Discépolo nació en Buenos Aires el 27 de marzo de 1901 y allí falleció el 23 de diciembre de 1951. Debutó como actor en la obra El chueco Pintos de Armando Discépolo y Rafael José de Rosa, estrenada por Roberto Casaux en el Teatro Apolo el día 22 de octubre de 1917 y continúo colaborando, actuando o dirigiendo para el cine, Dirigió la orquesta que amenizó los primeros bailes de carnaval del Teatro Colón (1932) y por radiotelefonía popularizó el personaje de Mordisquito.
Por Carlos Scavuzzo
En 1925 escribe su primer tango, “Bizcochito”, que estrena Juan Carlos Marambio Catán en el Teatro Nacional en la obra de José A. Saldías La Porota; tango que no tuvo éxito alguno, por eso se dice que el titulado “Qué vachaché” es el primero que hizo. Pero su formidable pegada de 1928 con “Esta noche me emborracho”, lo sacó del anonimato y encarrilado en el grotesco obtuvo éxitos que ni el más avesado autor hubiera imaginado crear.
Su primera incursión cinematográfica la realizó junto a Carlos Gardel en 1930, en los cortos donde el gran Carlitos incluye su mejor tango, “Yira yira”, y mantiene con él un diálogo interesante cuyo texto es más o menos así:
«Decime Enrique. ¿Qué has querido hacer con el tango “Yira yira”?» —pregunta Gardel—.
Él contesta: «¿Con “Yira yira”? Una canción de soledad y esperanza».
—Gardel: «Hombre… Así lo he comprendido yo».
—Discépolo: «Por eso es que lo cantás de una manera admirable».
—Gardel: «Pero el personaje es un hombre bueno. ¿Verdad?»
—Discépolo: «Sí; es un hombre que ha vivido la bella esperanza de la fraternidad durante 40 años y de pronto un día ¡a los 40!, se desayuna con que los hombres son unas fieras».
—Gardel: «Pero dice cosas amargas».
—Discépolo: «Carlos, no pretenderás que diga cosas divertidas, un hombre que ha esperado 40 años para desayunarse».