
Por: Emilio González Larrea
lapaz50@yahoo.com.ar
Son un importante grupo de familias que el lunes 12 ocuparon un predio situado entre las calles Juan Echaury y Gonzalo Doblas, González Catán, dos cuadras de la Ruta 1001 e Intendente Federico Russo, enfrente al barrio Rodolfo Walsh. Después de ser desalojadas violentamente por efectivos policiales de varias comisarías de La Matanza, sin ninguna orden judicial, se encuentran viviendo en la calle frente al predio.
Necesidad de vivienda para miles
La Argentina tiene un déficit habitacional de más de 3 millones de viviendas. En el conurbano bonaerense, y en La Matanza en particular son cientos de miles con esa necesidad de contar un espacio para construir la vivienda. El crecimiento explosivo de la población matancera por la inmigración de las provincias, de la Capital Federal y de los países hermanos limítrofes como Paraguay o Bolivia, viene poniendo al orden del día la necesidad de un techo propio para estos miles de habitantes matanceros. El hacinamiento en muchos barrios donde existen en un lote varias familias parentales, la autoconstrucción a la vera de arroyos y el Rio Matanza, donde sufren el flagelo de las inundaciones, los altos alquileres, empuja a muchos a buscar una solución por esta vía de ocupar tierras fiscales o sin uso para pelear por un terreno y vivienda propia.
La ocupación y la construcción de nuestros barrios
Muchos de nuestros barrios se han construido así, familias que han ocupado tierras en forma individual o colectivamente como sucedió en la décadas del 80 y 90. Posteriormente ha venido la pelea por el título de propiedad sobre esas tierras ocupadas. ¿Porque ha sido así?
Sencillamente porque ese derecho a la vivienda de los argentinos no ha estado contemplado en la políticas del estado. Ha estado ausente una política de construcción de viviendas populares por los diferentes gobiernos, a excepción de algunas iniciativas totalmente insuficientes como el Programa Federal u otros del gobierno anterior. Son los propios afectados y las organizaciones populares que toman en sus manos esta necesidad, la incorporan en sus programas de lucha y obtienen algunas conquistas en la construcción de barrios.
La ocupación de tierras para vivir está en el ADN de los habitantes de conurbano bonaerense y en particular en nuestro distrito. Por eso asistimos permanentemente e estos fenómenos de toma de terrenos por el techo, y van a seguir sucediendo por la falta de políticas del estado que atienda esta necesidad. Por eso son los propios afectados que se organizan y con su lucha, muchas veces largas y difíciles, sufriendo la represión, logran conquistar el derecho a un techo para vivir.
Lucha de pobres contra pobres
Es así que frente a la ocupación de un terreno en un barrio aparecen fenómenos complejos como el hecho de que una parte los vecinos establecidos se resisten a los ocupantes con argumentos de que,” quieren hacer una villa” y otros similares. Es la lucha de pobres contra pobres producto de una necesidad común: la vivienda. Los establecidos olvidan su propia historia, porque como decíamos la ocupación individual o colectiva de tierras abandonadas, para después pelear por la legalidad del derecho, ha sido también una de las formas del poblamiento de La Matanza.
Para que esto cese los diferentes niveles del estado, Nacional, Provincial y Municipal tienen que tener como preocupación resolver esta necesidad. Por supuesto nada de eso puede suceder con el curso del gobierno macrista que ataca derechos conquistados por décadas de lucha del pueblo argentino.
NCO estuvo en el lugar con las familias ocupantes para conocer en el contexto las razones del hecho.
Hernán, referente de las familias, manifestó que “estamos acá desde el lunes 12 a partir de las 8 de la mañana, en ese momento se acercan dos efectivos policiales que manifiestan, que solo hay algunos reclamos de los vecinos por la ocupación del terreno pero que no hay ningún pedido de desalojo, porque no hay ningún dueño particular. Estuvimos tres días tranquilos gestionando nuestro reclamo, hasta que el jueves nos desalojaron violentamente rompiendo cosas, tirando la comida y amenazándonos y no tenían ninguna orden judicial. Fueron efectivos de varias comisarías de La Matanza, los oficiales al mando como los móviles no tenían identificación, el 70% eran efectivos de civil con un chaleco que decía policía”.
Consultado de dónde provienen las familias que tomaron el terreno contó que “el 80% somos de La Matanza de diferentes barrios de Rafael Castillo, González Catán, Laferrere y algunas del vecino partido de Merlo Gómez, pues estamos en la frontera de los dos distritos. Nosotros queremos un pedazo de tierra para construir nuestra vivienda. Estamos hacinados donde vivimos, no podemos seguir pagando los altos alquileres de 5 mil o 6 mil pesos y venimos de ser estafados en intentar comprar unos terrenos.
“Queremos integrarnos al barrio”
“Hemos hecho un plano para ubicar en este terreno 80 familias, la idea es hacer algo prolijo e integrarnos al barrio con los vecinos que ya existen. Este es un terreno de 170 metros de largo y 100 de ancho, casi dos hectáreas y sabemos que no tiene un dueño particular. A cada una de esas ochentas familias le correspondería un lote para que comenzara a construir su vivienda. Los estafados fuimos 200 familias, pero aquí nos hemos organizado. Somos 80 familias con niños pequeños los cuales tuvieron que sufrir este desalojo violento y ahora permanecer en la calle. Hace casi un mes que venimos con esta situación de lucha por un techo, soportando este manoseo y en estos días el maltrato policial. No somos delincuentes, somos argentinos que queremos un techo para vivir dignamente”.
Un terreno si dueño aparente
“Cuando el desalojo fuimos a la UFI N°2; nos atendió el fiscal Mendoza, pero no tenía ninguna orden de desalojo por usurpación por el terreno que nosotros ocupamos. Si nos mostró unos papeles de un terreno lindero que tenía dueño, el cual nosotros no tomamos nunca. Según la información que nos dio, ese terreno lo reclama la Asociación Civil del barrio para construir una plaza. El que ocupamos es un terreno abandonado, lleno de mugre, pozos y basura que se puede en transformar en algo diferente y resolver la vivienda de 80 familias. Nosotros queremos trabajar para transformarlo”.
¿Qué piensan hacer?
“Vamos a seguir acá, en la calle, hasta que vengan las autoridades políticas y nos den una solución para tener una vivienda. Queremos que se nos escuche, si tenemos que pagar estas tierras haremos un esfuerzo y las pagaremos. Somos gente de trabajo que solo queremos un techo y hay tierra de sobra que está abandonada convirtiéndose en basurales, mientras hay argentinos que no tienen un lote donde construir su vivienda”.