El hospital “Simplemente Evita” de González Catán es el establecimiento hospitalario con mayor número de donantes de órganos y tejidos para trasplantes del país, informó El Cucaiba
El hospital provincial encabeza con un total de 126 procedimientos posibles. Lo siguen los hospitales “Güemes” de Haedo con 61, el “Dr. Clemente Álvarez” y el “Dr. José María Cullen” de Santa Fe con 46 y 45 donantes, respectivamente.
Las autoridades del Cucaiba explicaron que el récord se explica en que el hospital provincial de Catán se ha transformado en un centro receptor de pacientes neurocríticos, que son la subpoblación a partir de la cual pueden surgir potenciales donantes de órganos. Sumado a esto, su organización y trabajo a lo largo de los años en el marco del Programa Hospital Donante, contribuyó en la obtención de buenos resultados.
El Programa Hospital Donante es una de las estrategias del INCUCAI y el CUCAIBA para ampliar y mejorar el acceso de la población a un trasplante.
La detección de un potencial donante comienza con la atención de los equipos de Unidad de Terapia Intensiva y de Neurología. La tarea de diagnóstico de muerte encefálica se inicia con la observación de parámetros clínicos para luego practicar una serie de estudios que permiten certificar el fallecimiento de una persona.
En este sentido, la dirección del hospital “Simplemente Evita” se planteo como objetivo que en cada turno haya profesionales capacitados para la realización de los estudios de rigor y con la formación y el entrenamiento necesarios para poder realizar la entrevista con los familiares del potencial donante.
Desde la dirección del hospital “Simplemente Evita” se considera que un número importante de donantes habla de buena calidad en el trabajo médico. En primer lugar, porque implica un servicio de medicina de muy alta complejidad como son los servicios de terapia intensiva o de neurocirugía y porque un paciente con muerte encefálica requiere de un intenso trabajo científico, médico y técnico para sostener la viabilidad de los órganos y tejidos que se destinarán a un trasplante.
A su vez, es fundamental que el equipo de salud sepa generar una buena relación con la familia, porque si esto no ocurre la obtención de donantes disminuye notablemente. Cunado el vínculo es fluido, en cambio, existe agradecimiento y se facilita el trabajo de transformar al paciente fallecido en un potencial donante.
La donación de órganos y tejidos agrega a la práctica médica un valor positivo cuando las cosas no salen como es deseado. A pesar de que no se haya podido salvar la vida de un paciente, los esfuerzos posteriores del equipo de salud, pueden transformarse en algo positivo: mejorar o salvar la vida de una persona enferma.