Reclamo vecinal con apoyo de la C.C.C
La falta de suministro eléctrico seguía afectando a miles vecinos. El enojo de los damnificados crecía y las tareas reparación no llegaban a la totalidad de los afectados. Ayer, A.I.S.A repartió agua potable en las zonas afectadas.
Hasta la tarde de ayer, eran alrededor de 1.110 los usuarios afectados por la falta de energía eléctrica en La Matanza, cifra que implica que aproximadamente 6.000 personas son las que padeciendo desde el miércoles último la falta de luz.
La situación se fue complicando con el correr de los días y la paciencia de los damnificados fue creciendo, sobre todo, de aquellos que tienen familiares con problemas de salud.
Liliana Rodríguez, vive en la intersección de la calle Triunvirato y Camino de Cintura en el barrio Manzanares de Villa Luzuriaga. Después cinco días, los árboles que cayeron durante la tormenta seguían allí y continuaba sin luz.
La mujer necesitaba con urgencia un generador eléctrico para mantener el frío de los medicamentos oncológicos, ya que sufre de cáncer, pero no obtuvo respuesta alguna.
En esa zona la empresa Edenor instaló cables subterráneos para evitar los cortes de luz por motivos climáticos, sin embargo, el miércoles el servicio se vio interrumpido durante la tormenta.
Los efectos del temporal continuaron afectando el normal desarrollo de las actividades cotidianas de los matanceros. Tras el feriado largo, muchas fueron las escuelas que no reabrieron sus puertas, por la falta de luz o por los destrozos ocasionados por la tormenta.
“En el marco de esta catástrofe, las escuelas también sufrieron un fuerte impacto en su estructura edilicia, en varios distritos. A partir del primer día los integrantes de los consejos ejecutivos de las seccionales y los delegados de los distritos afectados, realizaron un relevamiento de los daños en los edificios escolares y participaron junto a directivos y docentes y organizaciones de CTA de acciones solidarias en diferentes barriadas”, informaron desde el SUTEBA local.
Si bien el servicio se fue reestableciendo durante la tarde de ayer en algunos barrios de La Matanza, desde Edenor informaron que “hay muchas instalaciones que hay que hacer totalmente de nuevo. Por otro lado, tenemos muchas casas que quedaron tan dañadas que no podemos darles energía porque hasta sería más peligroso”.
En tanto en el mediodía de ayer, un grupo de vecinos del barrio Luján y Don Juan de Gregorio de Laferrere, realizaron una protesta en las oficinas que Edenor tiene en esa localidad.
El personal de la empresa debió interrumpir el cobro de faturas y demás trámites, para atender los reclamos de los afectados por los cortes de luz, ya que el enojo comenzaba a tensar la situación.
“No puede ser que nadie nos de una respuesta. Hay gente con discapacidad y chicos que necesitan nebulizarse y hace 5 días que no tenemos luz. Queremos una solución”, se quejó una vecina.
Agua, divino tesoro
Otro de las graves consecuencias del temporal, fue el corte de suministro de agua corriente. Tras varios días sin luz y ante la imposibilidad de llenar los tanques, el precio del agua se fue por las nubes.
En este sentido, ll coordinador nacional de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Juan Carlos Alderete, denunció que algunos comerciantes de La Matanza estaban vendiendo botellones de cinco litros de agua a 40 pesos, más de tres veces de su valor.
Según Alderete, “el bidón de cinco litros lo estaban vendiendo a 40 pesos”, cuando en los supermercados su valor es de 12 pesos. Lo mismo ocurrió con la venta de velas, las cuales se estaban vendiendo a 10 pesos, pese a que cuesta 4 en la mayoría de los comercios.
En tanto, para paliar la situación, camiones de A.I.S.A recorrieron ayer barrios de González Catán y Laferrere repartiendo agua potable. Uno de los camiones se apostó durante el mediodía en la intersección de las calles Carlos Encina y Beethoven en Gregorio de Laferrere.