Edición N° 8482
Internacionales

El canciller peruano dijo que hay “un proceso de relanzamiento de las buenas relaciones”

El canciller de Perú, Rafael Roncagliolo, afirmó que la reivindicación de los derechos de la Argentina sobre las Malvinas es “una señal de identidad latinoamericana” y aseguró que los gobiernos de ambas naciones se encuentran en “un proceso de relanzamiento de las buenas relaciones” tras el caso del tráfico de armas a Ecuador en los años 90.

Roncagliolo concedió una entrevista a Télam, horas antes de que se conociera la renuncia del titular del Consejo de Ministros, Salomón Lerner Ghitis, en cuyo lugar el presidente Ollanta Humala designó al hasta ahora ministro del Interior, Oscar Valdés, quien ahora deberá designar al nuevo gabinete.

Roncagliolo destacó durante la entrevista “avances extraordinarios” de la integración regional en el seno de la Unasur y reveló que su gobierno está organizando para junio próximo una reunión de cancilleres de todo el mundo para incorporar a “la agenda internacional” el problema del narcotráfico abordándolo desde la perspectiva de la “responsabilidad compartida” entre países productores y consumidores.

“La solidaridad con la Argentina en el tema de las Malvinas es una constante de la política exterior peruana, pero no sólo eso: es una señal de identidad latinoamericana, y estamos interesados en que América latina tome más conciencia de esta situación colonial”, sostuvo el ministro, de visita en Buenos Aires para asistir a los actos de asunción del nuevo mandato de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Nosotros pensamos que hay que fortalecer la relación con la Argentina”, señaló Roncagliolo, quien subrayó el “gesto generoso” de Fernández de Kirchner al realizar en mayo de 2010 una “visita de desagravio institucional y de reparación histórica”, la primera de un mandatario argentino a suelo peruano desde que en la segunda mitad de los 90 tomara estado público el caso del tráfico de armas argentinas hacia Ecuador mientras este país estaba en guerra con Perú, en 1995.

El canciller no ocultó que “estos hechos lamentables ocurridos en la época de (el entonces presidente, Carlos) Menem”, así como “algunas decisiones judiciales argentinas recientes” que determinaron que se trató de una decisión política y absolvieron a las autoridades de esa época “han afectado la sensibilidad peruana”.

No obstante, remarcó que para Perú “es muy importante la relación con la Argentina”, aseguró que “hay una enorme simpatía” entre Fernández de Kirchner y el presidente peruano, Ollanta Humala, y subrayó que ambos gobiernos se encuentran en “un proceso de relanzamiento de las buenas relaciones”.

Puso como ejemplo de ello la reunión que mantuvo ayer con el canciller argentino, Héctor Timerman, en la que conversó sobre “cooperación en la Antártida, algunos temas de recuperación de patrimonio cultural y, por supuesto, la regularización de los migrantes”, todo lo cual, afirmó, “stá en marcha”

“También queremos fortalecer el comercio” indicó Roncagliolo, porque “en este momento de crisis internacional, el comercio intrarregional es muy importante pues es el que tiene mayor valor agregado y mayor participación de las pequeñas y medianas empresas”.

Señaló al respecto que “la existencia de barreras paraarancelarias” en el mercado argentino dificulta la fluidez del comercio aunque agregó: “Son obstáculos que estoy seguro de que los vamos a ir superando”.

Roncagliolo se manifestó partidario de “ir a un proceso de convergencia” entre el Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), si bien reconoció que es “muy complicado” porque las políticas comunes de cada bloque “son bien distintas”.
“Pero hay que empezar por lo que es viable y en ese sentido, la integración en términos de infraestructura es una cosa que está avanzando muy bien con estos proyectos de los ejes viales transversales”, indicó, y destacó los “avances extraordinarios” logrados en el Consejo de Defensa de la Unasur.

“Hay que llegar a esta convergencia de la CAN y el Mercosur empezando por lo que es factible, porque si ponemos el tema comercial por delante, resulta inviable, pero si desarrollamos estos otros temas, después podemos llegar a los temas más difíciles”, manifestó.

Por otra parte, Roncagliolo celebró la reciente creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) porque, explicó, “corresponde a una vieja aspiración latinoamericana” y “abre un espacio de negociación, de consenso, de concertación entre los países latinoamericanos y caribeños sin exclusiones”.

Pero la Celac no es, dijo, un organismo que vaya a reemplazar a la Organización de Estados Americanos (OEA), que tiene “una importante tarea en el control de los procesos eleccionarios” de la región y también en el área de los derechos humanos.

En otro orden, el ministro reveló que Perú -principal productor mundial de hoja de coca- está organizando una reunión global de cancilleres, a realizarse a fines de junio en Lima para enfrentar el problema del narcotráfico mediante una “concertación internacional” que considere la perspectiva de la “responsabilidad compartida” y reemplace a los actuales esfuerzos casi siempre bilaterales que en general dieron, en su opinión, “resultados magros”.

Dijo que se trata de “una iniciativa peruana que ha sido respaldada por la Unasur y la Celac” y que encontró “un enorme interés” por parte de países productores como Bolivia y Colombia, de países de tránsito como Chile y de países consumidores como Estados Unidos y los de la Unión Europea.

Con respecto a la divergencia limítrofe con Chile que se ventila en la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya, Roncagliolo afirmó: “Como países civilizados que somos, cuando tenemos una diferencia vamos a un tribunal. Estamos esperando que el tribunal dé una sentencia y estamos seguros de que ambos países la vamos a cumplir. No hay que sobredimensionar este diferendo”.

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