Viernes 10-11-2017 Cultura Microficción
-Señor, no se puede fumar.
-Yo no fumo.
-Como está con un cigarrillo en la boca…
-Hace treinta años que no fumo, mi método para no fumar es tener un cigarrillo entre los labios o en los dedos y no encenderlo nunca. Además, soy abogado y fui el coordinador del equipo interdisciplinario que redactó esa ley, imaginate cuánto sé de dónde se puede o dónde no se puede fumar.
Por Abel Maas
-Disculpe, doctor.
-Disculpe nada. Cuando tengo muchas ganas de fumar saco el encendedor, lo enciendo y lo hago girar como un satélite alrededor del cigarrillo, como ahora.
-Doctor, no me provoque.
-Sos vos el que te ponés para el cachetazo, me decís que no se puede fumar y yo no fumo. Es como si yo te dijera que no podés estar desnudo con el revólver en la cintura; naturalmente me vas a decir que estás vestido y yo te voy a decir que eso no me da la sensación de seguridad necesaria como para impedir que te desnudes, si eso se te ocurriera.
-Eso es surrealismo, por el revólver.
-No, es sólo una ocurrencia.
-Insisto; pensé en un cuadro de Dalí o en un poema de Breton.
-Vos querés cambiar de tema.
-Y sí, metí la pata.
-Hasta el caracú, ¿para qué empresa trabajás?
-Segurnort.
-No te preocupes, me especializo en temas de seguridad y doy seminarios en todas las empresas, voy a escribirles un mail y les diré que no hay botón como vos, que te aumenten el sueldo.
-Muchísimas gracias, doctor.
-De nada, ¿tu nombre es el del cartelito?
-Sí.
-Qué nombre de mierda.
(Telón rápido en el Cinemark de Puerto Madero; había finalizado la función de “Mujer Maravilla” y el hombre se sentía de pésimo humor; sólo quería irse, fumar, mirar las vidrieras de los comederos y volver a su casa para no salir nunca más).
El autor: Abel Maas (Buenos Aires, 1947). Cursó estudios en la Escuela República del Perú y en el Colegio Nacional J.J.de Urquiza. Ha publicado textos en diferentes medios digitales.
Microficción seleccionada por Luciano Doti (Lomas del Mirador). Twitter: @Luciano_Doti