La relación de Occidente con Irán se tensó cuando se difundió la presunta decisión iraní de suspender sus envíos de crudo a seis países de Europa, en respuesta a las sanciones que le impusiera la Unión Europea, noticia desmentida luego por el gobierno de Teherán. A ello se le sumó la acusación de Israel que lo responsabilizó de una serie de atentados.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró la acusación a Teherán de estar detrás de una seguidilla de atentados contra ciudadanos y objetivos israelíes en diversos países de Asia.
Irán informó este miércoles oficialmente que mantendrá la exportación de petróleo a Europa “por motivos humanitarios”, dado el crudo invierno y la crisis, y desmintió así a agencias europeas que informaron lo contrario, pero advirtió que las sanciones de la UE a Teherán “traerán consecuencias”.
Previamente, cadenas noticiosas europeas habían informado, citando una televisora estatal iraní que transmite en inglés, que se suspenderían los envíos a seis países, lo que fue rápidamente desautorizado por el Ministerio de Petróleos en Teherán.
Los demás anuncios los hizo Hassan Taji, director general para Europa oriental del ministerio iraní de relaciones exteriores, en nota a los embajadores de España, Italia, Francia, Grecia, Países Bajos y Portugal, informó la agencia oficial iraní IRNA, citada por Europa Press.
Las agencias europeas atribuyeron a Press TV, una cadena televisiva estatal en inglés iraní, la noticia del cierre del grifo petrolero iraní a España, Italia, Francia, Holanda, Grecia y Portugal, entre los cuales figuran los países que más dependen de los hidrocarburos de Teherán.
Tras la desmentida del ministerio iraní de petróleos, los restantes anuncios los hizo Hassan Taji, director general para Europa oriental del ministerio iraní de relaciones exteriores, en nota a los embajadores de España, Italia, Francia, Grecia, Países Bajos y Portugal, informó la agencia oficial iraní IRNA, citada por Europa Press.
Si bien Taji dejó muy en claro que su país considera “ilógicas e ilegales” las sanciones y advirtió a los seis embajadores que “tendrán un impacto adverso sobre los europeos”, pero que Teherán entiende que “Europa se encuentra en una condición económica difícil y se enfrenta a un duro invierno”.
Señaló por lo tanto que si bien el flujo de hidrocarburos iraníes a Europa se mantiene, Irán no permanecerá indiferente ante la prohibición de la UE a las importaciones de su crudo. Previno que “no tenemos ningún problema en encontrar clientes para nuestro crudo y venderlo a otros países”.
Taji aprovechó para recordar que Teherán establece las relaciones bilaterales a partir de la “confianza mutua”, lo que excluiría a juicio de ese país el uso del petróleo como “herramienta”.
Al menos el ministro español de asuntos exteriores y de cooperación, José Manuel García-Margallo, confirmó que las exportaciones iraníes de petróleo no estaban suspendidas tras conversar con su embajador en Teherán.
García-Margallo indicó también que para mantener el suministro el gobierno iraní insistió en la “garantía de pago” de los contratos vigentes, el paso de contratos a corto plazo a acuerdos por tres a cinco años, y una “renuncia expresa a utilizar la cláusula de fuerza mayor en caso de rescisión de contratos”.
Entre otros antecedentes de esta puja, el pasado 23 de enero los 27 países miembros de la UE llegaron a un acuerdo para prohibir la firma de nuevos contratos de petróleo con Irán y poner fin a los contratos en vigor a partir del próximo 1 de julio, como represalia a la negativa de Teherán a renunciar a su programa nuclear.
Pero también este miércoles, y como un nuevo paso de ballet en la intensa actualidad de la política internacional, el gobierno iraní aseguró que está dispuesto a reanudar las conversaciones con el Grupo 5+1 (los integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) sobre su programa nuclear.
Así lo reveló el secretario general del Consejo Supremo Nacional de Seguridad iarní, Saeed Jalili, en una carta remitida a la alta representante de política exterior de la UE, Catherine Ashton, según informó la agencia estatal de noticias, IRNA.
Había contribuido a la tensión una serie de explosiones ocurridas en Tailandia, sumadas a las del lunes en India y Georgia, episodios por los que Israel acusa a Teherán.
La capital tailandesa de Bangkok se sacudió ayer con un hecho bastante confuso aún por la explosión de dos granadas y la detención de dos ciudadanos iraníes, uno en la víspera y otro hoy, desató, una vez más, un cruce de acusaciones entre Israel y la nación persa.
El secretario del Consejo de Seguridad tailandés, Wichian Podphosri, aseguró que los explosivos incautados por la policía a los detenidos tenían el mismo dispositivo magnético para pegarlas a los vehículos, que las utilizadas en los atentados el día anterior contra las embajadas israelíes en India y Georgia.
En este marco, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu reiteró la denuncia israelí de que Irán estuvo detrás de las explosiones de esta semana dirigidas contra diplomáticos israelíes en la India y la ex república soviética de Georgia.
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Exterior de Irán, Ramin Mehmanparast, consideró “infundadas” estas acusaciones y afirmó que tienen como propósito dañar las relaciones de Teherán con Tailandia y atizar teorías de “confabulaciones”.