Número de edición 8481
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Condena ejemplar: reclusión perpetua para el femicida de Lucia Ríos Muller

Condena ejemplar: reclusión perpetua para el femicida de Lucia Ríos Muller.

La ministra de las Mujeres, Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, Estela Diaz, también estuvo presente en el dictamen de la sentencia.

El 26 de diciembre pasado al medio día, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de La Plata condenó a reclusión perpetua al feminicida Gustavo Arzamendia (31), quien asesinó de dos balazos por la espalda a su exnovia, Lucia Ríos Muller (16), en la localidad de Melchor Romero el 16 de septiembre de 2016.

Los jueces Hernán Decastelli, Cecilia Sanucci y Ramiro Fernández Lorenzo adhirieron al pedido de la fiscal de la causa, Leyla Aguilar, y a la abogada de la familia de Lucia, Sofía Caravelos, quienes en sus alegatos pidieron la pena máxima para el acusado, que al momento del femicidio tenía 12 años más que la víctima.

Por su parte, la defensa del femicida pidió que sea condenado por homicidio simple, ya que Ríos Muller no había realizado denuncias por violencia de género previamente.

En este sentido, Arzamendia enfrentó los cargos de “homicidio triplemente agravado por uso de arma de fuego, por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género” y fue condenado con la pena máxima.

“Que se haga Justicia es sanador”

La ministra de Mujeres, género y Diversidad Sexual bonaerense, Estela Diaz, se hizo presente en los tribunales platenses y acompañó a la madre de la víctima, Claudina Ríos, a las estudiantes del Liceo Víctor Mercante de la Universidad de La Plata (UNLP) y a organizaciones feministas durante la lectura de la sentencia y los fundamentos.

“Esta sentencia es producto de años de luchas del movimiento de mujeres y el feminismo. Vivimos mucho tiempo en que eran desoídas, maltratadas, estigmatizadas, las propias víctimas, esta vez no lo pudieron hacer”, sostuvo Diaz.

Y agregó: “Algo de lo que se escuchó por parte de los familiares del femicida, en otros tiempos, hubiesen sido las voces del tribunal. Hoy se está construyendo un piso de derechos con perspectiva de género que van generando sentencias que son aleccionadoras, un piso desde donde transitar hacia adelante”.

Además, la ministra indicó que es necesario sancionar “como corresponde” a quienes cometen este tipo de delitos contra las mujeres y que hay que aprender “como sociedad que es intolerable la violencia machista”.

“Sabemos que Lucía no va a volver, pero que se haga justicia es sanador”, expresó Diaz y afirmó: “Estar acompañadas y luchar colectivamente y abrazarse en el profundo dolor de escuchar la sentencia da cierta, paz, tranquilidad, cierto alivio de que se haga justicia”.

 “Esta condena repara y cierra un proceso”

Por su parte, la comunidad de la UNLP y especialmente el Liceo Víctor Mercante, institución a la que asistía la adolescente, también manifestaron su dolor y compromiso a seguir en la lucha por justicia ante “hechos aberrantes” como el que se cometió contra Lucía.

“Transcurridos más de tres años de la pérdida de Lucía, esta condena repara y cierra un proceso, convocándonos a mantener activa nuestra memoria y organización colectiva”, expusieron en un comunicado.

Y concluyeron: “Asimismo, nos interpela sobre la necesidad de continuar profundizando las políticas universitarias y la articulación con otros actores sociales, en pos de consolidar un entramado de políticas públicas y educativas que erradiquen toda expresión de discriminación y violencia de género”.

Violencia de género

Durante el juicio se comprobó que el condenado ejerció violencia física y psicológica contra Ríos Muller y una expareja más. La adolescente había mantenido una relación con Arzamendi y convivió un año con él. Tras las constantes situaciones de violencia, decidió separarse y volver a la casa familiar.

El femicida fue a buscarla a su vivienda en Melchor Romero el 16 de septiembre de 2016 y le pidió hablar en la vereda para intentar convencerla de recomponer la relación.

 

Según lo expuesto en el juicio oral, Lucia le repitió al acusado que no deseaba volver con él, por lo que al despedirse e intentar ingresar al domicilio, Arzamendi le disparó dos veces por la espalda y luego escapó.

La joven falleció en el lugar del hecho y aunque recibió asistencia médica no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Poco tiempo después, el femicida fue arrestado por la policía.

 

 

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