Número de edición 8481
La Matanza

Pedido estudiantil: “Necesitamos un edificio propio”

 Pedido estudiantil: “Necesitamos un edificio propio”.

Ese es el reclamo de los alumnos del Instituto Superior de Formación Docente 88 de San Justo que no podrán iniciar su ciclo lectivo del turno mañana por falta de un espacio propio.

La educación pública en todos sus niveles se encuentra en una delicada situación, con falta de presupuesto, problemas edilicios y demás cuestiones y Daiana Rebollo, estudiante del ISFD 88 de San Justo, contó las penurias que están sufriendo por la falta de un lugar físico donde poder realizar sus estudios dignamente.

En una nueva emisión de Haciendo Radio, producción del Diario NCO (lunes, miércoles y viernes de 13 a 15 por AM 850) una estudiante matancera contó la situación que está pasando su instituto y reveló que “a pesar de que las distintas autoridades fueron informadas, no tuvimos ninguna solución hasta el momento para saber dónde vamos a cursar durante todo el 2019”.

“Los principales afectados de toda esta cuestión son los estudiantes que van a cursar en el turno mañana en lo que sería la carrera de Inglés. Hasta hace unas semanas atrás estábamos ocupando el espacio del Sindicato de Trabajadores Municipales de La Matanza, pero nos avisaron que ya no podemos estar ahí”, agregó la entrevistada.

La penosa situación por la que están pasando los estudiantes del ISFD 88 de San Justo data desde el mismo nacimiento de la institución porque nunca ha  tenido un edificio propio. Ellos fueron desalojados del lugar en el que estaban, el pasado 15 de marzo, cuando los docentes y alumnos se disponían a llevar a cabo las mesas de examen y les informaron, sin explicaciones, que debían llevarse sus pertenencias y deshabitar el lugar.

A partir de la terrible notificación, los implicados no se quedaron de brazos cruzados y la entrevistada indicó que “desde el momento que sucedió el desalojo comenzamos a organizarnos. En primer lugar, para hacer visible la problemática que nos afecta y segundo, para que nos puedan dar alguna solución”.

“Agotamos todas las instancias”

El presente de los estudiantes de este instituto matancero los tiene en constante plan de lucha, sin claudicar ni bajar los brazos y Rebollo añadió que “hicimos distintas actividades de visibilización. Actividades cerca de la plaza de San Justo para comentarles a la comunidad nuestro padecimiento, clases públicas, radios abiertas, festivales y movilizaciones. Agotamos todas las instancias”.

El año pasado ya habían sufrido un derrotero similar, porque la entrevistada detalló que tuvieron el cierre de una de las tres sedes en la que estudiaban por lo que debieron reformularse los lugares de cursada. Al no contar con el edificio deben vagar como nómades por distintas escuelas o lugares que muchas veces no tienen la infraestructura necesaria para albergarlos.

“Venimos con esta lucha desde que se creó el instituto porque jamás tuvimos un lugar al cual pertenecer. La Escuela de Arte Leopoldo Marechal es la única que cuenta con espacio propio, aunque en malas condiciones. Esto es producto de la falta de presupuesto. La educación y la educación superior pública nos encontramos con esta realidad y otras problemáticas”, puntualizó la entrevistada.

La educación pública, en su peor momento

Un caso que muestra la desidia estatal con respecto a la educación pública fue la muerte de Sandra y Rubén, directora y auxiliar de Escuela Primaria 49 de Moreno, el año pasado por una explosión de gas, de la que el Consejo Escolar, que depende de la Gobernación de la Provincia, no hizo caso de los constantes reclamos para que se solucionara ese problema que terminó en tragedia.

Casi como una historia calcada, los estudiantes del ISFD 88 de San Justo  tuvieron una situación similar en uno de los lugares en los que cursaban el año pasado, cuando sufrieron un escape de gas y la única solución a medias tintas que les dieron, fue retirar el medidor de gas y dejarlos sin la posibilidad de tener el suministro de gas.

“En la sede de Irigoyen nos sucedió lo mismo. Sufrimos esa pérdida de gas y estuvimos más de un mes con las clases suspendidas. Hicimos el reclamo y diferentes actividades de visibilización al Consejo Escolar. Necesitamos lugares en condiciones. Al día de hoy no tenemos un lugar donde comenzar las clases en el turno mañana”, concluyó la entrevistada.

Esta es la realidad vivida en carne propia de cientos de alumnos de un instituto público matancero, que han agotado todos sus recursos y han puesto todo su esfuerzo para encontrar una respuesta a sus reclamos genuinos, de tener una formación digna y el derecho mínimo y básico de poder estudiar.

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior