Villa Luzuriaga

Junto a la organización Peluffo Verde Asociación Civil (PVAC), los habitantes de la zona disfrutaron de un sábado al aire libre junto a sus hijos, en una jornada en la que también se brindaron consejos para cuidar el medio ambiente. Momento de charla, aprendizaje y recuperación del espacio público.
Por: Nora Adámoli
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El encuentro se realizó en la precaria cancha redonda ubicada en Chenaut y Remedios de Escalada, en pleno Barrio Peluffo, espacio que los vecinos reclaman que se convierta nuevamente en un espacio de recreación, además de que se solucione la problemática que los aqueja a raíz de que una zanja de importantes dimensiones rodea a esta plazoleta.
En primer lugar, los vecinos aprendieron a separar los residuos, para así obtener tierra fértil en la que luego podrán plantar o colocar en la maceta en la que esté creciendo alguna planta. También, se brindaron tips y se dieron a conocer los pasos a seguir sobre cómo se debe realizar la colocación en tierra.
“El taller consistió en mostrarle a los chicos como en nuestros domicilios podemos clasificar la basura. Los orgánicos, juntándolos, dándoles tiempo y aportando humedad, nos darán el abono compuesto que es uno de los mejores fertilizantes naturales. Aquí no hay químicos. Por eso, hacemos el enfoque en los niños para que vayan aprendiendo y por lo que vemos, a ellos les interesa mucho”, comentó María Rosa a NCO, una de las impulsoras de la iniciativa realizada este sábado a la tarde a pleno sol.
Luego, en otro de los talleres, se mostró cómo los residuos inorgánicos pueden ser reciclados al utilizarse como macetas, por ejemplo en el caso de los envases de yerba. “Allí podemos colocar nuestras plantas, usándolos como recipientes y aprovechando nuestra tierra orgánica”, explicó.
Los chicos, además de participar de estas actividades, dibujaron y pintaron en base a la temática ecológica. Sus obras, luego serán expuestas en entidades de la zona. Por otra parte, Julio, un artesano de la zona que realiza animales con botellas, bolsas y papel, les enseñó a los más pequeños a elaborarlos, al tiempo que les comentó cómo diferencial a los productos biodegradables de los que no lo son.
“Otra de las cosas que ustedes tienen que tener en cuenta es que no tienen que cazar sapos porque son animales que se comen a los mosquitos y acá, como vemos, es una zona en la que se crían, especialmente por la zanja que bordea la cancha”, dijo el hombre.
Sobre el final de la jornada, contando con la participación de vecinos que residen en calles como Triunvirato, Alicante y Miguel Cané, se realizó el sorteo (entre los niños) de un “dinosaurio” realizado con la técnica mencionada y se procedió a la plantación de un Gomero, cedido por PVAC.
El primer árbol se plantó en la plaza, aunque se tenía pensado realizar esta misma tarea en la vereda de los vecinos que quisieran contar con uno. Dos niños y un niña quedaron como “representantes” de la planta, por lo que la cuidarán y la bautizarán con el nombre que escojan.
“También, trajimos semillas para enseñar cómo se hacen los árboles, de dónde vienen, para que los chicos puedan conocer todavía más. También, un niño recién escuchó atento a el taller, fue a su casa y trajo un bidón llenó de tapitas de gaseosa para reciclar”, dijo la docente.
Al margen de la tarea relacionada con el cuidado del medio ambiente, los adultos aprovecharon para conocerse, ya que llegaron habitantes provenientes de otra zona de Villa Luzuriaga (momento en el que también expresaron las problemáticas existentes en el lugar en que habitan) mientras que los chicos se divirtieron sin hacer diferencias en clases sociales.
como rompen los pelufos