Andalucía y Asturias, comunidades del sur y norte de España, celebran este domingo comicios regionales que constituyen el primer examen electoral para el presidente del gobierno español Mariano Rajoy y sus políticas de ajuste.
Cumplidos tres meses de su amplio triunfo en las elecciones generales, el líder del Partido Popular (PP) enfrenta la oportunidad de extender aún más su poder territorial en España con la conquista de la sureña Andalucía, bastión histórico del Partido Socialista (PSOE).
Los socialistas, por su parte, se juegan su último reducto de poder, puesto que Andalucía es una de las dos comunidades -la otra es el País Vasco- que gobiernan tras la debacle histórica en las elecciones del 20 de noviembre pasado.
Los colegios electorales abrieron en las dos regiones a las 9 hora local (4 de Argentina) y cierran a las 20 horas.
Entre las dos comunidades más de 7,3 millones de personas están habilitadas a votar; 6,4 millones en Andalucía y el resto en Asturias.
La verdadera batalla se libra en el territorio andaluz, puesto que una derrota del candidato del PP, Javier Arenas, sería el primer revés electoral para Rajoy desde que asumió el poder en diciembre y un mensaje hacia sus políticas de ajuste y recortes sociales.
Tras emitir su voto, Arenas llamó a los andaluces a participar masivamente en unos comicios “cruciales” y aseguró que el objetivo de todos es “ganarle a la crisis y el desempleo”.
También el presidente regional andaluz y candidato a la reelección, José Antonio Griñan, pidió a los ciudadanos que se vuelque a las urnas para decidir “el destino de Andalucía durante los próximos cuatro años”.
Según la última encuesta del prestigioso Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizada luego del anuncio del primer plan de ajuste de Rajoy, el PP retrocedió en Andalucía en dos puntos respecto a las generales, aunque igualmente mantiene una ventaja considerable de 14,7 puntos sobre el PSOE, y se sitúa al borde de la mayoría absoluta.
Andalucía es un de las comunidades más castigadas por el desempleo y el gobierno de Griñan está salpicado por un caso de corrupción. No obstante, el PP podría restar apoyos debido al reciente deterioro del clima social.
Y aunque el PP aventaja al PSOE, los conservadores difícilmente gobernarán si no consiguen la mayoría absoluta, puesto que Izquierda Unida (IU) facilitaría la reelección de Griñan.
En manos de IU también está la llave del gobierno en Asturias, donde los socialistas de Javier Fernández podrían gobernar puesto que la candidata del PP, Mercedes Fernández, y el líder del Foro Asturias y presidente regional, Francisco Álvarez Cascos, suman más diputados pero tendían dificultades para formar un acuerdo postelectoral debido a la enemistad entre ambas formaciones.
El caso de Asturias es singular, puesto que celebra elecciones anticipadas -las más adelantadas de la historia- convocadas solo seis meses después de que Álvarez Cascos asumiera como presidente del gobierno regional.
El líder conservador, ex vicepresidente y ministro de José María Aznar, cuyo gobierno es de minoría, anticipó los comicios debido a que el parlamento regional bloqueó los presupuestos de este año.