
La competencia se llevó a cabo en Arizona, Estados Unidos desde el 28 de julio al 1 de agosto. Las ganadoras pertenecen al gymnasio “Top Gym” ubicado en la localidad de Mataderos y se autofinanciaron el viaje ya que no cuentan con ayuda económica de nadie.
Las categorías ganadoras son: Team Aerodance Juvenil y Trio Aerodance Juvenil. La primera recibió una medalla de oro, mientras que la segunda categoría recibió también una medalla de oro tras coronarse campeona en el primer lugar, y una medalla de plata otorgada en el segundo lugar.
Cocinando el sueño
Meses de preparación, esfuerzo y dedicación es uno de los factores que les permitió a las 16 chicas hacerse presentes en el campeonato mundial. Primero debieron prepararse para enfrentar instancias clasificatorias en Argentina, que constaban de diferentes etapas donde las ganadoras iban a dejar todo en la final que se realizó en Mar del Plata el 7 de diciembre.
Una vez llegada la final nacional, cada una de ellas deslumbró con la coreografía que prepararon junto a su entrenadora. Un conjunto de jueces estaba mirándolas y tomando nota para darles una devolución final. Cuando llegó el momento del resultado, una voz las declaraba campeonas nacionales y la puerta de la ilusión al mundial se abría para nunca cerrarse.
“Nunca nos planteamos viajar al mundial por una cuestión económica. Fue la primera vez que pensamos que hacer, así que decidimos sacar los pasajes en 18 cuotas. Vendimos tortas en la plaza, en Parque Chacabuco y así se fue juntando”, explicó Andrea Cirigliano, entrenadora del Top Gym, en diálogo exclusivo con Diario NCO.
En el mismo sentido, Cirigliano señaló que se hace todo a pulmón. “La secretaría de deportes no se hace cargo de nada, no te da nada. Por eso es importante conseguir un sponsor, eso sería ideal pero hoy en día está muy complicado. Uno el esfuerzo porque esto sería la frutilla de la torta por todo el esfuerzo y sacrificio”.
Desde ese momento el sueño comenzó a crecer, tanto Andrea como sus alumnas vieron que la posibilidad de viajar comenzó a tomar vuelo y empezaron a trabajar sobre ello. Prepararon coreografías, trabajaron con mucha dedicación y enfrentaron charlas de su entrenadora que les decía que disfruten la experiencia.
Rumbo a la ilusión
Y llegó el día del viaje. El 25 de julio se encontraban en Ezeiza listas para subir al avión. Luego de 32 horas de viaje, aterrizaron en Estados Unidos y comenzaba el sueño. Una vez instaladas en el hotel, se acomodaron y empezaron con los ensayos y el repaso de coreografía.
“En el día anterior se repasa todo lo que se va a hacer en la competencia. Es un día de mucha charla, de hablar lo que uno quiere, de lo que ellas se proponen a dar: Son dos minutos de dar todo, de pura concentración. Mas allá de la parte física, también se trata toda la parte psicológica porque es un día con muchas sensaciones. Hay que tratar que el miedo o ansiedad no opaque todo lo que trabajaron durante el año”, señaló la entrenadora.
Llegó el día de la competencia de cada categoría. Con muchos nervios y entusiasmo ellas dieron lo mejor y se enfrentaron a países como Japón, China, Nueva Zelanda e India. Nunca pensaron que entrarían en el podio coronándose en primer y segundo lugar en las categorías de Team Aerodance Juvenil y Trio Aerodance Juvenil. También la categoría individual recibió el cuarto puesto entre 50 competidoras.
“En el podio llamar a los tres ganadores y suben la bandera y cantan el himno solamente del país que ganó el primer puesto. Para mí haber escuchado el himno nacional en un mundial y saber que llevaste a tu país a lo más alto, es increíble. No se puede pedir más a nivel deportivo”, explicó con entusiasmo Andrea Cirigliano.
La entrenadora, también hizo referencia a la emoción de sus alumnas ante semejante momento. “Las chicas no pararon de llorar en ningún momento, nosotras fuimos re humildes y nunca nos imaginamos llegar a tanto. Fuimos con mallas bordadas con piedras compradas en Once, así todo a pulmón, mientras que otros países van con mallas de marcas super importantes porque ellos viven de eso”.
El equipo de cara al futuro.
Una vez llegadas al país, con dos medallas de oro y una de plata en la valija y el corazón lleno de orgullo, ellas empezaron a trabajar con lo que se viene. Están practicando las coreografías que van a presentan en las instancias clasificatorias para poder llegar a competir en la final nacional que será a fin de año.
“Las chicas están pensando en volver al mundial y se están preparando para eso porque es lo que quieren. Estamos trabajando en eso para competir de forma nacional en septiembre y octubre y así ganar e ir a defender el título a Estados Unidos el año que viene”, señaló Cirigliano.