Número de edición 8481
Cultura

“Los Palabristas De Hoy Y De Siempre”

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Por: Mónica Caruso
E-mail: mónicaacaruso@hotmail.com

Estimados lectores:
Nuevamente nos encontramos en NCO a través de la literatura desde un rincón de la revista Literaria que dirijo “Los Palabristas De Hoy Y De Siempre”
Hoy quiero homenajear a la escritora argentina Silvina Ocampo. Nació en Buenos Aires en 1903, hermana de Victoria Ocampo quien la vinculó con las letras
Su nombre completo era Silvina Inocencia Ocampo Aguirre.
Desde pequeña estudió pintura y mostró inclinación por la poesía.
Perteneció, desde el principio, al comité de colaboración de la Revista SUR, fundada por su hermana Victoria.

En 1933 conoció a Adolfo Bioy Casares, con quien se casó en 1940. Tuvieron una única hija, Marta, en 1954.
En 1937 publicó su primer libro, un conjunto de relatos que lleva por título Viaje olvidado. Después alternó entre la narrativa y la poesía apostó por la elevación de la literatura fantástica y policíaca a la categoría de géneros de primer orden.
Murió en Buenos Aires en 1994.

PREMIOS

Entre los que cabe destacar el Premio Municipal de Poesía (1945), el Segundo Premio Nacional (1953), el Primer Premio Nacional (1962), el Gran Premio de Honor de la SADE (1985), la Orden de las Artes y las Letras en el grado de Comendador (1985), el Premio del Club de los XIII (1988), el Premio Estaban Echeverría (1989) y la distinción como Ciudadana Ilustre por parte de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (1990

POEMAS.

El sueño recurrente

Llego como llegué, solitaria, asustada,
a la puerta de calle de madera encerada.
Abro la puerta y entro, silenciosa, entre alfombras.
Los muros y los muebles me asustan con sus sombras.
Subo los escalones de mármol amarillo,
con reflejos rosados. Penetro en un pasillo.
No hay nadie, pero hay alguien escondido en las puertas.
Las persianas oscuras están todas abiertas.
Los cielos rasos altos en el día parecen
un cielo con estrellas apagadas que crecen.
El recuerdo conserva una antigua retórica,
se eleva como un árbol o una columna dórica,
habitualmente duerme dentro de nuestros sueños
y somos en secreto sus exclusivos dueños.
Las huellas.
A orillas de las aguas recogidas
en la luz regular del suelo unidas
como si juntas siempre caminaran,
solas, parecería que se amaran,
en la sal de la espuma con estrellas,
sobre la arena bajo el sol las huellas
de nuestros pies desnudos
tan lejanos, y mudos.
Dejando una promesa dibujada
nuestra voz entretanto ensimismada
se divide en el aire y atraviesa
la azul crueldad de la naturaleza
mientras solos cruzamos
la playa y nos hablamos

Lecciones de la metamorfosis

Nube que miras en lo alto del cielo
mi condición humana y modificas
las formas de tu cuerpo y de tus caras:
si alguna vez he visto deshacerse
tu cuerpo de caballo o de sirena,
tus ojos y tu pelo cruel de Erinia,
tus vírgenes perdidas con un ángel
entre las sombra de una playa inmensa,
el velero que se hunde en la tormenta
o un frágil ciervo entre las rosas de oro
de un antiguo poniente indescifrable;
si alguna vez he visto desmembrarse
un reino donde no gobierna nadie,
un templo en que quedaron misa rodillas
prosternadas al pie de un muro blanco,
tan blanco que hasta el sol pierde su faz,
sabrás que sos mi lecho cuando duermo,
que tus lecciones de metamorfosis
he querido seguir hasta la muerte
entregándote toda mi esperanza.

Espero haberlos deleitado con estos maravillosos versos.
Recuerdo a los lectores que todos aquellos que quieran publicar material de su autoría en la revista literaria “Los Palabristas De Hoy Y De Siempre” pueden hacerlo.
E-mail: monicaacaruso@hotmail.com
Facebook: Revista Literaria “Los Palabristas De Hoy Y De Siempre”
Que tengan una excelente semana. Hasta el próximo lunes. Mónica Caruso.

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