Hoy, 25 de febrero el ex presidente de la Nación, Néstor Kirchner, cumpliría un nuevo aniversario de su nacimiento. Por esas indescifrables situaciones de la vida, tenemos el placer de recordar su figura, fundido con la angustia de no verlo caminar entre nosotros.
Nacido en 1950, nadie podía prever que se convertiría en un líder popular indiscutido, a nivel nacional y regional, y que daría vuelta la página de la historia de nuestro país a partir de mayo de 2003.
Podemos hablar de todas y cada una de las medidas más importantes que llevó adelante durante su gobierno y de su trabajo al lado de nuestra presidenta, Cristina. El no al ALCA, el pago de la deuda al FMI, el final de la leyes de Obediencia Debida y Punto Final, etc. Pero, en este día es válido resaltar a este hombre como el presidente que nos devolvió la esperanza a los argentinos en general y a los jóvenes en particular.
Muchos nos preguntaremos, seguramente, por qué se tuvo que ir en el 2010, dejando un sabor amargo. Veíamos como nuestro proyecto político sacrificaba a uno de sus conductores. El dolor recorrió las vidas de militantes, dirigentes y ciudadanos que veían en el una clara respuesta y una capacidad de liderazgo con vocación de servicio.
Pero, tal vez, el planteo debería ser otro. Solo aquellos grandes hombres y mujeres que se animaron a trascender sus propias vidas, a trabajar por el otro, y a tratar de cambiar la realidad de su gente, tienen la fuerza y el valor para hacer cosas que nadie más se animaría. Y, seguramente, como máxima expresión de fragilidad, el cuerpo puede no resistir tamaña tarea, quemándose en la pasión de los ideales y de la lucha diaria por una realidad más justa. En Néstor, había un hombre que solo con su pasión logró todo lo que hoy vemos, y en esa pasión se consumió, al igual que lo hicieron Eva Perón y Hugo Chávez, para tener más referencias.
Tal vez el destino de estos líderes es pasar por un momento, dejar su huella imborrable y mostrar el camino, para que de forma colectiva y en unidad aseguremos el futuro de este modelo de país y este proyecto político.
Néstor fue la figura principal por la cual hoy las filas de la militancia se nutren de jóvenes que ven en la política una respuesta a sus problemas cotidianos. Fue el Perón de
nuestra época..
Es así como La JotaPé de La Matanza, junto a nuestra secretaría general María Laura Ramírez, recuerda al primer Presidente Peronista de este siglo, su participación en la historia como un hito trascendental y en su memoria, estaremos al frente de todas y cada una de las batallas que haya que dar para defender la gestión del Intendente Fernando Espinoza, y el gobierno de nuestra Conductora, Cristina Fernández de Kirchner. Estamos seguros que Néstor no murió, ya que sus ideales y convicciones, viven junto al pueblo argentino.
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