Número de edición 8481
Opinión

¿Alcanza la cuarentena para cuidar la salud de los trabajadores desocupados y precarizados?

¿Alcanza la cuarentena para cuidar la salud de los trabajadores desocupados y precarizados?.

Las medidas del Gobierno que han dispuesto el aislamiento como medida para disminuir el contagio del coronavirus suponen que permanecer cada uno en su domicilio es una garantía de condiciones sanitarias e higiene, dependiendo de que todos sigamos las recomendaciones oficiales.

Por Guillermo Kane

Sin embargo, en un país donde el déficit habitacional llega a 3,8 millones de hogares una medida que no contemple cómo movilizar recursos para que las condiciones de cuidado sanitario las pueda cumplir la capa más postergada de los trabajadores, de hecho condena a millones a sufrir la cuarentena con miseria, hambre y riesgo sanitario.

Más teniendo en cuenta que ésta deja sin trabajo a los albañiles, textiles, empleadas de limpieza eventuales y changarines que son mayoría en las barriadas populares. Los bonos a la asignación o los planes están lejos de cubrir el impacto de la inflación y el parate económico, ni tampoco llegan a todos. “Con esta epidemia estamos desesperados. Pagamos alquiler, pagamos luz y solo vivimos de changas. ¿Con esta cuarentena qué va a pasar con nosotros? Le pedimos al gobierno que dé una solución”, sintetiza Nina, de Villa Celina.

En un intercambio con militantes organizadores del Polo Obrero, que está inserto en barriadas trabajadoras de todas las provincias del país, pudimos establecer un diagnóstico recurrente.

Los artículos de limpieza, un bien preciado

El Ministerio de Desarrollo Nacional, que retomó con larga demora la entrega de alimentos para los comedores, sin reforzarlos ni mejorarlos por la crisis sanitaria, no ha hecho todavía entrega de elementos de limpieza e higiene. Esto genera un grave riesgo, ya que mientras los comedores populares se mantienen funcionando, como mínimo distribuyendo alimentos a granel, deben adquirir los encarecidos productos de limpieza por su cuenta para no transformarse en un foco infeccioso.

Tampoco han previsto entregas los gobiernos provinciales ni los municipios. A Darío, del Polo Obrero de Moreno, el municipio le dijo que no contaba con presupuesto para comprar artículos de limpieza. En La Matanza, la secretaría de Desarrollo Social municipal recibió camiones con estos artículos, pero Lili del Polo matancero nos cuenta que no han distribuido los implementos a ningún barrio e incluso hace semanas se niegan a pautar una reunión con nuestra organización.  El gobierno de la ciudad de Buenos Aires reparte kits de limpieza para algunos comedores populares, pero de manera arbitraria. Al Polo Obrero no le están haciendo entrega alguna.

Compañeros de distintos barrios de Matanza remarcaban que no hay asistencia alguna del Estado.  “Acá en La Matanza que yo sepa y haya visto del gobierno no apareció nadie. Estamos como aislados. Todos los vecinos de acá estamos en la misma. Es el primer día de cuarentena y lo único que tengo es un fondito de detergente y menos de media botella de lavandina”, nos plantea crudamente Cristian Rotela de Barrio Dorrego.

Rosana de Barrio Primavera nos contó que “estamos pasando la cuarentena en La Matanza en el hambre y la miseria y no nos mandan lavandina ni alcohol en gel ¿qué están esperando? ¿Contagios entre los vecinos de La Matanza?”.

La “Colo” de la zona de calle Spiro en Laferrere nos decía, en tanto, que “yo quiero denunciar que no tenemos ayuda de nadie. ¿Dónde está la ayuda del presidente? Hoy no me pude comprar un alcohol en gel porque me querían cobrar 400 pesos. Es una vergüenza sabiendo que la gente necesita tener eso en la casa. Necesitamos lavandina, necesitamos el plato de comida. Mi marido tuvo que ir al mercado central a hacer una changuita y traer un poco de verdura de un volquete.”

Focos infecciosos

En muchísimos barrios, no se trata de la voluntad individual poder aislarse y desinfectar la zona. En el barrio Santa Clara, una villa pequeña pero muy poblada en Isidro Casanova, Lili nos cuenta cómo el agua que pasa por el pasillo donde juegan los nenes de todas las casillas, que no tienen lugar para que se mantengan jugando adentro todo el día, viene de un basural que hace muchos años le reclaman al Municipio que elimine.

Elizabeth, de Barrio San Cayetano en Laferrere nos muestra el descampado en el que termina su barrio: “Está lleno de basura, que traen en carros de otros barrios y nadie controla y el pasto está superalto. En una década que vivo acá no se fumigó. Vivimos con la amenaza del dengue, de las ratas. Acá no hay recolección de basura”.

Darío considera que en el partido de Moreno, lleno de zonas carenciadas, la que más preocupa es el barrio La Ribera, sobre el Río Reconquista. “Hay por lo menos 15 personas por casilla. La cuarentena se cumple, pero los pibes se escapan a jugar en la basura que el municipio no recoge. La mayoría son cartoneros que no pueden salir y que vienen viviendo día a día de lo que juntan”. El tema preocupa porque en el distrito de Moreno ya se confirmó un caso de coronavirus.

Fuente: Prensa Obrera.

 

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