Cine Clase B
Quince años después de irrumpir en el panorama de cine nacional independiente con “Plaga zombie”, los creadores de esa delirante aventura donde tres héroes argentinos salvan al mundo de una invasión zombie-alienígena decidieron cerrar esa saga de ciencia ficción clase B con “Plaga Zombie: Zona Mutante: Revolución Tóxica”, que se estrena este viernes simultáneamente en salas, DVD e Internet.
Se trata de la tercera parte, tras “Plaga Zombie: Zona Mutante” (2001), de una de las más lúcidas expresiones del cine de humor y ciencia ficción argentino, en el que sus creadores (Pablo Parés, Hernán Sáez, Paulo Soria, Sebastián Berta Muñiz y Walter Cornás) construyeron un universo fantástico con mínimos recursos y escasísimo dinero, pero con muchísimo talento y una imaginación desbordante.
“Tratamos de ser muy fieles al estilo visual de las otras películas, degradamos la imagen para que se vea como un VHS y también mantuvimos los defectos del maquillaje. Dejamos de lado todo lo que aprendimos durante estos últimos años para que la trilogía sea redonda y que haya una coherencia visual entre las tres películas”, explicó Pablo Parés, uno de sus directores y protagonistas.
Al igual que Parés (Bill Johnson), Hernán Sáez es uno de los directores del filme y encarna a uno de los tres héroes de la historia (Max Giggs), mientras que John West es interpretado por Sebastián Berta Muñiz.
Johnson, Giggs y West son los únicos sobrevivientes de una invasión de zombies que, en realidad, son el capullo de extraterrestres que esparcieron un virus por el planeta para esclavizar a la humanidad y quedarse con sus recursos.
“La historia que venía rondando en nuestras cabezas para hacer esta tercera parte es que juntos ellos eran indestructibles y por separado eran un desastre; juntos tienen una química que les permite salvar al mundo, porque ellos tienen la fuerza de la amistad. Fue por eso que tratamos de mantener el espíritu de la fuerza de la amistad”, afirmó Parés en una entrevista con Télam.
El cineasta destacó que “ellos hacen un plan infalible, pero cuando se separan empiezan a perder su fuerza y recién vuelven a funcionar cuando se unen. Se trata de la filosofía del trabajo en equipo, en la cual dejás el ego de lado pero lográs que el equipo se involucre de una manera que de otro modo sería imposible”.
Eso es justamente lo que ocurre entre todos los que forman parte de Farsa Producciones, la responsable de esta aventura audiovisual y de otros largometrajes de ciencia ficción como “Filmatrón”, ya que se involucran profundamente en cada uno de sus proyectos y son guiados por un espíritu de grupo que les permite “lograr mejores ideas y un mayor compromiso con cada película”.
“Nunca consideramos a nuestras películas como películas de uno solo, sino más bien como el producto del trabajo de un equipo.
Eso tiene que ver con la confianza que sentimos el uno con el otro después de tantos años de trabajo conjunto y con el hecho de haber desarrollado y apostado por un estilo del que todos gustamos”, añadió Parés.
Esta trilogía comenzó en 1997 con el estreno de “Plaga Zombie”, una película hogareña realizada por un grupo de amigos autodidactas con una cámara de video VHS que se convertiría, gracias a su despliegue visual y a la gran destreza cinematográfica de sus directores, en un filme de culto entre los cultores argentinos del cine bizarro, la ciencia ficción y la clase B.
En 2001 llegaría “Plaga Zombie: Zona Mutante”, la segunda parte de la saga, y el viernes próximo será el turno de la tercera y última parte de esta serie de filmes sobre muertos vivientes y alienígenas, que será editada en DVD y se verá simultáneamente en salas de todo el país y estará disponible en youtube de forma gratuita durante 48 horas.
“Terminar esta trilogía es cerrar una cuenta pendiente en nuestras vidas”, destacó Parés, y añadió: “Es algo muy importante para nosotros. Pensá que la primera película la hicimos justo en la mitad de nuestras vidas y volver a esto es muy fuerte para nosotros, porque también es volver a un estilo del cual nos habíamos alejado hace muchos años”.
“Cuando empezamos, nos juntábamos los sábados y hacíamos un corto por fin de semana, hasta que apareció un corto sobre unos extraterrestres que invadían la Tierra y decidimos convertirlo en un largometraje. Éramos unos ignorantes totales, estábamos en quinto año de la secundaria y no sabíamos que las películas se hacían de otra forma”, recordó el director.
Deudores de la estética de cine casero de filmes como “Mal gusto”, de Peter Jackson, y “El mariachi”, de Robert Rodríguez, los autores de “Plaga Zombie” apuestan “por hacer reír y pasarla bien, sin muchas más intenciones que esas. Hacemos cine por amor al arte y no tenemos previsto recuperar el dinero que invertimos en nuestros filmes”.
“Es una forma de filmar totalmente al margen de sistema, porque sabemos de antemano que no vamos a recuperar nada de lo invertido ni tampoco lo tenemos previsto. Lo hacemos porque queremos mucho a nuestros personajes y porque queremos saber cómo termina esta historia. Ese -dijo Parés- es un regalo enorme que nos hacemos”.