

San Pulso. El artista español-argentino continúa con la presentación de su tercer disco, en el que propone una mirada reflexiva sobre los procesos vitales.
Por Florencia Belén Mogno
Las canciones pueden convertirse en refugio, en herramienta de duelo o en espejo para los vaivenes internos. A veces, incluso, pueden sintetizar el ritmo que cada etapa de la vida necesita.
En esa clave puede leerse el disco del artista San Pulso, titulado Un Bolero No Es Un Hardcore, donde la sensibilidad poética se entrelaza con la sonoridad hispanoamericana y los tiempos emocionales que atraviesan al ser.
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Con base en una fusión de estilos musicales, el trabajo se compone de una serie de canciones atravesadas por temáticas introspectivas, procesos personales y una búsqueda de conexión espiritual. La propuesta adquiere un valor simbólico que excede lo estrictamente musical y se proyecta como una pieza de homenaje y transformación.
A lo largo del disco, San Pulso propone una obra conceptual y coherente, que se apoya en sus vivencias personales como en la influencia cultural de los territorios que habitó entre España, Uruguay y Argentina. En diálogo con Diario NCO, el artista compartió detalles sobre el proceso creativo, el impacto emocional del proyecto y sus próximos pasos en el circuito musical.
Una obra musical auténtica
El álbum marca el regreso del artista a los estudios con una obra donde la canción tiene un rol central y la narrativa se construye desde la calma, la memoria y la raíz popular. “El proceso creativo del disco surgió buscando el concepto de ‘un bolero no es un hardcore’, que habla de los ritmos que tiene cada proceso de la vida”, explicó San Pulso.
Este trabajo representa el tercer material discográfico de su carrera, luego de El Ritmo Intransigente (2016) y La Conexión Brutal (2018). En esta oportunidad, la propuesta se diferencia por su profundidad emocional y por la presencia de elementos simbólicos que lo conectan con su historia familiar.
En esa línea, el artista contó: “A mí se me había muerto mí padre y yo necesitaba tiempo para seguir haciendo mi música. Pero a veces las ansias me apuraban y quería seguir haciendo más cosas, y mi realidad no me lo permitía”. Así, la frase que le dio nombre al disco también funcionó como guía interna para transitar una etapa difícil desde lo personal.
Una conexión especial
A medida que tomó forma, Un Bolero No Es Un Hardcore se convirtió en una obra catártica donde la música y la poesía se unieron como canales para la elaboración del duelo. En ese sentido el entrevistado dio detalles al respecto.
“La verdad que siempre estuve en bastante contacto con papá y la música. Él fue quien me abrió ese portal y me mostró la poesía y la música. Esto (el disco) fue un homenaje también hacia él y fue muy fuerte, pero también me dio fuerzas para poder realizarlo y yo lo sentí al lado mío haciendo esto juntos”, relató el cantante.
El trabajo incluye, de hecho, poemas escritos por su padre, lo cual le otorga una dimensión íntima al álbum. El propio San Pulso lo reconoció: “Verlo realizado y que se cierre este disco también me ayudó a trascender el duelo y esta etapa que fue dura”.
A nivel musical, el disco se sostiene sobre una estructura acústica con toques contemporáneos y arreglos que remiten a géneros tradicionales latinoamericanos. Lejos de encasillarse en un estilo específico, la obra avanza a través de una mezcla de bolero, canción popular y otras sonoridades que, sin perder unidad, habilitan matices emocionales.
“Un bolero no es un hardcore” no solo remite a dos géneros musicales diametralmente distintos, sino que funciona como una metáfora sobre la paciencia, el respeto por los propios tiempos y la aceptación de la lentitud cuando es necesaria. La poesía se convierte, entonces, en puente entre lo individual y lo colectivo, entre la historia personal del artista y las resonancias universales de su mensaje.
Sobre San Pulso
San Pulso nació en Málaga, España, y vivió su infancia en ese país hasta trasladarse a Argentina. Allí estudió guitarra, armonía y composición, y más adelante residió también en Uruguay.
Este recorrido entre geografías le permitió incorporar múltiples influencias a su obra, tanto en el plano musical como en el espiritual. Su identidad artística se nutre, además, de una visión crítica y poética del presente.
Con dos discos previos y varios sencillos editados, el músico fue consolidando una estética singular que combina la palabra hablada, el canto y el pensamiento emocional. En esta etapa, redobla su apuesta con una gira de presentación de Un Bolero No Es Un Hardcore, que incluye fechas confirmadas en Uruguay, el sur argentino y la Ciudad de Buenos Aires.
Al respecto, anticipó: “Tengo una gira por Uruguay y por el sur de Argentina y después en Buenos Aires hasta fin de año van a haber presentaciones. También se está gestando un proyecto de disco. Tengo varias poesías de mi papá que también van a entrar y voy a seguir con más sencillos, colaboraciones y videoclips”.
La figura de San Pulso aparece hoy como un referente de la canción sensible y comprometida con el proceso humano. Su último disco refleja una evolución artística que va más allá de la técnica y se enraíza en el valor de lo simbólico, lo emocional y lo colectivo. En un contexto donde lo vertiginoso parece ser la norma, él propone detenerse, respirar y sentir. Porque, como bien lo sintetiza su obra: un bolero no es un hardcore.
Fuente San Pulso.