
Vanina Zaletti es una maestra de iniciación primaria quien viene luchando desde sus redes, contra personal directivo de un instituto de Virrey del Pino quienes sin ningúnmotivo dejaron sin trabajo.
Zaletti es de Cañuelas y cumplía funciones como maestra de jardín en el instituto Merceditas ubicado en el km 36, al comenzar el ciclo lectivo,previa confirmación, queda cesante.
Hace aproximadamente dos meses Vanina subió a sus redes un video donde hace su descargo frente a la situación que está viviendo cuando los directivos del Instituto Merceditas la apartan de sus funciones.
En ese video explica como la fueron los hechos, desde la confirmación de su puesto para este año 2020 hasta el maltrato verbal y agravado con la situación económica, ya que la indemnización aun no la recibió completa.
Junto al video escribió una carta de puño y letra explicando los detalles:
“Mi nombre es Zaletti Vanina.
Concluí mi primer año laboral en el instituto Merceditas ubicado en Juan Manuel de Rosas 21561 llevándome infinitos recuerdos con cada familia y con cada alumno con los cuales me siento muy agradecida.
Termino el exitoso año escolar con la última plenaria docente y recibo la confirmación como parte del staff docente 2020, lo cual es otro año laboral asegurado, designándome nuevamente la sala de 4 años.
Comienzo el ciclo lectivo 2020 en febrero armando mi sala, se vuelve a entregar el corazón en lo que más amo; amurando muebles, preparando actividades, los directivos comienzan las entrevistas a los nuevos aspirantes de la sala que yo tenía confirmada desde diciembre 2019.
En este momento luego que uno como profesional invierte en su sala apuesta a dar lo mejor de sí otro año más. Con una cruel falta de profesionalismo los directivos empiezan a comentar, de manera informal, que hay que conseguir más alumnos para llenar la sala,
Vale repetir que todo el tiempo se me aclaró que el trabajo lo iba a tener, que siga preparando mi sala como las demás docentes pasan los días y se recalcaba de manera más acentuada la falta de alumnos.
Hasta se sugiere que hagamos visible las vacantes disponibles. Se me solicita a administración donde me esperaban, para mi sorpresa, el señor Clemente Durán y la señora María Isabel González, representantes legales y directivos de la institución, para informarme que mi sala no estaba subvencionada.
Y como no se había logrado el cupo de alumnos, la sala no se abriría, vale recalcar que cada día en el que me presenté a trabajar mis directivos me repetía “Vani la sala se abre”
Sin más explicaciones luego de ir cada día de calor, invertir tiempo y dinero decidieron no abrir mi sala sugiriendo que si llegábamos a un acuerdo informal me garantizaban “futuras suplencias” (no es necesario que un docente no vive de suplencias).
Adrede comienzan a desarmar mi sala y cada día que seguí presentándome fui ignorada y me sentí ninguneada, se olvidaron de la seño que habían contratado.
Se me pide a través de un WhatsApp la renuncia la cual niego a emitir ya que no es responsabilidad del docente que ellos no hayan llenado mi sala. Seguí presentándome como corresponde en mi puesto de trabajo.
Viendo mi postura deciden ir al ninguneo verbal y la señora María González entre otras cosas me dijo: “no sé qué vas a hacer de tu vida porque acá no hay lugar para vos”, acompañándome hasta la puerta de salida como si yo estuviera en la institución por un capricho personal.
Enmi corta experiencia laboral, jamás me sentí tan humillada como estar parada con mi guardapolvo llena de angustia frente a la RL Mientras me hacían sentir que mendigaba el trabajo, trabajo que ellos me otorgaron.
No conformes me advierten que si no emito mi renuncia las puertas de cada jardín de la zona serán cerradas hacia mi persona, muchos docentes entenderán que una mala reseña de personas influyentes mal intencionadas puede manchar tu trabajo.
En ese momento decido acudir al sindicato docente en busca de ayuda, ya que solo cumplí con mi función como maestra, la cual hasta la fecha no había recibido la indemnización correspondiente, no se tomaron el tiempo de responder un solo mail, mensaje o una llamada.
Dedique mi tiempo a la institución con el mayor cariño que una maestra puede dar, solo exijo respeto,basta de ningunear al docente, basta de llenarse los bolsillos con la educación, con nuestro trabajo, exijo lo que me corresponde.
