Número de edición 8481
Opinión

El Ensañamiento, el delito de homicidio

El Ensañamiento

El Ensañamiento.  CONCEPTO

El ensañamiento es uno de los modos de ejecución que el Código penal
tipifica para calificar el homicidio.

En reglas generales el ensañamiento tiene lugar cuando el sujeto aumenta
deliberadamente el sufrimiento de la víctima sin que tal situación sea
necesaria para producir la muerte.
En otras palabras es el prolongado padecimiento de la víctima con el
propósito de satisfacer una tendencia sádica por parte del homicida.

En este sentido puede entenderse que desde el punto de vista subjetivo el
enseñamiento constituye un fin distinto de quitar la vida.

Significa un aumento inhumano del dolor de la víctima.

Es la manera más cruel que pude imaginarse para dar muerte a una persona.

Concreta y objetivamente es indispensable que la agonía y el sufrimiento
cruel sean para el sujeto pasivo un sufrimiento o padecimiento
extraordinario. Al mismo tiempo ello puede estar dado por el tremendo
dolor provocado y bien por la innecesaria prolongación del mismo.

El accionar del sujeto activo debe estar dirigida pura exclusivamente a
matar, de modo tal que haga sufrir a la víctima de una manera innecesaria
para darle muerte. Es decir que no alcanza sólo la voluntad de matar, sino
que se le debe sumar la crueldad propia del ensañamiento.

Tal es así que el exceso de crueldad estará representado desde el punto de
vista subjetivo como un fin claro y específico. Pues como se verá no es
suficiente la sola circunstancia por la cual se provoca una gran cantidad
de heridas, antes de dar muerte.

Pues ello sólo no alcanza sino se registró un sufrimiento innecesario.

 EL CLÁSICO EJEMPLO DE ENSAÑAMIENTO

Como ocurre muchas veces en la didáctica del derecho penal es bueno y
saludable la actividad de ejemplificar.

En el caso que nos ocupa, el ensañamiento es el hecho en el cual el autor
se encuentra a solas con la víctima, con arma de fuego en su mano, pero
son embargo no la mata inmediatamente, le dispara un tiro en la pierna,
luego en el brazo la deja sufrir varias horas y luego la liquida con un
disparo en la cabeza.

Esta claro que el ejemplo, al agente le hubiera bastado con un solo tiro
mortal para provocar lo que en definitiva quería como fin. Pero eligió
llegar a ese fin a pasando previamente por caminos innecesarios, como es
el sufrimiento paulatino y lento de la victima.
Siendo así debe necesariamente advertirse que los disparos previos no
hayan tenido la intención de dar muerte al sujeto pasivo, sino más bien
tan sólo hacerlo sufrir de una manera despiadada e innecesaria para darle
muerte después.

Otro claro ejemplo de ensañamiento tuvo lugar en la Ciudad de Mar del
Plata, en el año 1990, cuando el reo procedió a hacer ingresar, simulando
que todo era un juego, en el baúl de su rodado, luego cerro la tapa del
mismo, y cuando el sufrimiento era mayo que la muerte misma aproximó un
tubo de gas al cofre para producir la asfixia de los menores, en la forma
más dolorosa y cruel posible, dada la inmovilidad de ambos cuerpos.

Sin embargo otro problema se presenta con las conductas pasivas. En tal
sentido el hecho de no dar muerte a aquel que se encuentra herido de
forma mortal, dejándolo de tal manera desangrarse, no representa por sí
solo una causal de ensañamiento; salvo que en el hecho quede acreditado
el sádico propósito de complacerse con el desangramiento, pues en tal
caso la existencia del ensañamiento ha ser evidente.

CANTIDAD DE HERIDAS EN EL HOMICIDIO POR ENSAÑAMIENTO

La gran cantidad de heridas en el cuerpo de la víctima no constituyen por
sí el elemento determinante, en la existencia del ensañamiento, pues es
necesario comprobar que la repetición de las lesiones respondió a la
intención deliberada de aumentar el sufrimiento, sabiendo el agente que
tal situación no era indispensable para consumar el homicidio.

Del mismo modo debe entenderse que la alevosía no ha de estar presente en
los casos en que el sufrimiento de la víctima sea exclusivo producto del
elemento utilizado por el victimario, siempre que este último no haya
tenido otra posibilidad de usar algún otro elemento menos mortificante, o
no hubiere elegido deliberadamente el objeto macabro.

Así mismo tampoco habrá ensañamiento cuando la víctima no tuviere la
posibilidad de experimentar el sufrimiento, por ejemplo por haber
desvanecido o por estar bajo los efectos de la anestesia. Es decir que
para el ensañamiento, la víctima debe ser capaz de sufrir, tal como lo
desea el victimario, aunque ello no tenga relación directa con la
cantidad ni la magnitud de las heridas sufridas.

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior