

El dato inflacionario del mes de noviembre fue del 2,4 por ciento, lo que generó una mejora en la cuestión salarial de los trabajadores.
Tomás Modini
@ModiniTomas
En octubre, los salarios formales medidos por el índice de RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) mostraron un aumento del 6,6 por ciento. Este incremento superó ampliamente la inflación del mes, que fue en ese momento del 2,7, lo que representó una mejora frente a los meses previos, donde las subas salariales habían sido del 3,8 por ciento en agosto y del 4,1 por ciento en septiembre.
En esta ocasión, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un dato inflacionario del 2,4 por ciento en el mes de noviembre, por lo que se espera una leve mejora en la situación de los sueldos que atraviesan estabilidad en el tramo final del año.
El contexto de recuperación salarial
El desempeño del RIPTE expresó un escenario de recuperación para los trabajadores registrados luego del fuerte impacto generado por la devaluación y el ajuste a finales de 2023. Desde mayo, a raíz de algunos acuerdos en paritarias y reajustes para quienes no están cubiertos por convenios colectivos, los salarios comenzaron a mostrar una tendencia al crecimiento.
Sin embargo, la Secretaría de Trabajo aclaró que el RIPTE no debe interpretarse como un indicador integral de la evolución de todos los ingresos salariales ya que se trata de un índice utilizado principalmente para fines previsionales, que no incluye conceptos como aumentos no remunerativos o salarios correspondientes a nuevos empleos.
Es por eso que las variaciones de este índice pueden diferir de otros indicadores como por ejemplo el Índice de Salarios del INDEC, que abarca también los ingresos de trabajadores informales.
La comparativa con años anteriores
Si se tiene en cuenta el año anterior, desde noviembre de 2023, los salarios calculados crecieron un 156,4 por ciento, mientras que el índice de precios al consumidor subió un 159,8 en el mismo periodo.
Esto pone de manifiesto una caída acumulada del 1,3 por ciento en el poder adquisitivo en el transcurso de los primeros meses del gobierno de Javier Milei y una reducción mucho menor frente al deterioro del 20 por ciento registrado en los seis años anteriores.
La inflación del 2,4 de noviembre continúa con la desaceleración que se observó en octubre. El panorama de mejora queda abierto con esta estadística, debido a que el menor ritmo inflacionario contribuye a que los aumentos salariales logren superar o igualar la disparidad de precios, consolidando una recuperación del poder adquisitivo hacia el cierre del año.
Según los últimos reportes, en octubre de 2024, el salario promedio RIPTE alcanzó los $1.146.474,18, una suba fuerte en comparación con los $447.079,57 registrados en noviembre de 2023. Por su parte, en el sector privado, la remuneración bruta promedio a septiembre fue de $1.297.860, con una mediana salarial de $998.468.
Estas cifras confirman la tendencia positiva de crecimiento de los ingresos, aunque todavía existe una pequeña pérdida acumulada frente a la inflación anual.
Impacto en la canasta básica de noviembre
Pese a la desaceleración inflacionaria, el costo de la canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) mantuvieron aumentos importantes. En noviembre, la CBA, que mide el ingreso mínimo necesario para cubrir alimentos esenciales en las familias, subió un 2,9 por ciento. Mientras que la CBT, que incluye además bienes y servicios básicos como transporte, salud y educación, aumentó un 3,1.
Esto implica que una familia tipo necesitó alrededor de $280.000 mensuales para no caer en la pobreza y $130.000 para no ser considerada indigente. Si bien estas subas son menores que las observadas a principios de año, continúan presionando los ingresos de los hogares con menores recursos y, en la mayoría de los casos, con trabajos no registrados.
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