Me formé para educar y aunque estos golpes te hagan tambalear y hoy me encuentro sin empleo, sin soluciones seguiré amando lo que hago e insistiendo para volver a ingresar en el sistema educativo para el cual me prepare tantos años de esfuerzo como muchos de ustedes.
Desde ya muchas gracias como maestra, madre, persona de bien, humilde docente. Seño Vany”.
En diálogo, Vanina contó:
¿Qué fue lo que pasó?
“Durante el 2019 trabajé con un cargo titular en el instituto educativo Merceditas de Virrey del Pino, y en diciembre después de un año exitoso, me prometieron que este 2020 iba a trabajar de igual manera durante todo el año.
Nos tomamos las vacaciones correspondientes y cuando volvimos en febrero me hicieron armar la sala y empezaron a murmurar por lo bajo que no había alumnos.
Ya cerca de marzo, me llaman los representantes legales junto con la directora para decirme que la sala no estaba subvencionada, que así no se abriría la sala y me sugirieron que presente la renuncia.
En ese momento con la angustia, el llanto la situación en si, como que no supe que responder. Pasaron los días, ya mas tranquila, me di cuenta que no era lo que correspondía.
Por mi parte puse hasta mis redes sociales para conseguir alumnos y no es lo que corresponde, no es trabajo docente, ni responsabilidad docente llenar la sala.
Entonces seguía asistiendo al jardín, porque nadie me mandó la carta de despido, sigo yendo y los últimos días de febrero, me presentó en el jardín, nadie me dice nada.
Como que me ninguneaban, se empezó a desarmar mi sala, después de todo el trabajo que me había tomado para armarla, de ordenar los muebles, de preparar las actividades y de decorar.
Voy a cumplir horario, salgo del jardín, nadie me dice nada y cuando llego a mi casa me llega un mensaje de la directora que según los representantes legales tengo que presentar la renuncia con fecha del 29 de febrero.
Respondí el mensaje negándome, que no iba a presentar la renuncia, que ellos debían mandarme la carta de despido, obviamente me asesoré con el sindicato y seguí yendo al jardín.
Nunca llegó la carta de despido, empezó marzo, el primer mando un mensaje a la directora que me sentía mal que no iba a poder ir, el segundo día asisto, pero me dejan encerrada en la cocina para que no me vean los padres.
Y en medio de la tarde se apersona la representante legal, MaríaGonzález, empieza a maltratarme y me amenaza de que si no presento la renuncia que me va a difamar y no iba a poder trabajar en la zona.
Obviamente en ese momento estaba angustiada no supe que responder y con la carta de despido en la mano me acompañó hasta la salida diciéndome que en esa institución no había más lugar para mí”.
En un momento decís que te tuvieron encerrada en la cocina ¿es literal? ¿Cómo te enteras que te mantuvieron ahí para que no te vieran los padres?
“Porque en realidad la que iba a ser mi sala, la desarmaron y la cerraron con llave y yo no tenia lugar para quedarme, las demás salas estaban con los alumnos, el segundo día ya estaban con alumnos, las docentes y los padres.
Nohabía lugar donde estar y en los pasillos no podía quedarme porque circulaba gente todo el tiempo por lo que hicieron quedarme en la cocina encerrada”.
¿Los padres que decían?
Los padres que no me conocían, pasaban y me miraban, pero las madres que tuve el año pasado al verme se acercaron por la ventana a saludarme, en ese momentosalí las abracé las saludé.
Me preguntaron como estaba, pero más que eso no pudieron hacer tampoco”.
Estuviste en el sindicato de SUTEBA en La Matanza, ¿Qué te dijo el gremio?
“El gremio me decía que siga poniendo el cuerpo, que siga asistiendo, porque si yo faltaba era como un abandono del puesto de trabajo, tampoco quería que pase eso.Yo no estaba renunciando a mi puesto de trabajo.
Así que hice lo que ellos me dijeron, seguir presentándome en el lugar y en el horario de trabajo, y el día que me echó María González desde la puerta del jardín da aviso que ya me dieron la carta de despido en la mano.
A partir de ese momento empezaron a moverse con el ministerio de trabajo para pedir la audiencia y llegar a un arreglo, donde el sindicato pedía que me reincorporen en un puesto igual o me indemnice como corresponde.
En un momento me hicieron creer que me correspondía el 50 % de indemnización porque era por cierre de sala y no es así, ellos me mintieron en la cara.
