Número de edición 8481
Espectáculos

La Pinky: humor, inspiración y comunidad desde el norte del país al mundo digital

Influencer. La Pinky: humor, inspiración.
Influencer. La Pinky: humor, inspiración.

La joven generadora de contenidos habló acerca de su experiencia como influencer dentro del mundo de las redes sociales.

Por Florencia Belén Mogno

En los últimos años, el crecimiento de las plataformas digitales como espacios de expresión e interacción social redefinió el lugar de las juventudes dentro del entramado cultural. Las redes sociales pasaron a ser algo más que simples sitios de entretenimiento, transformándose en verdaderas vitrinas del talento emergente, donde los nuevos lenguajes, la inmediatez y la cercanía con el público se volvieron elementos clave.

En este marco, el streaming apareció como una de las modalidades más populares entre los creadores de contenido. Lejos de los grandes centros urbanos, nuevas voces encontraron en estas plataformas la posibilidad de mostrar su realidad y conectar con otras personas a través del humor, la música o la reflexión. El caso de La Pinky es un ejemplo paradigmático: una joven del norte argentino que logró forjar una comunidad desde su esencia y sensibilidad.

Al mismo tiempo, el auge de figuras del interior del país puso en evidencia las desigualdades estructurales que afectan al acceso a la tecnología y a la profesionalización en la industria digital. Aun así, contra todos los pronósticos, creadorxs como La Pinky rompieron esas barreras y se posicionaron gracias a la autenticidad de sus propuestas y a la conexión emocional que generaron con su audiencia.

En este contexto de transformación digital, La Pinky, cuyo nombre real es Valentina Burgos, habló con Diario NCO y compartió detalles sobre sus comienzos, sus aprendizajes, su motor creativo y sus sueños a futuro.

Redes e influencers

Desde Salta hacia las redes, la joven se popularizó en plataformas como Instagram y Twitch, donde construyó una identidad basada en la espontaneidad, la empatía y el buen humor. “Desde muy pequeña siempre me gustó hacer videos y en 2018 me animé a darle de lleno al stream y sumergirme en este mundo que es una locura”, contó. Con el paso del tiempo, fue consolidando su estilo: “Con los años fui aprendiendo, formándome y creciendo”.

Actualmente, Valentina afirmó que se siente en el camino correcto: “Siento que tengo mucho más por aprender, pero como creadora de contenido estoy muy bien encaminada”. Asimismo y sobre sus motivaciones iniciales, comentó que “no siento que haya sido una idea que surgió, sino simplemente que era algo que siempre supe que iba a hacer”.

Uno de los pilares de su propuesta creativa es el humor. “Amo hacer reír a la gente. Como una persona que ha estado triste durante mucho tiempo, aprendí que a veces todos los males se pueden olvidar, aunque sea por unos minutos, con una risa”, aseguró. En ese sentido, la joven explicó: “Empecé haciendo ese contenido con humor, primero por mí misma. Después me di cuenta que era el lugar seguro de muchas personas que necesitaban ayuda y se sentían solas”.

Establecer comunidades

Por otra parte y en cuanto a la conexión con su público, la influencer mencionó que se construyó a lo largo del tiempo. “Al haber creado contenido durante mucho tiempo, la gente me fue conociendo como creadora pero también conociendo mis valores y mi forma de ser”, destacó. Esta cercanía le permitió forjar una comunidad fiel que la acompaña y se identifica con su mensaje.

No obstante, su camino no estuvo exento de obstáculos. Al respecto, La Pinky señaló que “como streamer siempre intenté superarme y llegar a lugares donde veía que mucha gente llegaba, pero a mí me costaba el doble”. A su vez, una de las causas que identificó fue el contexto geográfico: “Quizás por ser de Salta, una provincia donde las redes sociales y el stream no estaban ni siquiera vistos en ese momento”.

Más allá de los desafíos, Valentina encontró una fuente de inspiración en su historia familiar. “Siempre que quiero abandonar pienso en mi abuelo. Él era una persona que soñaba con hacer muchísimas cosas y nunca se animó, comenzó a animarse de grande e hizo todo lo que pudo antes de irse y yo quiero cumplir mis sueños antes de que sea tarde, por él y por mí. Ese es mi motor”, reveló.

La Pinky no solo se destacó en el streaming sino que también desarrolló una faceta artística vinculada a la música. Además de haber sido nominada a mejor roleplayer del año en los CA Awards 2024, y de haber ganado un premio Cleopatra a mejor creadora de contenido gaming, también compartió con su comunidad sus habilidades para el canto, la composición y el freestyle.

“Tengo un álbum de música ya grabado. Me gustaría poder lanzarlo y que la gente lo escuche. Es un libro de lo que sintió mi corazón en algún momento y me encantaría poder compartirlo con las personas que me siguen y quieren conocer ese lado de mí”, detalló.

Con respecto a sus metas futuras, Valentina manifestó su deseo de seguir creciendo como artista e influencer: “Me encantaría poder viajar y conocer distintas culturas, compartir con otros creadores de contenido y disfrutar de todo junto a mi familia que son quienes siempre me acompañaron y me apoyaron con mis sueños”.

De esta manera, la historia de La Pinky se inscribe en una narrativa mayor: la de las juventudes del interior que se abren paso con creatividad y perseverancia en una industria cada vez más globalizada. Su recorrido es una muestra de que el talento, cuando se conjuga con la pasión y la auténtica intención de conectar con otres, puede trascender cualquier frontera.

Fuente fotografías: redes La Pinky.

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