La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó que la situación económica de su país le permite a su gobierno prescindir del dinero de los países ricos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó que la situación económica de su país le permite a su gobierno prescindir del dinero de los países ricos.
“Brasil está en una situación ahora en la que podemos decirles a los países ricos que no queremos su dinero”, dijo la mandataria en declaraciones publicadas hoy por el semanario Veja y recogidas por la agencia de noticias DPA.
La mandataria señaló que ése fue el planteo que transmitió a la canciller alemana, Angela Merkel, durante la visita que le hizo hace dos semanas.
“Quise dejar claro que Brasil no quiere más ser visto como destinatario de capital especulativo o solamente como mercado consumidor de los productos que ellos exportan”, indicó Rousseff.
Asimismo, la presidenta manifestó su disenso con el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien sostiene que se debe “poner a funcionar la maquinita de hacer dinero” para superar la crisis económica mundial.
“Cuando el compañero Mario Draghi dice `vamos a poner la maquinita de hacer dinero a trabajar`, esté inundando los mercados con dinero; Brasil no puede quedar paralizado ante eso; tenemos que reaccionar, lo que es muy diferente al proteccionismo”, señaló Rousseff.
A juicio de la mandataria, la expansión de la masa monetaria provocará “la devaluación artificial”, que será “una forma de proteccionismo”.