Según la nueva ley me corresponde doble indemnización y desde marzo no me pagan.
¿Es un jardín estatal?
“Es un jardín estatal con gestión privada, esto quiere decir que tiene mas del 60% de subversión del Estado, no es privada al 100 por cien”.
¿Qué tiempo de trabajo tenés en la institución?
“En el 2018 hice dos suplencias, una de tres días y otra de 5 meses y en el 2019 trabajé desde febrero hasta diciembre como titular y 2020 hice febrero y marzo.
¿Qué aducen ellos para dejarte sin tu puesto? ¿Los padres sacaron a los niños o la institución agrupó a todos en una misma sala?
“Había pocos alumnos inscriptos, entonces se hizo una movida por redes sociales, contacte gente conocida para que inscriban a los chicos en mi sala y llegaron a 10.
Así que lo que hicieron fue juntar a estos alumnos con los de otras salas, con otra seño y mi sala la dejaron vacía, no la abrieron, con el fundamento que mi sala no estaba subvencionada por el Estado y no tenía prioridad para abrir.
Cuando puso las redes sociales para conseguir esos alumnos fui yo”.
¿Fuiste al consejo escolar?
“No, lo que pasa que es gestión privada, mucho no se puede hacer, estoy moviéndome con contactos y con sindicatos docente para ver que es lo que se puede hacer, porque tiene subvención del Estado alguien tiene que responder”.
Tenias que haber dejado que la carta la enviaran por correo, no recibirla en mano.
“Ellos certificaban como que sí, que ya se había mandado el 28 de febrero con fecha del 29 de febrero, pero a mi domicilio no llegó nada, yo me seguí presentando porque no me había llegado nada”.
Es más, un día salí a buscar trabajo y llegué corriendo, toda transpirada para poder cumplir con mi horario de trabajo, porque no quería faltar, a mi nunca me llego nada a mi domicilio”.
Los directivos tenían que demostrar mediante el ticket de correo que te enviaron la carta de despido, avisarte con un mes de anticipación que iban a prescindir de tus servicios y al ser privados no pueden echar a nadie por ley, sino pagar una indemnización del 200%
“Sí, el 200% pero ellos me hicieron creer que es el 50%”.
¿Ya te pagaron lo que te corresponde?
“Esperé desde marzo hasta octubre, en octubre el sindicato publicó mi video, y al tercer día de publicado llegó a las 40 mil reproducciones, ahí se les ocurrió llamarme y pedirme una cuenta de DNI o un CBU para depositarme.
Eso mismo podían haberlo hecho en marzo, pero en marzo se justificaban que no tenían la plata, que no se podían contactar, que no podían recibir gente en la institución, pero era muy sencillo depositarme en mi cuenta.
Me llamaron, me depositaron la tercera parte de la indemnización, porque no es lo que me corresponde, ni siquiera es la mitad, pero me dijeron que pase por la institución para firmar el recibo.
Además, yo había hecho una reserva de mi hija, y como me quedé sin trabajo la pasé a una escuela publica y desde marzo estoy rogándoles que me devuelvan la plata.
Es plata de mi hija, no estoy pidiendo más de lo que corresponde, pero no me la quisieron devolver, cuando fui a firmar el recibo, me maltrataron, me pedían a los gritos que descuelgue los videos y las entrevistasde las redes sociales”.
¿Quiénes son los responsables de esta institución?
“María González y Clemente Duran, son los responsables legales, y la directora del jardín es Romina Rapela”.
¿Queres decir algo más?
“No, con que se visibilice esta bien, porque por privado me mandaron un montón de docentes contándome la experiencia, mucha gente trabajo en esa institución.
Y no solo esa institución, tiene tres escuelas y todas las docentes fueron maltratadas, hace años que se manejan de esta forma, pero callan por miedo, yo no tengo nada que perder.
A mí me dejaron en la calle, sin indemnización, ni siquiera unas disculpas públicas, es como que me canse de esperar y estar con angustias de ver a mi hija y no poder darle lo que necesita”.
¿Cuántos docentes trabajan ahí?
No lo sé bien, es una escuela que tiene los tres niveles: tiene jardín, primaria y secundaria. Pero esta gente tiene 3 escuelas, el Instituto San Martin en el Km 42, el Instituto Merceditas en el km 36 y el Instituto Trinidad en el Km 33”.
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