No es un imperativo ético ni político, pero en realidad, La Matanza, por diversas razones, que van más allá de lo sentimental, debería poner el Presidente del PJ de la provincia de Buenos Aires en el año 2013.
En ese marco el lugar le corresponde a nuestro Intendente Fernando Espinoza.
Por distintas razones:
Por constituir el distrito más poblado y con más cantidad de peronistas de la Provincia de Buenos Aires.
Por tener una cantidad de militantes, por miles, verdadero orgullo para todos nosotros.
Por haber contribuido, en un equilibrio muchas veces difícil, a una convivencia armoniosa entre los dirigentes nacionales y provinciales del Justicialismo.
Por haber sufrido una baja muy dolorosa como fue la de Alberto Balestrini, por los motivos por todos conocidos.
Por tener diputados nacionales, legisladores provinciales y funcionarios que siempre trabajan con el mismo espíritu de unidad.
Por estar nuestro Intendente en el momento óptimo en experiencia y capacidad para poder ocupar este espacio.
Por construir un PJ a nivel local en donde funciona el Consejo del Partido.
Por haber intentado este Consejo del Partido sumar la mayor cantidad de voluntades e invitado durante todo el año a los distintos sectores del Peronismo matancero.
Me incluyo en este último punto, pues siempre los compañeros han tenido la amabilidad y la deferencia de hacerlo.
Me hago cargo de no haber podido participar como hubiera querido, ni en cantidad y calidad, por la serie de viajes y de actividades en que me he visto involucrado durante todo el año, por la formación de la Cámara de Empresas Exportadoras Argentinas.
Esa estructura orgánica y de construcción colectiva que constituye el PJ Provincia de Buenos Aires, una de las pocas de la Argentina, debe también modernizarse.
Debe agregar a su solidez territorial un salto cualitativo el cual siempre defendí y sigo haciendo, que por supuesto también ha sido objeto de críticas y me ganó la rivalidad de importantes dirigentes: la definitiva democratización y participación de distintos sectores de militantes, dirigentes y afiliados.
Mucho se habla de elecciones, democracia, República y libertades, pero poco, de la constitución interna de los Partidos Políticos.
No me cabe duda que incluso gran parte de quienes discuten de estos temas son mucho menos democráticos que el Justicialismo, porque eligen a sus candidatos una sóla persona, o un grupo que no excede los dedos de una mano. Sólo basta ver los principales dirigentes o partidos de la oposición.
Pero también es cierto, que el Justicialismo todavía debe hacer mucho por la Democracia Interna, posibilitando que todos participen, y que siempre pueda haber elecciones, ahora con el nuevo sistema de la Internas Primarias Abiertas y Obligatorias.
No sólo basta cumplir con algunos recaudos legales, sino que se debe dar la posibilidad cierta de competir y de agruparse a todos aquellos que quieran hacerlo, pues sólo así se fortalece el sistema; y no aparecen decenas de pequeños partidos, en una constitución que luego debilita los Parlamentos y la representación legislativa en un mosaico ingobernable.
Se debe dar las posibilidades reales de participar, en temas tan vitales como el de los recursos económicos, el de la constitución de las juntas electorales partidarias, y en todo lo que haga al proceso eleccionario.
La Argentina debe democratizar sus Partidos Políticos porque necesita de dos, tres, o a lo sumo cuatro grandes Partidos Políticos. No más.
No soy ingenuo, y entiendo que ello puede ser contrario a los intereses del mismo Justicialismo, que se ve beneficiado por la dispersión.
Pero el aparente beneficio inmediato, luego se ve contrarrestado por una resentida proliferación de ciudadanos, dirigentes, y sectores en general, que extreman sus posiciones, intentando incluso. A veces, sólo tratar de derribar al oficialismo, o a realizar marchas como las del 8N, o tantas otras, que hemos vivido en los últimos años.
Muchas veces los organizadores, militantes o dirigentes de estas manifestaciones han sido peronistas que no hemos sabido integrar o no hemos dejado participar.
Es decir, que siempre queremos que el Justicialismo triunfe, básicamente , por que además de ser Peronistas, creemos que es el mejor proyecto; pero debemos asegurarnos de constituir una base de una República sólida, para construir entre todos una Argentina Grande.
Quizás parezca demasiado ambicioso el proyecto, pero consolidar la Democracia Interna del principal Partido Político Argentino es el punto de partida, y no veo en el horizonte colectivo otros dirigentes que puedan construir esta meta.
Tengo la esperanza que de La Matanza salga ese dirigente.
me pegastes afiches en el puesto de diarios
OTRO MERCENARIO QUE POR UN PUESTO VA PARA CUALQUIER LADO Y NO LLEGA A NADA, NO SABE JUGAR EL AJEDRES POLITICO.
mejors poner verduleria en las veredas es mas facil total nadie controla, con mi hermanas tenemos 5 verdulerias todas sin habilitars y levantamos fortuna en bolivia es diferente
NOS DESILUCIONA SU COMENTARIO MIGUE