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La música como destino: el viaje sonoro de Mario Magno

“L.Q.V.B”. El viaje sonoro de Mario Magno.
“L.Q.V.B”. El viaje sonoro de Mario Magno.

El artista nacido en La Patagonia y residente en Buenos Aires celebró el lanzamiento de su disco “Lo Que Vine a Buscar”.

Por Florencia Belén Mogno.

Desde siempre, la música constituyó un espacio íntimo y, al mismo tiempo, colectivo; un refugio en el que se pueden elaborar emociones, canalizar vivencias y forjarse identidades. De esta manera y en muchos casos, quienes eligen dedicarse a esta disciplina lo hacen desde una pulsión casi inevitable: la necesidad de transformar en arte lo que habita en el interior del ser.

En ese contexto se inscribe la historia de Mario Magno, un artista oriundo de la ciudad de Puerto Madryn que, tras años de formación autodidacta y una fuerte conexión emocional con la música, presentó su disco debut titulado *“L.Q.V.B. Lo que vine a buscar”*, en el que los sonidos del sur se combinan con los de la gran ciudad.

En ese sentido, Diario NCO tuvo la posibilidad de dialogar con el músico para profundizar en los detalles acerca del proceso de construcción y materialización del disco. A su vez, destacó el valor de la independencia artística, el poder de la música como motor personal y la importancia del equipo humano que lo acompañó y que lo apoya en el marco de su proyecto.

“L.Q.V.B” es un disco que contó con la producción de Sebastián Perkal y en el cual Mario Magno volcó todo su profesionalismo y creatividad para trabajar y cuidar cada uno de los detalles y así lograr un álbum de destacada calidad. El disco está constituido por 13 canciones originales, entre las que se encuentran dos temas en inglés, composiciones de rock nacional e incluso una cumbia.

Una vida contada por la música

En cuanto a “Lo Que Vine a Buscar”, ¿cuál es sensación ante el hecho de que el disco ya sea una realidad concreta?

M.M: Mi historia no es igual a la de los demás. Casi el 85 por ciento de las canciones del disco las compuse entre el 99, 2000 y 2013, lo cual quiere decir que en verdad es un disco que yo venía machacando (sic) en mi cabeza y venía probando las canciones, mostrándoselas a los amigos, algunas veces grabando maquetas cuando conseguía algún micrófono o alguna placa de sonido.
Fui recolectando canciones, fui desechando algunas que fueron quedando perdidas y fui quedándome con las más importantes, con las que más me identificaban y más me gustaban. Las fui perfeccionando mucho tiempo, siempre con la idea a futuro de grabarlas profesionalmente. Pero para mí fue muy complicado venir de la Patagonia a Buenos Aires. No fue muy fácil instalarme y empezar a generar lo que uno tiene que generar para poner un proyecto de este calibre en funcionamiento. Y por eso el disco se llama “Lo Que Vine a Buscar”, porque esto de ensayar, de hacer maquetas, ir al estudio, grabar, sacar el disco, que te entrevisten a propósito del disco; esto es lo que yo vine a buscar cuando decidí irme de la Patagonia y recorrer todo este camino que finalmente me trajo hasta acá.

Justamente en relación a la realización del disco, ¿de qué manera se desarrolló el proceso de composición, principalmente considerando que llevó un tiempo extenso de trabajo?

M.M: Esto ha sido un desarrollo de muchos años, y como todo proceso que lleva muchos años, tuvo cierta magia y creo que lo más importante ha sido el equipo que he formado, porque este equipo me permite encarar este proceso compositivo. Yo soy el tipo de artista que solamente le presta atención a las ideas no mueren en mi mente, solamente le presto atención y le pongo esfuerzo y voluntad a las ideas que realmente digo: “esto se ve que tiene algo que ver conmigo, que es inherente a mí, porque no me lo puedo sacar de la cabeza”. Y “L.Q.V.B” tiene una gran dimensión conceptual y creo que el arco conceptual que envuelve al disco soy yo y los cambios que tuve a lo largo de los últimos 20 años. Las canciones del disco fueron naciendo en mi proceso de vida y a través de todas las cosas que tuve que pasar, algunas buenas, otras malas, pero fueron naciendo en momentos especiales.

Y en punto y como continuidad de tu trabajo creativo, ¿cómo surge la inspiración en tu caso?

