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Quiero denunciar en primera persona mi situación de vulnerabilidad de la que me niego a ser víctima. No es subjetivo lo que me ocurre desde hace más de 2 años, a raíz de ser delegada gremial del Sindicato de Trabajadores Municipales de La Matanza (STMLM) y trabajadora de la salud en el Hospital del Niño de San Justo.
Por Lic. María Graciela Amarilla
Soy la voz de mis compañeros y compañeras que no pueden marchar por estar con las secuelas de un virus que desencadenó una pandemia mundial y dejó al descubierto la desidia y falta de reconocimiento a todo el personal de salud, lo que se repite en todos los hospitales municipales, poniendo en riesgo nuestra vida. También la voz de los que no pueden manifestarse por ser rehenes políticos, a raíz de que no se implementa en su totalidad la ley 14656 y el estatuto de los trabajadores municipales de la provincia de Buenos Aires.
La comunidad tiene que saber que es muy probable que vaya a recibir una atención deficiente ¿Por qué? Estamos sobrecargados, falta personal en todas las áreas, estamos precarizadas/os con contratos eternos y viviendo al borde de la línea de pobreza, resignando nuestra propia salud y familia para recurrir al doble empleo y aparentar una condición de vida algo más digna. Por lo contrario, no dignifica trabajar doble turno en una profesión de la cual depende la salud y seguridad de las personas.
Tenemos CYMAT (Comisión de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo) deficientes, además de violencia laboral e institucional; puntualmente, el sindicato y mi compañero de fórmula (dicho sea de paso, tenemos mandato vencido) desconocen la ley Gremial 23551 que dice: “las asociaciones sindicales no podrán establecer diferencias por razones ideológicas políticas, sociales, credo, nacionalidad, raza o sexo debiendo abstenerse de dar un trato discriminatorio”.
Lo digo porque continuamente me evaden y quieren ningunearme, hasta me han querido dejar fuera de reuniones aludiendo que la ” cabeza” es el señor F. Por favor tengo mi propia cabeza y capacidad para discernir y tener opinión propia, no me vendo por horas extras y me importa lograr mejores condiciones laborales y salariales para todos/as. No le debo favores a nadie.
En definitiva, por ley las listas que se presentan deben incluir mujeres y nos tienen que brindar un trato igualitario de respeto y diálogo, pero en este sindicato si no se es complaciente -tipo perrito que van en el auto moviendo la cabeza en un si continuo- molesta.
Desde la aprobación de la ley Micaela la burocracia sindical existente no ha hecho ninguna capacitación para tener una perspectiva de género y así poder llamar las cosas por su nombre, violencia laboral por ejemplo y no “conflicto entre compañeros”.
Quiero además remarcar que es absoluta responsabilidad del sindicato, si se cierra paritarias a la baja con un supuesto acuerdo con el ejecutivo del 40 % en cómodas cuotas, cuando la inflación proyectada es del 60 %. Me amparo expresamente en la ley de protección integral a las mujeres 26485/09 modificada por ley 27533/19, para asípoder realizar mi actividad según voluntad de mis compañeros.
¡Fuerza a las y los que luchan!!
M. N. 86535, delegada gremial de las/los trabajadores del Hospital del Niño de San Justo.
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