El presidente de Chile, Sebastián Piñera, confirmó hoy que el avión CASA 212 de la Fuerza Aérea chilena siniestrado ayer, “se precipitó al mar”, y sostuvo que si bien “nunca perdemos la fe, no queremos crear falsas expectativas”, sobre el resultado final del accidente.
“Sabemos que el avión se precipitó al mar, sabemos que este avión tiene tren de aterrizaje fijo y por lo tanto el amerizaje es peligroso”, dijo Piñera, en declaraciones formuladas esta tarde al canal 7 de Chile.
El presidente sostuvo que el accidente “fue extraordinariamente grave” y “toca el corazón y el alma de todos los chilenos”.
“Seguimos trabajando en hacer todo lo que es posible, lo que la operación de búsqueda requiere” aseguró el mandatario y expresó que “nunca perdemos la fe, pero no quiero crear falsas expectativas”.
Piñera expresó la solidaridad del gobierno “a las autoridades de canal 7”, algunos de cuyos periodistas viajaban en el avión y “a los familiares de las personas que estaban en el avión, en un momento de tanta angustia y sufrimiento”.
El mandatario expresó sus condolencias “a las familias de los muertos, que son hasta ahora dos mujeres y dos hombres”.
“A nuestro país le ha tocado duro, ha tenido que enfrentar muchas situaciones adversas, esta es una situación más de esas”, reflexionó Piñera.
“Espero que de esa situación seamos capaces de sacar lo mejor de nosotros mismos”, expresó el mandatario, al señalar que “Chile se caracteriza por eso” y pidió al pueblo chileno poder lograrlo “con esperanza y mucha solidaridad con nosotros mismos”.
El accidente aéreo se produjo cuando un grupo de periodistas, entre los que se encontraba el popular animador del canal estatal Felipe Camiroaga, transportaba ayuda para la reconstrucción de la isla Juan Fernández, tras el maremoto de febrero de 2010.
También viajaban en la aeronave la productora de la Televisión Nacional de Chile Carola Gatica, el camarógrafo Rodrigo Cabezón y la periodista Silvia Slier, el capitán Roberto Fernández y la teniente Carolina Fernández.