Edición N° 8482
La Matanza

Entrevista a Carlos Martínez Sarasola: “Crear un mundo donde quepan muchos mundos”

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El antropólogo y escritor Carlos Martínez Sarasola, estuvo en la 7ma. Feria del Libro de Virrey del Pino para presentar su último libro, La Argentina de los caciques. O el país que no fue. El autor es especialista en la temática originaria, la etnohistoria y los estudios de la frontera. Además de este libro, es autor de Nuestros paisanos los indios; Los hijos de la Tierra y De manera sagrada y en celebración.  También ha participado como coautor de otros que se refieren a esta  misma temática.

Por Emilio González Larrea

 12 de Octubre. ¿Su reflexión sobre esta  fecha?

Hace mucho tiempo atrás se celebraba como el día de la raza que era encubrir la llegada de Occidente a América y hoy, por suerte, ha pasado mucha agua bajo el puente y, sobre todo, a partir de los 500 años de este hecho, se ha dejado de celebrar esa  fecha. Hoy es un día de reflexión, día de respeto por la diversidad cultural, donde tenemos que tomar conciencia de las extraordinarias culturas  originarias que existían en América a la llegada de los conquistadores, de las cuáles, algunas fueron destruidas para siempre, otras por fortuna siguen vivas, están vigentes y son las que tenemos que fortalecer  e incluso trabajar por el renacer de las  perdidas.

Su último libro se llama, “La Argentina de los caciques. O el país que no fue”. ¿Que se perdió en el país, que posibilidad histórica tuvo y no se pudo concretar?

Esa es una buena pregunta. A mí no me gusta hacer historia ficción, es decir, qué hubiera pasado si, tal cosa… Pero en este caso particular, me pregunto qué hubiera pasado, si siguieran conviviendo con nosotros estos grandes grupos indígenas que fueron destruidos, si los descendientes de estos grandes hombres y sus comunidades siguieran vivos; sin duda, la Argentina sería un país más rico desde el punto de vista de la cultura, de la cosmovisión, de las artes, de la economía, de su forma de tratar la tierra. Pero creo que estamos a tiempo de reconstruir parte de ese mundo perdido y fortalecer lo que sigue vigente. Muchos de los descendientes de estos Loncos, de estos grandes jefes, están vivos, como por ejemplo los de Pincén,  Namuncurá,  Epumer,  Saygüeque, Foyel, Purrán; por lo tanto creo que es posible trabajar con esa gente y sus comunidades, para restituir en parte ese mundo perdido y hacer  justicia con ellos.

Un problema central de las comunidades originarias, es el problema de la tierra, es decir la restitución de parte de sus territorios. ¿Cómo ve usted esta cuestión?

Por supuesto. No se puede pensar el indígena sin la tierra. Para las comunidades, la tierra, no es un bien inmobiliario, es un piso existencial de valores, donde están sus antepasados, los huesos de sus antepasados, sus espíritus, a los cuales invocan, la conexión con sus dioses, para ellos es vida. Es la pertenencia con la tierra desde donde desarrollan su existencia, no en un sentido de propiedad individual, sino comunitario, la tierra  como un bien común. Entiendo que hay que dejar a las comunidades que organicen su vida de acuerdo a sus creencias y cultura.

Una nueva Argentina, necesita la integración de criollos, es decir, el pueblo argentino y estas naciones o pueblos originarios. Este es  un país multicultural, donde conviven otros pueblos preexistentes, como dice la Constitución Nacional.

Así es. La Argentina, es multiétnica, multicultural, a mi me gusta decir, que “hay que crear un mundo donde quepan muchos mundos”,  me parece que tenemos que trabajar para concretar eso. Un ejemplo de esto, era la toldería  indígena, donde convivían los gauchos, los afros, los militares renegados, los europeos exilados. Era un caos organizado, que con esa diversa composición enriquecía la toldería. Por lo tanto fue destruida la heterogeneidad de ese mundo. Hay que integrar sobre la base de la igualdad, reconociendo los derechos y los reclamos indígenas.

En la Argentina, asistimos en la actualidad a nuevas formas de colonialismo como son las mineras, las petroleras, los monopolios imperialistas que invaden los territorios indígenas para saquear recursos naturales. ¿Qué hacer, a su juicio?

Por supuesto, también las madereras, las sojeras, que están destruyendo todo y no solo afectan a las comunidades originarias, sino al conjunto de la sociedad, con la destrucción de la naturaleza, la contaminación y el saqueo de recursos naturales. Eso es lo negativo de estos mega emprendimientos empresariales, que traen tecnologías que en otros lugares se rechazan como el fracking (método de explotación petrolera contaminante). Si no respetan nuestras necesidades y exigencias que se vayan.

 

 

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