
Ubicado en pleno corazón de Isidro Casanova, la entidad cumplió el año pasado 40 años de vida. En noviembre hubo elecciones y la llegada a la conducción de un dirigente joven y emprendedor, ha despertado enormes expectativas en la comunidad lusa.
Tiene 38 años, se llama Víctor Manuel Rodrigues Passos Estanqueiro, y en él están depositadas enormes esperanzas.
De acuerdo al acta constitutiva que obra en la secretaría de la institución, el Club Portugués del Gran Buenos cumplió el pasado 23 de agosto 40 años de su fundación. En noviembre hubo elecciones y como resultado de las mismas, Víctor Rodrigues Passos accedió a la presidencia. En diálogo con Diario NCO, el dirigente habló del pasado, presente y futuro de la entidad.
Preservar las raíces y tradiciones
El primer término, el flamante titular del club contó que “si bien siempre estuve ligado a la entidad por un tema de raíces -debido a que soy hijo y nieto de portugueses, ahora tengo la doble ciudadanía a la que nosotros llamamos ‘por elección’- recién me vinculé directamente a la entidad hace más o menos diez años, cuando José Amaro era presidente”.
A continuación, el entrevistado se refirió a cuál fue su derrotero como dirigente y cómo fue que se vinculó e involucró con el club: “De la mano de José Amaro primero integré a la comisión directiva como vocal suplente. Luego tomó la posta Oscar Dos Santos y durante los seis años que él fue presidente, primero fui vocal titular y después vicepresidente, hasta noviembre del año pasado en que resulté electo presidente”.
Consultado cuál cree que es el perfil que debe tener un dirigente para poder acceder a cargos ejecutivos, Víctor Rodrigues Passos consideró que “ante todo hay que tener vocación de servicio.
Acá desde el presidente hasta el último vocal, ninguno cobra sueldo… Todo lo hacemos en honor a la bandera y a nuestro querido Portugal y por ello trabajamos día a día para fomentar la cultura, mantener viva nuestras tradiciones y poder mostrarle al mundo de qué se trata la cultura portuguesa”.
“Debo decir que este club es un gran orgullo para la colectividad. La institución nació en 1978, por lo que en agosto de este año vamos a cumplir 41 años y lo que siempre nos dicen los socios y amigos que nos visitan, es que notan un permanente crecimiento. Todos los años emprendemos alguna obra nueva para que el club esté cada vez más lindo y la masa societaria lo pueda disfrutar” añadió el dirigente.
Infraestructura de nivel
A renglón seguido, el joven presidente del Club Portugués enumeró algunas de las bondades del lugar, relatando que “tenemos dos salones de fiestas, uno para 300 personas y otro para 120. También contamos con cuatro canchas de fútbol, una de ellas de césped sintético. Poseemos un natatorio semi olímpico climatizado y entre otras actividades deportivas, se destacan el handball, básquet, patín artístico, fútbol…”.
En ese mismo sentido, el máximo responsable de la entidad explicó que “también tenemos un importante gimnasio y sobre todo, generamos mucha vida social. Además -si bien nosotros nos consideramos apolíticos, ya que no adherimos a ninguna bandería- en nuestras instalaciones permanentemente se llevan a cabo actos partidarios, no importándonos cuál es el espacio que contrata el lugar”.
Luego, el presidente aportó otros detalles al precisar que “el club tiene tres formas de ingreso a las instalaciones: por Sarrachaga y por Washington, que son las calles laterales y la entrada principal, que es sobre la Av. República de Portugal N°2594. Hasta mediados de los ’90 esa arteria se llamaba Cnel. Quesada y por una gestión que hizo nuestro entonces presidente Martiniano Dos Reis Fernandes con el entonces intendente (Héctor) Cozzi, pasó a tener la actual denominación”.
Más adelante, Víctor Rodrigues Passos indicó que “si bien en lo operativo el club se maneja como una empresa, pese a la gran estructura que tenemos, solo contamos con una decena de empleados y si bien no es una regla, generalmente tratamos de que los mismos sean descendientes de portugueses o que de alguna manera estén vinculados con la colectividad”.
Y en línea con esa afirmación, sostuvo: “Hay algo que a todos nos pone muy contentos y al mismo tiempo nos da tranquilidad, es el hecho que para esta gestión se haya conformado una comisión directiva con mucha gente joven. Si bien es un mix, porque la nómina también la integran cuatro expresidentes, tenemos muchos luso descendientes, lo que nos da la tranquilidad de que el club va a haber una continuidad y este crecimiento no se va a detener”.
El costado solidario
La actividad solidaria fue otro de los temas que abordó el mandamás de la entidad y al respecto consignó que “es una tarea complementaria que da gusto hacerla. Recuerdo que hace dos años juntamos juguetes y con la subcomisión de jóvenes fuimos a entregarlos al Hospital del Niño de San Justo.
La verdad es que quedamos todos enganchados por esas caritas de felicidad que nos regalaron los niños y para todos fue algo gratificante que nos quedó para siempre”.
“Por eso, para fin de año estuvimos entregando productos navideños a distintos comedores -siempre dentro del Partido de La Matanza- y en la actualidad estamos juntando útiles escolares para poder ayudar a los niños que no pueden acceder a ellos, ya que consideramos que los niños tienen que estar en las aulas, aprendiendo, porque esa es la manera de que tengan futuro” añadió.
Seguidamente, el dirigente portugués se tomó un tiempo para agradecer a “toda la gente que me está acompañando a llevar adelante esta gestión, gente comprometida que sin sueldo y sin ningún interés, está trabajando a destajo por el bien del club. Tenemos varias ideas, muchas iniciativas y algunas metas a cumplir. Y para concretarlas, no conocemos otra manera que no sea arremangándonos”.
Finalmente, el presidente del Club Portugués reflexionó: “Nosotros venimos a mejorar y ayudar a que el club siempre crezca un poquito más, como sucede desde hace 40 años. Hay que pensar que este es un club que se creó para que un grupo de inmigrantes portugueses tuvieran un lugar donde ir, donde poder escuchar su música y consumir alguna comida típica. Se hizo con esa perspectiva y esa esencia no queremos que desaparezca”.
Como corolario, Víctor Manuel Rodrigues Passos Estanqueiro resumió diciendo que “hay una gran población portuguesa diseminada por el conurbano bonaerense, la Provincia y el país. Y se distribuyen según la actividad. Acá en La Matanza la mayoría son trabajadores del ladrillo”. Y remató contando que “a todos nos regula el Consejo de las Comunidades Portuguesas de la República Argentina, conformado por presidentes de los distintos clubes”.
Fotos: Gentileza Club Portugués del Gran Buenos Aires.