Luego de la polémica por la sustracción del medidor de consumo de electricidad a una anciana de 91 años en San Miguel, la empresa Edenor devolvió el servicio a la afectada.
Según un comunicado de la compañía, hubo reconocimiento de parte de los familiares de que el aparato había sido manipulado para que midiera un menor consumo y por ende debieran abonar una factura en un monto menor.
Por Luis Fernández
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En el texto, se menciona que se habían violado los precintos de seguridad y alterado la numeración del medidor con elementos punzantes para generar un menor consumo. El monto de 26 mil pesos a pagar por los implicados es en concepto de multa y recupero de energía entregada y no facturada.
“Las deudas reconocidas son consecuencia de los altos consumos registrados en el domicilio, tras el recambio de un medidor manipulado externamente con violación de los precintos de seguridad de la tapa y la utilización de elementos punzantes para alterar la enumeración de los registros”, se informó en el texto.
Con la colocación del nuevo medidor se regularizó el consumo en el domicilio y se arregló un plan de pagos en 12 cuotas para abonar la abultada factura. “Procedimiento según el marco normativo vigente al recupero de energía entregada y no facturada. Estos valores, son los ahora reconocidos por la familia del cliente y que dieron lugar a la instalación del medidor”, se agregó.
Robar o manipular la luz es un delito
Esta actividad ilícita tiene condenas civiles y penales. En el fuero Civil el Artículo 2311 plantea que “se llaman cosas en este código, los objetos materiales susceptibles de tener un valor. Las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y las fuerzas naturales susceptibles de apropiación”. En tanto que, en el fuero penal el artículo 162 dispone que “será reprimido con prisión de un mes a tres años, el que se apoderara ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena”.
Existe un antecedente en el año 2008 de cumplimiento de prisión efectiva por este delito, cuando tres ocupantes de un edificio ubicado en el barrio de San Cristóbal fueron condenados a cuatro meses de prisión por robar electricidad. El fallo fue dictado por el Tribunal Oral Criminal número 23 de Capital Federal.
Además, este tipo de manipulaciones incluyen riesgos de accidentes e incendios a las propiedades, a los miembros de las familias y a vecinos a menudo inocentes. Este tipo de conexiones pueden conducir a daños materiales, corporales e incluso la pérdida de la vida.