Número de edición 8481
Internacionales

Los palestinos presentarán ante la ONU una carta de solicitud de membrecía de pleno derecho

Medio Oriente

Los palestinos informaron a la ONU que el viernes presentarán una carta de solicitud de membrecía de pleno derecho, el primer paso en el proceso hacia la proclamación de un Estado soberano que desató febriles gestiones diplomáticas y amenazas de veto de Estados Unidos.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, se reunió hoy en Naciones Unidas con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y le comunicó oficialmente sus planes, dijeron voceros del organismo, en medio de esfuerzos entre bambalinas del Cuarteto para Medio Oriente para tratar de frenar la iniciativa y relanzar el proceso de paz entre palestinos e Israel.

Cualquier candidato a sumarse a la ONU debe presentar una carta al secretario general declarándose un Estado “que ama la paz” y que acepta la Carta de las Naciones Unidas.

Ahora Ban debería examinar la misiva y luego remitirla al Consejo de Seguridad para que dé su aprobación al pedido y después recomiende a su vez la ratificación de la solicitud a la Asamblea General de la ONU.

Horas antes, mientras volaba hacia Nueva York para participar de la sesión anual de la Asamblea General, que comienza el miércoles y que estará dominada por la iniciativa palestina, Abbas prometió no dejarse disuadir de pedir el reconocimiento de Palestina como Estado pese a las “enormes presiones” que dijo enfrentar.

Su encuentro posterior con Ban y la reconfirmación de que presentará su carta de solicitud de membresía reflejaron la determinación del mandatario de no echarse atrás en su plan de proclamar un Estado palestino en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén este, zonas capturadas por Israel en una guerra en 1967.

Durante su reunión con Abbas, Ban reiteró su “reiteró su respaldo a la solución de dos estados y subrayó su deseo de asegurar que la comunidad internacional y las dos partes puedan hallar una vía para reanudar las negociaciones dentro de un marco legítimo y equilibrado”, dijo el vocero de la ONU Martin Nesirky.

El secretario general de la ONU y el presidente palestino discutieron también los esfuerzos en curso del llamado Cuarteto de mediadores para Medio Oriente -la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea (UE)- para relanzar las conversaciones entre palestinos e israelíes, cuya última ronda se celebró hace más de un año.

Abbas destacó su compromiso con “una solución negociada”, señaló Nesirky, citado por la cadena de noticias CNN.

Estados Unidos ya dejó en claro que vetará la propuesta en el Consejo de Seguridad por opinar que la paz sólo se puede conseguir reanudando el hasta ahora infructuoso proceso de paz, que comenzó hace dos décadas. Israel también dice que cualquier Estado palestino debe ser fruto de un acuerdo de paz.

Ante el rechazo norteamericano, lo máximo que los palestinos podrán obtener es una victoria simbólica en la Asamblea General de la ONU, donde no hay derecho a veto y donde se estima que lograrán fácilmente el respaldo a que se eleve su estatus actual de “entidad observadora” a “Estado observador no miembro”.

Aunque esto no equivale a ser reconocido como Estado, y no da, por ejemplo, derecho a voto, sí abrirá las puertas a los palestinos a distintos organismos de la ONU y a instancias judiciales como la Corte Penal Internacional, ante la cual podrían denunciar a Israel por sus colonias en Cisjordania y Jerusalén.

Representantes del Cuarteto realizaron varias reuniones en las últimas horas para tratar de convencer a los palestinos de renunciar a sus planes y volver a la mesa de negociaciones.

Los palestinos dicen que la visión de paz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, es muy distinta a la suya, porque el Estado palestino que él acepta no cumple con sus exigencias de una retirada total de Cisjordania hasta las fronteras del 67 y de que tenga por capital a Jerusalén este.

Netanyahu, un dirigente nacionalista de derecha que recién hace dos años dejó de oponerse a la creación de Estado palestino, argumenta que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Abbas no quiere entablar negociaciones serias.

La membresía plena de la ONU sólo puede ser concedida por el Consejo de Seguridad, donde la inciativa palestina fracasará si no logra al menos el voto de 9 de los 15 miembros del cuerpo o si es vetada por Estados Unidos o alguno de los otros cinco miembros permanentes, los únicos con derecho a veto.

En Varsovia, en tanto, Polonia, que ejerce la presidencia pro témpore de la UE, dijo que buscaba un consenso en el seno del bloque en torno a la inciativa independentista palestina.

El canciller polaco Radek Sikorski dijo que la posición de la UE dependerá de la redacción de la solicitud palestina, que aún no se conoce.

Ni Francia ni el Reino Unido, ambos miembros permanentes del Consejo, dijeron aún cómo votarán, aunque Londres sí dijo que se opone a la iniciativa. En el Consejo también existe la posibilidad de abstenerse.

Aunque sea vetada por Estados Unidos, los votos que saque la iniciativa serán políticamente importantes, ya que el sí de nueve o más países será señal de un amplio respaldo internacional.

Además, el esperado veto norteamericano afectará aún más negativamente la imagen de Estados Unidos en el mundo árabe y amenaza la agenda de acercamiento con el mundo árabe y musulmán del presidente Barack Obama, según analistas.

En su avión, Abbas no descartó cambiar a último momento, evitar el Consejo de Seguridad e ir directo a la Asamblea, ante la cual el presidente palestino hablará, como todos los años, el viernes próximo.

“Desde ahora hasta dar mi discurso ante la Asamblea General, no tenemos ninguna otra intención que ir al Consejo de Seguridad. Luego, sea cual sea la decisión, decidiremos”, agregó.

Abbas declaró a un grupo de periodistas que los gobiernos europeos y de Estados Unidos le advirtieron que “las cosas irán mal” si lleva a cabo su plan. “Hasta qué punto (irán mal), lo sabremos más tarde”, afirmó.

Algunos miembros del Gobierno israelí pidieron una respuesta dura a la iniciativa palestina porque creen que su objetivo es aislar al Estado hebreo, y varios políticos estadounidenses anticiparon que intentarán que se reduzca la ayuda que proporciona su país a los palestinos, de unos 500 millones de dólares al año.

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