M.M: Generalmente tengo gatillos artísticos, dependiendo de mi salud mental. Cuando me está yendo bien y no tengo problemas, es muy probable que vaya caminando y se me ocurra algo que después pueda llevar a la sala y termine dando algún tipo de fruto. Y cuando estoy estresado o las cosas no están yendo tan bien como a veces uno quiere, no me funciona la parte compositiva, como que se apaga, es uno de los primeros motores que se apagan en mi mente.

En referencia a la conexión que mantenés con la música, ¿qué importancia juega esta disciplina en tu vida, tanto en vos como persona y también cómo artista?

M.M: Yo pienso que la música es el primer arte. Para mí, es lo más grande que hay. La música ha estado presente en mi vida desde que tengo uso de razón. Creo que a los siete u ocho años empecé a mostrar mis primeros indicios de que iba a tener algo que ver con la música. Me acuerdo que me llevaron a un profesor, muy bien considerado en la Patagonia, y justo me tomó una mini prueba y le llamé la atención, pero justo se estaba mudando a otra ciudad, así que eso quedó trunco. Y después mi formación fue autodidacta. Para mí la música fue un escape, fue un reino imaginario al que ir cuando tenía problemas siendo adolescente o hasta los 20, pero luego de eso siempre me sentí en comunión con ella. Me acuerdo una vez que mi mamá me dijo: ‘Mario, vos estás enamorado de la música’. Y para mí fue un antes y un después. A partir de esa frase me di cuenta de que tenía razón y me ha modificado mucho la música y sí, me define.

Cuando hablo de música o hago música, Mario Magno que es mi alter ego, toma la posta y directamente es otra persona; después vuelvo, voy a mi trabajo, hago mis cosas, vivo mi vida. Mi presente fuera de la música es el de un tipo que trabaja, que destina gran parte de lo que genera para desarrollar su propio proyecto. Todo lo que hago durante el día lo hago acompañado de música.

Por otro lado y ya para profundizar en otros aspectos de tu carrera musical, ¿cuál es tu reflexión o de qué forma ha sido tu experiencia como artista independiente, y cual es tu consideración acerca de la libertad artística que te puede dar esta condición?

M.M: La cuestión de ser artista independiente para mí repercute en un 100 por ciento. No haría música por encargo de ningún tipo. Si no me hace vibrar a mí, si no me gusta a mí, si no me interpela, la desecho. No pienso más en esa pieza musical. Solamente desarrollo ideas que realmente me hacen sentir alineado con mi propio espíritu.

Creo que el punto fuerte del proyecto hoy en día es el equipo ecléctico que fuimos armando. No es gente solamente contratada para trabajar, sino que es gente que viene, hace su trabajo profesionalmente, y lo hace con una camiseta de Mario Magno puesta. Y cuando alguien me manda un mensaje con una o dos líneas de alguna letra de una canción mía y me dice “estuve escuchando tal canción y esta línea, no te puedo explicar lo identificado que me siento”; esa es la paga para mí. Por delante del aplauso, esa es la paga. Que la gente se identifique, que la gente vibre. Eso es lo que a mí me trae la mayor de las satisfacciones. Creo que es el objetivo de mi vida de alguna manera.

En lo que respecta a lo que pueda llegar a venir y ya a modo de conclusión, ¿cuáles son los próximos pasos dentro de la carrera de Mario Magno, sean presentaciones en vivo, grabación de más canciones o incluso material audiovisual?

M.M: Los planes a futuro cercano son grabar un buen videoclip con Fashion Films, quienes nos acompañaron en la presentación del disco en. Espero tenerlo listo para mayo e intentar insertarnos en medios audiovisuales. Al mismo tiempo, queremos empezar con presentaciones en vivo, pero sin apuro. En la presentación tocamos nueve o diez temas del disco y cuatro o cinco que estarán en el segundo disco, y ahora estamos trabajando en la mejor manera de vestir cada canción, buscando la mejor producción antes de ir a grabar. Espero grabarlo en primavera y lanzarlo a fin de año, pero si se atrasa, no hay problema. Lo que más valoro de ser músico independiente es que no tengo plazos. Los plazos los pongo yo según cómo me siento y el contexto. La música madura cuando ella quiere. Lo importante es estar ahí y hacer lo que uno tiene que hacer para que cuando florezca el arte, ponerlo al servicio de los demás y que sea rock.

Fuente fotografías: prensa Mario Magno.

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