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Importante paso hacia la vacuna contra la brucelosis porcina

Científicas del CONICET impulsan un avance clave

Investigación.  Vacuna contra la brucelosis porcina.
Investigación. Vacuna contra la brucelosis porcina.

El equipo de investigación presentó un innovador enfoque basado en vesículas liberadas por la bacteria, que mostró resultados alentadores en ratones y podría significar un avance decisivo en la prevención de esta enfermedad zoonótica.

Por Florencia Belén Mogno.

En el ámbito de las patologías, la brucelosis es una enfermedad zoonótica que se transmite de los animales a los humanos, y que genera un alto impacto sanitario y económico en la Argentina y en el mundo.

Aunque existen vacunas eficaces para el ganado bovino y caprino, hasta el momento no se cuenta con inmunización para los cerdos, ni para las personas. Esta carencia deja a la producción porcina vulnerable y a los trabajadores rurales y consumidores en riesgo permanente de infección, con consecuencias graves para la salud pública y la economía rural.

A nivel mundial, la enfermedad afecta a más de 500 mil personas al año y coloca a unos 2.400 millones de individuos en riesgo, mientras que en la Argentina las cifras reflejan una problemática en crecimiento.

En este contexto, un grupo de científicas del CONICET que trabaja en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-Fundación Instituto Leloir) y en el Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral (IDEHU, CONICET-UBA) dio un paso clave que podría allanar el camino hacia la primera vacuna contra la brucelosis porcina.

En ese sentido, Diario NCO tuvo la oportunidad de acceder a un resumende la investigación el cual incluyó los detalles de un hallazgo que se perfila como un punto de inflexión en la lucha contra la enfermedad.

Contexto de la problemática

Según el Boletín Epidemiológico Nacional, en 2023 se registró el mayor número de casos confirmados de brucelosis de los últimos cinco años, con Brucella suis como la especie más común. Esta variante afecta principalmente a los cerdos y es también la que con más frecuencia enferma a las personas en el país.

El impacto de la brucelosis se extiende más allá de la salud humana. Provoca abortos e infertilidad en los animales, disminuyendo la productividad y generando importantes pérdidas económicas. Además, en humanos puede ocasionar una enfermedad incapacitante, con síntomas como fiebre, fatiga extrema y dolor muscular persistente. Frente a este escenario, la búsqueda de soluciones eficaces para la prevención se convierte en un objetivo crucial para la ciencia y la salud pública.

El estudio, elaborado por especialistas del CONICET y al cual accedió este medio, se basó en el uso de “vesículas de membrana externa” u OMVs, pequeñas estructuras liberadas naturalmente por la bacteria Brucella suis.

El informe difundido explicó que estas vesículas contienen componentes que estimulan la respuesta inmune, pero sin la capacidad de causar la enfermedad. “Este avance representa un paso importante hacia el desarrollo de una vacuna contra la brucelosis porcina, que podría ayudar a controlar la transmisión de la bacteria y reducir su impacto en la salud pública y la producción animal”, sostuvo Magalí Bialer, investigadora del CONICET y una de las autoras del artículo

Implicancias del estudio

La clave de la investigación fue comparar “las OMVs de la cepa normal de Brucella suis con las de una cepa genéticamente modificada que no expresara la proteína MapB, esencial para la integridad de la membrana celular de la bacteria”.

El ensayo con ratones permitió demostrar que la vacuna basada en OMVs de la cepa modificada generaba una respuesta inmune más robusta. Al respecto, Bialer agregó en el documento que “para evaluar la protección conferida por la vacuna, además expusimos a los roedores a la bacteria, simulando una infección real, y observamos que en los vacunados disminuyó el ingreso de Brucella”.

Por su parte, la especialista Florencia Muñoz González sumó: “También analizamos sueros de cerdos que habían sido infectados naturalmente con Brucella suis y encontramos que reconocían los antígenos de las OMVs, lo que sugiere que contienen los componentes necesarios para activar el sistema inmunológico en el hospedador natural”.

La importancia de estos hallazgos radica en que ofrecen un enfoque completamente nuevo para la vacunación contra la brucelosis en cerdos, utilizando estructuras liberadas por la bacteria misma.

Por último, desde el equipo de profesionales indicaron que la investigación aún está en fase experimental, pero sus resultados representan un hito alentador. Con este avance, las científicas del CONICET sentaron las bases para lo que podría ser una herramienta fundamental en la prevención de la brucelosis porcina, y un paso más en la defensa de la salud pública y la producción animal en la Argentina.

Fuente fotografías: conicet.

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