
Se destinó menos dinero a esta área sensible para la sociedad. Se cerraron programas como el Qunita y Argentina Sonríe y se redujo drásticamente la cantidad de medicamentos del ex Plan Remediar que fue absorbido por el CUS (Cobertura Universal de Salud)
Según un relevamiento realizado por la Fundación Soberanía Sanitaria se desjerarquizó el Ministerio que pasó a ser Secretaría, se destinó menos dinero en los presupuestos de cada año y se redujeron fuertemente los programas de prevención de enfermedades de distinta índole.
“Desde diciembre de 2015 se evidencia un ajuste en las políticas en salud y la pérdida del rol de rectoría del Ministerio de Salud que culminó con la desjerarquización del organismo. En los últimos tres años, también se cerraron programas como el Programa Qunita o Argentina Sonríe”, inició el informe.
Además, es preciso destacar que se ha dado el vaciamiento de los programas territoriales y de los programas de prevención, como el de Chagas y el desfinanciamiento de los equipos de salud mental que desarrollaban sus tareas en diversas provincias.
“El aspecto distintivo del proceso sanitario desplegado en este tiempo tiene que ver con una reducción generalizada de las acciones del Ministerio de Salud de la Nación, delegando a las provincias la responsabilidad de la ejecución no solamente de los servicios de salud, sino también de diversas políticas sanitarias”, reveló el trabajo.
Otro programa que se vio seriamente afectado fue el de la lucha contra el SIDA y las Enfermedades de Transmisión Sexual que, en los años 2016, 2017 y 2018 sufrió recortes constantes en el presupuesto destinado para tales acciones.
Se presentó una subejecución superior al 20 por ciento en 2016; en 2017 subejecutó el diez por ciento de su presupuesto y a diciembre de 2018 solo se utilizaron 71 puntos porcentuales del presupuesto asignado para el año, que además tuvo una reducción del 3.16 por ciento respecto al 2017.
Los remedios, un lujo para unos pocos
El Programa REMEDIAR fue convertido en el marco de la Cobertura Universal de Salud (CUS), reduciendo la cantidad de medicamentos incluidos en los botiquines que se distribuyen en el primer nivel de atención de todo el país, pasando de entregar 13.666.826 envases de medicamentos en 2015, a 10.424.887 en 2016 y 12.030.082 en 2017, con una leve suba, pero por debajo de los números del último año sin Cambiemos en el poder.
Según datos del programa CUS Medicamentos (ex REMEDIAR), en todo el año 2018 sólo se entregaron 340.176 envases secundarios de medicamentos. En el caso de los medicamentos que adquieren las distintas áreas para el tratamiento de problemas de salud específicos, también han sufrido el ajuste.
“La distribución de medicamentos para la tuberculosis (TBC) pasó de 97.306 envases secundarios entregados en 2015 a 36.033 en 2016 y 16.306 en 2017. En paralelo se observa que de 2015 a 2016 aumentaron un cinco por ciento las muertes por TBC”, detalló el informe.
Y como cúspide de la ignominia, la medicación gratuita para el tratamiento del VIH se redujo a menos de la mitad de lo que se entregaba en 2015. Pasó de 1.230.456 envases distribuidos en 2015 a 1.118.602, en 2016 y a 577.585 en 2017. Algo similar ocurrió con la medicación para el tratamiento de la enfermedad de Chagas.
Se debe cambiar el rumbo
Durante los tres años de gobierno de Cambiemos, las políticas públicas llevadas a cabo por el (ex) Ministerio de Salud han cambiado el rumbo. Al cierre de programas se suma la subejecución y el ajuste presupuestario de áreas claves para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.
El recorte sobre estas áreas da cuenta de una política sanitaria enfocada en la atención de la enfermedad en primera instancia, pero que deja a la población en situación de mayor desamparo para hacerle frente cuando el tratamiento debe proseguir después de detectada la enfermedad.
Y como corolario, queda el triste dato que el Ministerio de Salud ha sido disuelto solo tres veces en la historia de la democracia argentina: en 1955 luego del golpe de Estado que derrocó a Juan Domingo Perón; en 1966 en el Gobierno militar de Juan Carlos Onganía y en 2018 en la presidencia de Mauricio Macri.