

Los datos que aportó el INDEC indicaron una tendencia a la mejora que se expresó en un 3,9 por ciento de repunte.
Tomás Modini
@ModiniTomas
La actividad económica de Argentina tuvo un incremento del 3,9 por ciento en el tercer trimestre de 2024 en comparación con lo que pasó en los tres meses anteriores. De acuerdo con el informe del INDEC, el crecimiento respondió principalmente a un fuerte aumento en la inversión, superior al 12 por ciento, y el consumo privado que superó el 4,6.
Pese a este avance trimestral, la comparación interanual reveló una caída del 2,1 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), que fue producto de los desafíos acumulados en sectores clave de la economía como la construcción y la industria manufacturera.
Los dos motores importantes en el crecimiento
Teniendo en cuenta el periodo comprendido entre julio y septiembre, tercer trimestre del año, hubo dos pilares fundamentales que explican la estadística que arrojó el INDEC.
La inversión registró un alza del 12 por ciento debido a que reflejó mayor actividad productiva y también empresarial. Y el consumo privado mostró una recuperación en la demanda de bienes y servicios por parte de los hogares.
El consumo público creció un 0,7 por ciento, mientras que las exportaciones avanzaron un 3,2. Por otro lado, las importaciones aumentaron un 9,1, lo que evidenció una reactivación en la compra de insumos en lo referido a la producción local.
En cuanto al análisis por sectores, los que tuvieron un mejor desempeño fueron la agricultura, ganadería y silvicultura (13,2 por ciento), hoteles y restaurantes (9,9) y la minería (6,6). En retroceso quedó la construcción con un 14,9 por ciento de caída, el comercio mayorista y minorista con un 6,1 y la industria manufacturera con poco menos del 6.
La perspectiva de los economistas
Para evaluar el resultado de estos datos, hubo especialistas en la materia que mostraron una visión optimista de cara al futuro y a las posibles políticas del gobierno. Por ejemplo Antonio Aracre, que fue asesor del ex presidente Alberto Fernandez, marcó: “El consumo privado y la inversión explican buena parte de este crecimiento, mientras que las importaciones positivas reflejan un repunte productivo”.
Aldo Abram,director de la fundación de Libertad & Progreso, por su parte destacó el resultado como mejor a lo previsto y sostuvo que “no estamos aún en una recuperación en V, como esperaba el gobierno, pero esta evolución es mucho mejor que una recuperación lenta o en forma de pipa”.
Otros analistas como Camilo Tiscornia,perteneciente a C&T Asesores Económicos, afirmaron que “la reactivación del consumo confirma tendencias positivas vistas en indicadores como el salario real” y que “se ve una recuperación muy fuerte”.
La reacción del gobierno y las expectativas para 2025
Desde el gobierno, el crecimiento fue recibido con optimismo. Martín Vauthier, director del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y cercano al ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que los resultados superan las previsiones iniciales y acercan la economía al nivel del último trimestre de 2023.
Las proyecciones oficiales que tienen en la cúpula presidencial para el próximo año prevén un crecimiento del 5 por ciento, basado en una consolidación mayor del consumo y la inversión.
La economía argentina mostró señales positivas tras un período prolongado de recesión. De todos modos, los economistas advierten que será fundamental resolver problemas como las restricciones cambiarias y la inflación, además de la situación de los salarios y su valor, para sostener la recuperación.
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