Número de edición 8481
Ciencia y Tecnología

Un pionero que apuesta a una variedad de jatropha autóctona

TELAM entrevistó al empresario agropecuario Jorge Castillo con el propósito de indagar sobre la experiencia que está desarrollando con jatropha en Santiago del Estero. Ya produce aceite para biocombustibles e insumos para la industria farmacéutica.

— ¿Cuándo comenzó la actividad de la empresa y cuál es su desarrollo actual?
— La empresa desarrolla sus actividades en La Banda, a 4 Km. de la ciudad de Santiago del Estero y en la margen izquierda del Río Dulce. En la actualidad estamos produciendo sorgo y porotos. Con el proyecto de la jatropha comenzamos hace cuatro años con la implantación de 18 mil plantines de la variedad curcas, que compramos en Brasil. Ahora apuntamos a tener más de mil hectáreas sembradas.

— ¿Cómo surgió la idea de comenzar a cultivar la jatropha en Santiago del Estero?
— Hace unos años leí una nota en una revista sobre la jatropha. Allí se afirmaba que este cultivo era apto para la provincia de Santiago del Estero. Después busqué más información y, con el tiempo y la experiencia, me di cuenta que había grandes dificultades con el cultivo de la jatropha curcas.

— ¿Qué tipo de dificultades?
— Por ejemplo, que los plantines había que importarlos desde Brasil y, muchas veces, el transplante no daba resultados. A esto había que sumarle otra dificultad: a pesar de que la planta crece bien, no resiste las heladas. Yo había comprado cinco mil plantines y cuando los llevé a Santiago, un chico del lugar se dio cuenta que la planta era muy similar a otras que crecían en el monte. Es una variedad autóctona, la llamada Jatropha Macrocarpa.

— ¿Qué variedad de jatropha se está cultivando?
— Nosotros en el campo trabajamos precisamente con la Jatropha Macrocarpa, porque es autóctona. Y por lo tanto, nuestras primeras semillas las proveyó el monte; fue de allí de donde saqué las plantas.

— Es decir que están en una etapa de investigación.
— Estamos en plena etapa de investigación. Utilizamos el método de ensayo y error para explorar la mejor forma de domesticar una planta salvaje que nos regaló nuestra tierra. Hicimos muchísimas pruebas, implementamos diferentes formas de siembra y de riego. Actualmente alcanzamos un 60% de germinación y ya tenemos unas 40 mil plantas. Por el momento, tenemos muy buenos resultados. La planta produce a los dos meses y medio y se
cosecha a los seis meses. Lo sorprendente es que flora cinco veces al año; pero la última floración se pierde por las heladas.

— ¿Quienes elaboran el historial genético de las semillas para garantizar la siembra?
— En nuestros cultivos de estudio, tanto en Santiago del Estero como en Buenos Aires, obtenemos el material para hacer las investigaciones genéticas en laboratorios privados. Según los datos a los que pude acceder, se calcula un rinde de unos 20 Kg. por cada planta, y por cada hectárea hay unas 2500 plantas. Estamos haciendo diversas pruebas para poder calcular más ajustadamente el rinde. Quiero aclararle que la investigación que estamos
realizando no está destinada exclusivamente a la obtención de aceite para su utilización como biocombustible, sino que nos proponemos indagar sobre todas las posibles aplicaciones que tiene esta planta.

— ¿Qué tipo de maquinarias son necesarias para la producción de la jatrofha?
— Lo bueno que tiene esta explotación es que no requiere maquinarias, es todo trabajo manual, igual que el arándano. Trabajamos constantemente en este tema, justamente por sus implicancias a nivel social. Estamos seguros que va a ocupar mucha mano de obra y, por lo tanto, van a generarse nuevos puestos de trabajo.

— ¿Qué tipo de apoyo brinda se brinda a quienes promueven este cultivo en Argentina?
— Personalmente no recibí ningún tipo de apoyo, todo es inversión privada. Es más, en algunos casos yo le suministré información al INTA de Santiago del Estero. Mucho no les interesó; hasta hace poco la jatropha se usaba para hacer cercos, porque es resistente y no la comen los burros ni otros animales.

— ¿Existen vínculos entre los productores de jatrofha y las universidades?
— No conozco ningún tipo de convenio con alguna Universidad. En nuestro equipo está trabajando un investigador del CONICET y un genetista. Estamos pensando en abrir un laboratorio en Marcos Paz, provincia de Buenos Aires, donde también tenemos una pequeña plantación.

— ¿Cuáles son, a su juicio, los principales problemas que enfrentan los productores argentinos de jatropha?
— La falta de apoyo y estímulo por parte del Estado. Por ahora, creo que nadie produjo aceite de jatropha macrocarpa en nuestro país. Espero ser el primero. Ya obtuvimos las primeras muestras y estamos haciendo los estudios pertinentes; pienso que me los van a entregar en estos días.

— ¿Qué otros proyectos asociados al cultivo de la jatrofha tiene su empresa?
— Todos relacionados con la obtención de semillas. Queremos tener 100 mil plantines para el año que viene para la elaboración de aceites para biodiesel e insumos para la industria farmacéutica. Estamos seguros de que el cultivo de la jatropha macrocarpa será una gran alternativa para nuestro país, ya que tenemos ventajas comparativas con respecto a otros lugares. Pero no es nada sencillo. Todavía el avance es lento porque hace falta mucho desarrollo científico-tecnológico y mucha inversión.

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