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Una casa para todos hecha a pulmón

Una casa para todos hecha a pulmón.

El Rumbo es un proyecto autogestionado que busca crear un espacio de pertenencia para todos los vecinos de la localidad. Desde 2012 el equipo se ocupa de generar distintos cursos para la comunidad matancera.

 En la localidad de La Tablada funciona una casa cultural íntegramente autogestiva que se ocupa de integrar a los chicos de Villa Insuperable. Allí, hace seis años funciona El Rumbo, un proyecto que busca generar un espacio donde la comunidad del barrio pueda desarrollar diferentes talleres y aportar mediante el conocimiento de cada vecino clases de diferentes oficios.

“La idea es crear un espacio de pertenencia en el barrio, donde el vecino y la vecina se sientan parte, participen, propongan ideas para que sea colectivo”, explicó Jimena López, quien trabaja en el este centro desde su inicio. El proyecto empezó en el año 2012, cuando un grupo de amigos se juntó para generar un espacio cultural en el que cada persona que trabaje pueda aportar sus conocimientos a la comunidad.

El Rumbo ofrece una amplia variedad de talleres para todas las edades: desde capacitaciones en primeros auxilios y R.C.P., música, computación, dibujo, o incluso apoyo escolar y talleres de inteligencia emocional o autoestima. “Todos los años ofrecemos actividades de acuerdo a lo que va surgiendo; si algún vecino o vecina sabe hacer algo y viene con una propuesta de taller, nuestra idea es generar ese espacio para que pueda trabajar”, amplió Jimena, que mediante este sistema dan la posibilidad de generar trabajo.

Esta casa cultural no solo ofrece talleres, sino que también funciona como merendero para los niños del barrio, que con esta excusa también les ofrecen actividades para poder pasar la tarde, como juegos, artesanías o pinturas. “La idea es que pasen un momento divertido, que jueguen y se relacionen con otros vecinos del barrio de su edad y compartan un momento de diversión”, dijo.

Uno de los aspectos más destacables de El Rumbo es que este proyecto es totalmente autogestionado; se hace realidad gracias a la fuerza y pulmón de quienes lo llevan adelante, organizando eventos y ventas de comida. Además, buscan ayudar al vecino local mediante los talleres que organizan los mismos: “Buscamos que el vecino genere su propio ingreso mediante los talleres”, explicó Jimena.

 Uno de los talleres más importantes que posee este establecimiento es dedicado a las problemáticas de género, que se organiza una vez al mes en un ciclo de seis encuentros y cuenta con la presencia de adolescentes. Los temas que tratan en estos encuentros abarcan todo lo que implica género, desde violencia, educación sexual, identidad, aborto y otros aspectos que abarca la charla.

Las charlas dedicadas a género y educación sexual integral tienen su principal público entre chicos de 13 a 18 años, que van a tocar diferentes temas que los inquietan sobre lo que abarcan los encuentros. Además, cada encuentro tuvo un tema específico: noviazgos sin violencia, aborto, mujeres representativas, educación sexual integral, roles y estereotipos de género, y el sábado 22 de diciembre realizarán el último evento, donde tendrán un debate final sobre las charlas anteriores.

Las redes sociales cumplen una función fundamental para este tipo de proyectos, ya que permiten generar una difusión gratuita y masiva, a diferencia de otros métodos. “Como todos trabajamos y la mayoría también estudia, las redes son nuestro principal motor para dar a conocer los talleres, aunque también hacemos volantes”, amplió y agregó que todos los vecinos tienen la posibilidad de anotarse en los cursos vía Facebook o comunicándose al Whatsapp.

Cultura, educación y valores son los principales aspectos en los que se centra la casa cultural El Rumbo para aportar a la comunidad de La Tablada. Con esfuerzo y dedicación, no solo de quienes llevan el proyecto adelante, sino también de los vecinos que se acercan y aportan sus conocimientos a quienes concurren a los diferentes talleres, hacen de su barrio un lugar mejor para los chicos y adolescentes.

“Desde donde puedas, el tiempo que puedas, siempre podés dar una mano para ayudar a otras personas”. Esa es la motivación que tienen quienes trabajan en este establecimiento, cuyo objetivo es hacer de su barrio un lugar mejor para la comunidad matancera.

 

 

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