La modelo y el actor dieron detalles de como fue su batalla contra esa dura enfermedad y revelaron las cosas que más miedo les generaba: ella temía dejar solos a sus cinco hijos y él perder la vida con solo 30 años.
Wanda Nara y Federico Bal hablaron a corazón abierto sobre su lucha contra el cáncer, ella por leucemia y él con el de colon, y revelaron cuales fueron sus principales temores en medio de los tratamientos que debieron enfrentar.
Mientras se palpita el final de Ballando con le stelle en Italia, Wanda recordó como fue el momento en el que se enteró que tenía leucemia y cómo fue su primera reacción. La empresaria explicó que debió repetir los análisis “por alguna cosa extraña que salió”, pero horas después vio el diagnostico por televisión. “Lo miro a Mauro y le digo ‘¿cómo que tengo leucemia y nadie me dice nada?’”, recordó emocionada.
“Al día siguiente nos despertamos y vemos en la televisión ‘Wanda Nara tiene leucemia’. Nosotros tampoco lo sabíamos”, siguió la empresaria y se mostró sumamente angustiada al recordar el momento en el que Valentino, su hijo mayor, le escribió a Zaira Nara para obtener más información. “Mi madre se está muriendo. Nadie nos lo dice, ¿por qué nos lo dice la televisión?”, le escribió el chico a su tía.
Fue entonces cuando la concursante, reveló los motivos por los cuales decidió aceptar el desafio del Bailando. “Creo que también acepté hacer el Ballando para pensar en otra cosa, porque estoy muy ocupada con el baile, que por cierto es una cosa bella porque escucho música diferente, estoy bailando, tengo que pensar en no hacerme daño. Entonces, no quiero pensar. Y con mis médicos en Argentina siguiéndome”, remarcó.
En ese sentido, la modelo explicó que su mayor temor era dejar a sus hijos solos, por lo que se encargó de dejarlo cubierto y con todo organizado hasta que tuvieran 21 años. “Cuando sos madre el único miedo que tenés es dejar solos a los niños. Ese es el único pensamiento”, señaló con las emociones a flor de piel.
“Una, dos, tres, cuatro y siempre lloraba, pero de una manera. Siempre estaba organizando toda la vida como si fuera mi último momento. Organizando todo con mi mamá y mi hermana”, se sinceró y concluyó recordando: “yo le decía a Mauro ‘jurame esto’, ‘jurame lo otro’. La última quimio fue arriesgada. La quinta vez dejé todo lo que tenían que hacer mis hijos hasta que tuvieran 21 años. Ese fue mi mayor miedo. Cuando lo supe. Pensaba ‘son pequeños, me necesitan’. Ese es el miedo”.
Por su parte, Bal también se refirió a la dura enfermedad que debió atravesar años atrás y aseguró que su mayor temor era perder la vida con tan solo 30 años. “Hay que escuchar nuestro cuerpo, lo digo siempre que puedo porque es re importante. A mí me pasa que me gusta mucho jugar con el humor negro y me parece que cuando me pasó todo lo que me pasó, tuve mis momentos de oscuridad, pero empecé a entender que la vida por algo me pone esto en el camino”, reflexionó durante su visita al piso del Diario de Mariana.
“Yo no me iba a morir con 30 años y sentía que tenía mucho más para dar. Sentí como esa llave de poder decirle a la gente, ya que tengo una suerte de llegada, por primera vez algo qué tal vez pueda ayudar a alguien en serio”, continuó e indicó que le “dio la oportunidad de poder contar lo que me pasaba y que no solo a partir de los 60 años uno puede enfermarse, el joven dice ‘yo tengo 30-25 a mí no me va a pasar’. Yo iba al baño, había sangre y no le daba bola, hay que decirlo y sin palabras raras. Hay que ir al doctor porque pueden ser cosas no tan graves y cosas que si lo son”.
Al mismo tiempo que concluyó señalando que “ya no me importa más nada. Trato de que todos los días sean increíbles, ya la ambición me bajo un montón. La tapa de revistas, antes tal vez quería, y no me importa nada. Se vive mucho mejor de este lado, cuando te menos te importa más te lo dan. Si salud me acompaña todo el resto va a estar bien”.
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