El joven de 24 años es un emprendedor, productor discográfico, relacionista público y docente universitario y fue seleccionado por la Universidad de Nueva York para recibir una beca exclusiva para emprendedores que les brindan herramientas para poder generar alto impacto.
Por Melanie Aylen Ibarbuden
melanieibarbuden@yahoo.com.ar
Dante Pagez, un joven de 24 años, estudió relaciones públicas en la Universidad Nacional de La Matanza y hoy en día trabaja para industrias musicales como Warner. Sin embargo, él siempre busca superarse y comentó: “Sabía que se me terminaba el tiempo universitario y yo tengo como filosofía el superar las barreras convencionales y se me ocurrió decir ¿Por qué no busco una beca a la que pueda aplicar y que tenga que ver con lo que me gusta?”.
Fue así que en 2021 aplicó a una beca para viajar ese mismo año a Silicon Valley, meca de la tecnología, ubicada en California, Estados Unidos. “Me cubría la titulación al 70 por ciento, era un programa de verano y no se pudo concretar porque no llegué con la visa. Hablé con la gente de la beca y me dijeron que me la podían conservar, hasta que consiga la visa”, detalló.
Finalmente, en 2022 le aprobaron la visa y pudo concretar su viaje para este año pero a la Universidad de Nueva York. Según Pagez, “es una de las 30 universidades más prestigiosas del mundo y la beca es un programa de cinco semanas, éramos 30 participantes de toda Latinoamérica con un perfil fuerte de emprendedor, nos capacitaron, nos dieron teoría y el modelo para poder ser un emprendedor de alto impacto y nos hicieron competir”.
Respecto de la competencia en la beca, los directivos los hicieron formar grupos con diferentes proyectos para que compitan en un escenario real de emprendimiento, como sí la empresa de cada grupo estuviese a punto de recibir una inversión por el proyecto y la compañía se vuelva exitosa.
Por ello, Pagez describió que “en el equipo que conformamos estaba Eduardo Castillo que es de Chile y tenía un proyecto que ya venía trabajando, llamado “Tribu Monsta”. Se hacía presencial en la pandemia, hacía diagnósticos de cómo se encontraba un curso, de entre seis y 12 años, y en base a lo que detectaban esos profesionales se les daba un plan de acción para que implementen todo el año y eliminar esos problemas de base como el bullying”.
“Tribu Monsta”, el proyecto que cambió la vida de Dante
El proyecto elaborado por Eduardo Castillo buscaba escalar de forma mundial, por lo que el equipo crea una plataforma y obtienen el primer lugar, respaldados por la beca. “Ahora se habla de tecnología, innovación, datos, números y plataformas, pero se olvidan de lo social, somos seres sociales y necesitamos del otro; si eso no funciona todo lo demás que se invente no dará ningún buen resultado”, señaló.
¿Qué ventajas tuvo el proyecto? Según el entrevistado, “tuvimos dos ventajas, la primera es que ya se venía implementando, entonces hay una experiencia que demuestra que está cambiando parte de la sociedad; la otra es que nos enfocamos en algo que nadie había trabajado, que es lo socioemocional, y es algo que requiere tanto en la educación como en los puestos de trabajo”.
Poder ganar la beca y realizar un proyecto ganador fueron dos cosas que marcaron la vida de Dante y por ello manifestó: “Me genera mucha felicidad porque valió la pena todo el esfuerzo de invertir para viajar y sentí que esto era algo personal, que estaba representando al país. Yo decidí estar en ese grupo y desarrollamos el proyecto aprovechando nuestras ventajas. Es un proyecto que está muy asociado a mi filosofía”.
Asimismo, Pagez agregó que “siento que constantemente estoy ganando, con una conversación estoy ganando el contacto y lo pienso así en cada ámbito que me desarrollo. Cuando obtuve la posibilidad de viajar, sentía que estaba ganando porque le cumplía a mi familia y a mí mismo todo el esfuerzo de estudiar y demás. Cada paso es una ganancia y hay que sentirse feliz por eso”.
La Universidad Nacional de La Matanza: la segunda casa de Dante
Para Dante, la universidad le dio herramientas muy importantes. “La principal es poder generar contactos y convertir esos contactos en compañeros. A mis colegas siempre estoy dispuesto a darles una mano y ellos a mí, eso es algo que me dio la universidad. Me dio sentido de pertenencia y compañerismo y también me dio un plus que es que cuando las puertas están cerradas hay que buscar ventanas”, aseveró.
Además, el entrevistado comentó que “la universidad es mi segunda casa, es en donde me crie y me formé, donde más tiempo pasaba y más cómodo me sentía. Iba todos los días, hacía actividades extracurriculares, aprendía y todo lo que necesitas está a tu alcance”.
Por otra parte, el entrevistado contó por qué eligió relaciones públicas. Según sus palabras, “surge a partir del cuarto año de la secundaria, mi perfil que era introvertido pasó a ser más social y me di cuenta que tenía facilidad para organizar y liderar. Investigué carreras que me permitirían liderar grupos y encontré relaciones públicas. Me encantaron los contenidos, la apertura y la variedad estaban muy arraigadas a mi filosofía de liderazgo y comunicación y eso hizo que quiera la carrera”.
Finalmente, se refirió a su actividad de docente en la institución: “Eso es producto de querer devolver un poco todo lo que la universidad me dio a mí, y poder transmitirles a los futuros profesionales de relaciones públicas mi experiencia y conocimiento. La clase que doy, que es Dinámica de Grupos, responde al sentido de compañerismo que me brindó la universidad. Me encanta la idea de pensar que puedo transmitirle algo a alguien más”.
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