Número de edición 8481
Internacionales

Más de 350 reclusos murieron por un incendio en Honduras

El gobierno de Honduras reconoció que hubo más de 300 detenidos muertos en el incendio del martes en el penal de Comayagua, número que según varios presos se debió a que los guardias no abrieron las celdas, lo que generó la reacción de familiares que ante la falta de información derribaron portones de acceso y se enfrentaron con los policías, que dispararon sus armas y arrojaron gases.

El ministro de Seguridad de Honduras, Pompeyo Bonilla, dijo hoy, citado por el diario local El Heraldo, que “más de 300 reos habrían muerto” en el incendio de la cárcel de Comayagua, 90 kilómetros al norte de Tegucigalpa, aunque agregó que hasta el momento sólo puede confirmar la existencia de “272 víctimas mortales en el siniestro”.

El comisionado de Derechos Humanos, Ramón Custodio López, dijo que la cantidad de muertos podría ser de 356, mientras el vocero de la Policía Nacional, Héctor Iván Mejía, dijo a las cadenas radiales que en el penal se encontraban detenidos 820 presos, de los cuales algo menos de 500 fueron trasladados a un lugar seguro, informó la agencia de noticias DPA.

Presos sobrevivientes denunciaron que a pesar de la expansión que experimentaba el fuego, los carceleros se negaron a abrir las celdas.

“Nos estábamos quemando, sentíamos pánico y más cuando no nos abrían las celdas”, acusó un detenido que fue trasladado al Hospital-Escuela de Tegucigalpa para recibir atención por las quemaduras sufridas.

A pesar de los gritos de auxilio que lanzábamos, “no nos abrían los portones hasta que llegó un enfermero y por fin logramos salir”, explicó el recluso, que se identificó como Tiberio ante las cadenas radiales y televisivas.

Uno de los primeros bomberos en llegar, Germán Ramos, indicó que la mayoría de los fallecidos se encontraban apilados en las celdas, lo que indicaba que las puertas no habían sido abiertas.

Decenas de quemados y heridos fueron trasladados a varios hospitales de la ciudad de Comayagua.

El comisionado de Derechos Humanos indicó, en tanto, que el sistema carcelario hondureño se encuentra colapsado por superpoblación desde hace años.

Datos aportados por López sugieren que la cifra total de muertos puede variar por las posibles fugas del penal en medio de la confusión por la tragedia.

Por su parte, el presidente Porfirio Lobo, ofreció hoy una conferencia de prensa en la que prometió investigar las causas de la tragedia, dijo, para lo cual suspenderá a policías y penitenciarios responsables del área, se solidarizó con los familiares de los muertos.

Lobo también agradeció al presidente de Chile, Sebastián Piñera, que envió un grupo de forenses para tratar de identificar a víctimas en estado irreconocible.

Por su parte, el director de Centros Penales, Danilo Orellana, señaló, horas antes del discurso presidencial, que “estamos en el levantamiento de cuerpos, anda arriba de 200 muertos, es bastante grave la situación, la mayoría murió por asfixia. No se trata de un motín, tomaron fuego varios módulos (pabellones) y se investigan las causas”.

Esta mañana policías hondureños dispararon contra cientos de familiares de los presos en la Granja Penal de Comayagua que, desesperados por la falta de información sobre sus parientes, derribaron un portón de acceso e ingresaron al lugar, informó la prensa local y la cadena regional de TV Telesur.

Periodistas que lograron ingresar al recinto esta madrugada narraron a través de distintos medios de prensa el horror vivido por algunos detenidos antes de morir y las decenas de cadáveres calcinados que quedaron aferrados a los barrotes.

Sobre las causas del siniestro, fuentes citadas por la prensa hablan de de una recarga en el sistema eléctrico y recordaron que desde hace mucho tiempo, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica alertó a las autoridades de la posibilidad de un desastre por la proliferación de tendidos ilegales en esta y otras cárceles.

Otras fuentes aseguraron que las llamas cobraron fuerza y abarcaron al resto de los módulos luego que un preso quemara un colchón de forma accidental, con un cigarrillo.

Honduras, país donde ocurren anualmente 86 homicidios por cada 100 mil habitantes, registró otro grave incendio en un penal en mayo de 2004, en el cual murieron más de 100 reclusos.

A juicio del ministro Bonilla, en Honduras ha faltado voluntad política para ponerle fin a los problemas en el sistema penitenciario.

El funcionario recordó que desde 1998 se viene hablando de la crisis en las cárceles de Honduras, sin embargo el asunto no parece ser prioritario para los gobiernos.

“Los problemas se enfrentan con voluntad política”, enfatizó Bonilla, al mencionar que el proyecto de Ley del Sistema Penitenciario permanece cajoneado en el Congreso Nacional, donde fue presentado por la diputada Lorena Herrera, tras un trabajo realizado desde aquella tragedia de 2004.

Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, anunció hoy que enviará una delegación para investigar el incendio en la cárcel de Honduras.

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