio la bienvenida a Victoria Cantero y Alejandro Molina, quienes lo acompañaron en las voces en el resto del show. Esta segunda mitad de la noche se destacó por la presencia casi completa de canciones versionadas. De las seis que quedarían por tocar, cinco serían covers.
Primero, volvió a tocar un tema de Fito Páez, Vengo a ofrecer mi corazón, y le siguieron Los tres deseos de siempre, de Carlos Aguirre, Décimas, de Elizabeth Morris, Zamba de lozano, de Gustavo Leguizamón y Solo luz, de Raúl Carnota. Además de Cantero y Molina, Daría Mettica en percusión y Juan Tenembaum en flauta traversa, acompañaron a Leo Nova en algunos temas.
La atmosfera de intimidad y cercanía entre Leo y el público era notoria, el formato acústico con el que se está presentando en su nueva etapa, logra generar esa complicidad con la gente. Finalmente, la noche se cerró con un clásico suyo, para terminar con alegría y movimiento una velada llena de canciones acústicas. Se va fue el tema elegido para cerrar el show con broche de oro.
Para Leo se va un año que ha sido de mucho crecimiento, donde tuvo la posibilidad de darse a conocer en muchos lugares de Zona Oeste, con shows en La Feria del Libro de La Matanza, en Casa Reacción, en Ramos Mejía, y el último en La Casa de al Lado, entre tantos otros.
En la búsqueda de intimidad en su sonido
Luego de la presentación de su disco Ochenta Mundos en el año 2017, Leo decidió cambiar el rumbo de su carrera y abandonar el formato eléctrico y encaró su nueva etapa a través de algo más unplugged. Sonoridad, intimidad, intensidad y búsqueda constante, son algunas de las palabras que definen la nueva idea de Leo Nova, un artista que no le teme a la posibilidad de encontrarse con lo acústico en sus nuevas composiciones.
En un anterior entrevista a Diario NCO, Leo contó el por qué de esta decisión de dar un giro de 180 grados a su carrera y volcarse a lo acústico. “Principalmente es una búsqueda musical, encontrar sonoridades más básicas, íntimas, intensas, personales, que tal vez en otros formatos son menos frecuentes encontrar”, reveló.
Asimismo, tiene varios referentes en este formato. El principal es Pedro Aznar, del que destaca que es un gran creador de “climas” a través de solamente su guitarra, su voz y la interacción con el público. Otro de los cantautores en los que se refleja es Silvio Rodríguez, del que destaca su composición y el uso de la guitarra.
Por último, también destacó que la música es parte de su vida, casi que “nació” con ella y no podría alejarse nunca. “La música es mi vida, es parte de mí, no me imagino un yo sin la música. Pero si tengo que pensarlo más socialmente te diría que la música es algo que está en todo, que influye en todo, que sale de todo. La música es vibración y todo en el universo, vibra”, concluyó.