Al menos 24 personas asesinadas, de las cuales 17 cadáveres aparecieron calcinados, dejaron tres acciones violentas registradas en el estado de Sinaloa, cuna de varios de los capos más importantes del narcotráfico en México.
Hasta la tarde del miércoles las autoridades de Sinaloa habían reportado el hallazgo de 16 cuerpos en los dos vehículos que fueron incendiados en distintos puntos de la ciudad de Culiacán, capital del estado, pero la Secretaría de la Gobernación emitió un comunicado en el que registró 17 muertos en estos hechos.
Entre las personas asesinadas se encuentra una mujer y al parecer tres policías, según informes de la fiscalía estatal mexicana.
Las autoridades presumen que las personas quemadas que portaban chalecos tácticos podrían ser tres policías preventivos secuestrados el lunes por un comando armado.
Según las primeras investigaciones, los cuerpos fueron quemados directamente en la parte posterior de los vehículos.
“Todavía no se puede precisar si recibieron antes impactos de bala”, dijo el portavoz de la fiscalía de Sinaloa, Martín Gastélum.
Además de estos casos, las autoridades de Sinaloa informaron el asesinato de cuatro personas en el municipio de Mocorito y tres más en la localidad de Salvador Alvarado, según despacho de DPA.
Los actos violentos fueron condenados “enérgicamente” por la Secretaría de Gobernación, que en un comunicado se comprometió a poner a disposición “todos los mecanismos a su alcance para apoyar al gobierno de Sinaloa en su tarea de restablecer el orden y la tranquilidad, e impedir que hechos como éste queden impunes”.
El estado de Sinaloa, ubicado a unos 1.200 kilómetros al noroeste de Ciudad de México, es cuna de varios de los capos más importantes del narcotráfico, como los líderes del cártel de Sinaloa, del cártel de Tijuana, del cártel de Juárez y de los Beltrán Leyva.