Número de edición 8481
GBA

Caída de ventas minoristas en Morón

Caída de ventas
Caída de ventas

Cada vez son menos las personas que recorren las calles moronenses en búsqueda de darse algún gusto, comprarse ropa o hacer algún tipo de regalo y esto se debe al incremento de la inflación que, en el mes de marzo, no solo azotó los precios sino también las billeteras populares y alcanzó el 2,3 por ciento según el INDEC.

Analuz Laggiard
ana.laggiard@gmail.com

Avenida Rivadavia, 25 de Mayo, Almirante Brown y Belgrano son las calles más transitadas de Morón ya que juntas comprenden el centro de esta localidad, cabecera de Partido. Cada calle y cada galería están atestadas de comercios de todo tipo, pero adentro están completamente vacíos.

El aumento de las tarifas y del dólar provocaron que las avenidas más concurridas ahora estén totalmente desérticas y que el bolsillo popular no tolere tales incrementos, ni tan siquiera para detenerse a mirar aunque sea de reojo a los maniquíes vestidos a la moda en las vidrieras.

 

Las ventas caen al vacío

Según un informe difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas cayeron un 1,5 por ciento y ya acumularon una baja anual del 1,3 por ciento en los primeros dos meses del 2018.

Cada año hay menos gente. Los días de semana está vacío, capaz los sábados hay un poco más pero no demasiada y eso que es Morón, que hay mucho más flujo de personas que en otros lados. Pero la gente está afuera, está en los bancos, está en las plazas, está trabajando, no está acá adentro”, contó Gonzalo, dueño de un local de indumentaria, en diálogo con Diario NCO.

Asimismo Ignacio, propietario de un comercio de calzado femenino, comentó que “antes teníamos una referencia de que salías a la vereda y veías a la gente con las bolsitas que compraba y te dabas cuenta de que había un poco más de movimiento en ventas. Hoy en día yo creo que estamos un 35 por ciento debajo de lo que fue el año pasado, las ventas decayeron en todo sentido”.

Manotazo de ahogado

Ante el panorama tan desesperanzador parece que las promociones, los descuentos y hasta las redes sociales son los recursos que comerciantes utilizan para atraer a los clientes, pero aun así sin tanto éxito: “Hacemos descuentos en efectivo para que nos compren, pero tampoco hay gente. También usamos redes sociales para promovernos como Instagram y Facebook, la gente pregunta, interactúa, alguno viene por haber visto la ropa en las fotos pero realmente no hay casi ventas, es terrible”, reveló María, empleada de un local de indumentaria femenina.

La difícil realidad

Cómo se hace para sobrevivir es la pregunta que ronda en las cabezas de quienes escuchan estos testimonios, la respuesta es simple pero lamentable: cerrar los negocios.

El alquiler de por sí es carísimo y no solo alquilamos el local, sino que tenemos que pagar también las expensas; luz; teléfono; servicios y es mucho gasto para lo que se vende. Es más, acá a 20 metros teníamos otro local y lo cerramos porque era una pérdida de plata por lo que estábamos pagando y por la gente que no había. Entonces decidimos quedarnos con uno y trabajar mediodía con mi hermana porque no estamos como para pagar dos alquileres. Es carísimo para los números que se manejan hoy en día, cuesta demasiado”, admitió Gonzalo.

Invertir en un local no es un consejo que dé ninguno de los eruditos en el tema, ya que supone dejar un monto altísimo de dinero en manos del azar, algo por lo que nadie quisiera arriesgarse. “Hoy no conviene poner un local porque implica invertir más de 600 mil pesos, como para empezar por algo superficial. A eso hay que sumarle la compra de la mercadería, más el alquiler, el personal y los servicios. Lamentablemente, hoy en día estamos en este trayecto, de tener en el depósito mercadería por 200 mil pesos que no se vende y todos los días se hace cada vez más difícil”, explicó Ignacio.

Antes los jueves, viernes y sábados había un montón de gente y la venta estaba a pleno, pero hoy no hay un día fijo. Un lunes capaz que está normal, un martes vendiste, un miércoles no vendiste nada, el sábado levantaste y así, no hay algo fijo. Y eso que Morón, de zona oeste, es uno de los lugares más conocidos y grandes como para venir a buscar variedad de productos”, sentenció el dueño del negocio de calzado y finalizó: “Espero que esto cambie, que haya mejores oportunidades y que nadie más tenga que cerrar su negocio”.

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