Número de edición 8481
Microficcion

EL último trance: Microficción

EL último trance: Microficción

 

Mis ojos miraban mi interior. Sin embargo, veía ese sector de nubes ubicadas justo por encima de mi cabeza. Estaban sobre mí en mi cielo, y pasaban lentamente. Una tras otra, formaban hileras; se inflaban. Adulteraban su personalidad transformándose en flamantes rosetas de maíz, tiernos pochoclos. Mi cielo se endulzaba.

Por Stella Maris Riera

Flotaba. Mis piernas descansaban unidas, casi pegadas, y aunque mis ojos continuaban cerrados, yo alcanzaba a ver las uñas de mis pies coloreadas con ese barniz negro que tanto me gusta (al notarlo, quedé satisfecha). Mis pies eran delgados, mis dedos parejos (me gustaban mis pies). Formaban una escalera que invitaba a trepar, vaya a saber dónde y a quién.

Flotaba. Mis brazos se abrían cual Cristo crucificado. El agua me sostenía. Yo descansaba sobre ella, o tal vez era ella la que descansaba por debajo de mí. Mis pensamientos se detenían. Pero mi mente, rebelde y traicionera, aún inquieta, insistía en reparar en ese líquido cristalino. Le adjudicaba cientos de colores.

Flotaba. El sol posaba su lengua de fuego sobre mi piel; y perverso (o tal vez generoso) lamía aquellas partes mías, que permanecían en la superficie. Mis sentidos se exaltaban. Por escasos instantes creí haber percibido que toda yo, era sentidos.

Flotaba. Y en esa danza, serena y enigmática que mantuvimos a solas la naturaleza y yo, fui música y, a la vez, silencio. Fui ritmo, calma, día y, a la vez, fui noche. Luego, mi cuerpo perdió ese preciado y circunstancial equilibrio; me hundí, caí en el fondo. Sobresaltada, abrí mis ojos: unas cuantas burbujas ascendentes me hicieron comprender  que mi respiración ya no me pertenecía. Mis piernas se esforzaron en un pataleo absurdo, y aún creo recordar ese instante en el que, por última vez, vi mis uñas perfectamente pintadas con ese barniz negro que tanto me gusta.

 

La autora: Stella Maris Riera (Buenos Aires, 1958). Es Licenciada en Psicología. Ha publicado en antologías y escribe en un blog personal llamado “Sublimar es sanar” en el que publica tanto ficción como ensayo. “El último trance” integra  la obra Trilogía final, premiada y publicada en la antología “Letras Argentinas de Hoy 2014”, Edit. De Los Cuatro Vientos.

*Microficción seleccionada por Luciano Doti (Lomas del Mirador). Twitter: @Luciano_Doti

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