No solo ayuda a salvar vidas, sino que también contribuye a disminuir un problema que hace a la salud pública, por lo que la educación y la sensibilización sobre el tema son esenciales para lograr un cambio real y duradero.

El maltrato y la crueldad hacia los animales están contemplados en diferentes instrumentos legales, por lo que el rol de la comunidad es clave para comenzar a erradicar el problema.
En un mundo donde la empatía y el respeto por los seres vivos deben prevalecer, la participación activa de la sociedad en la denuncia de actos de maltrato o crueldad animal es fundamental. No solo ayuda a salvar vidas, sino que también contribuye a disminuir un problema que hace a la salud pública, por lo que la educación y la sensibilización sobre el tema son esenciales para lograr un cambio real y duradero. La reciente detención de un hombre de 57 años en el paraje Torta Quemada, en 25 de Mayo, acusado de envenenar a dos perros de su vecino, ha vuelto a poner en el centro del debate social las responsabilidades que conlleva tener una mascota y las medidas legales disponibles para prevenir y sancionar los actos de maltrato o crueldad.
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“Tenemos una ley bastante vieja, sancionada en 1954, que está un poco fuera de contexto porque establece penas que van desde los 15 días hasta el año que, a consideración de actos como el de 25 de Mayo, si es que se comprueba que la persona envenenó a los perros, es muy poco tiempo. Ahora se está hablando de la ley Conan, que sería una especie de modificación y extensión de estas penas”, comentó Lucas Gómez, integrante de la Asociación ‘Tu mascota es familia’.
En primer lugar, remarcó que es necesario identificar el maltrato de la crueldad, actos estipulados dentro de la ley. “Provocarle la muerte a un animal es un acto de crueldad, ya no es una cuestión solamente de maltrato. El maltrato es entendido como aquella persona que lastima a un animal pegándole o con cuestiones similares, pero también es tener a un perro con una cadena corta, no alimentarlo de forma debida, que el animal tenga un tumor o una enfermedad y no se lo lleve al veterinario. Todas esas cuestiones son consideradas maltrato”, identificó, en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7.
A su vez, puso el foco en que los casos de maltrato animal deben ser denunciados en la Comisaría más cercana al domicilio. “Lo que pasa bastante es que muchos integrantes de las fuerzas de seguridad minimizan el tema o te dicen que no pueden tomar la denuncia, pero la Policía está obligada a tomar la denuncia porque estos están estipulados dentro de las leyes. Nosotros no tenemos problema en acompañar y asesorar. Hemos participado de varias denuncias y casos en los que tuvimos que erradicar la denuncia nosotros mismos porque el vecino decía que no se la tomaban o porque no quería tener problemas”, dijo.
“Es necesario que esta práctica se de con mayor facilidad y más fluidez porque es la única manera de que se genere un mecanismo social en el cual todas las personas denuncien, la Policía tome la denuncia y que el Juzgado haga lo que tiene que hacer. Si no insistimos y nos rendimos ante estos impedimentos, esto va a seguir pasando”, subrayó. Asimismo, enfatizó que lo principal no es solo modificar las leyes vigentes, sino también velar por el cumplimiento de estos instrumentos legales.
Si bien siguen habiendo dificultades en el accionar legal, el rescatista aseguró que hace algunos años era más complicado que hoy erradicar la denuncia correspondiente. “En caso que no quieran tomar la denuncia, la persona debe anotar el nombre de quien no quiere tomar la denuncia, identificar qué Comisaría es y comunicarse con nosotros”, recomendó.
A partir de la denuncia, precisó que la Policía acude al domicilio de la persona acusada para constatar que haya un caso de maltrato animal en compañía del veterinario de la fuerza, que analiza el grado de crueldad o maltrato existente. “Si el caso no es tan grave, es decir, el perro no está tan flaco o moribundo, se trata que la persona entienda, mediante el diálogo, que lo que está haciendo está mal”, indicó. Sobre este punto, sopesó que no es la mejor opción, pero el problema a gran escala es que no existe un centro de recuperación para los animales de cada persona denunciada por maltrato.
“La situación es realmente caótica: hay demasiados animales en estado de abandono y muchísimos casos de maltrato. Si la Policía le saca perros y gatos a todas las personas denunciadas, y si las denuncias aumentan también, va a llegar un punto en el que se va a colapsar súper rápido. Por eso, se trata de hacerle entender a la persona que debe cambiar los malos hábitos que tiene con sus propios animales”, explicó.
Si se trata de un caso grave de maltrato, las fuerzas de seguridad tienen la orden de sacar al animal del domicilio, aunque no haya acompañamiento estatal para el tránsito y la recuperación de ese ser vivo. “El animal queda a la vera de la buena voluntad de principalmente las rescatistas que son las que más trabajan este tema”, recalcó Lucas Gómez, integrante de la Asociación ‘Tu mascota es familia’.
Además, tuvo en cuenta que el número de denuncias por maltrato animal ha crecido en comparación a años anteriores. “Es por temporada. Cuando sale un caso que va tomando un poco de visibilidad la gente presta más atención, se da cuenta que hay más casos y se anima a hacer la denuncia. Ahí aumenta el número durante un tiempito y después eso baja otra vez, hasta que vuelva a haber un caso resonante”, señaló.
“Es bueno que aumenten las denuncias porque es la única forma de que esto avance y que entre todos logremos que el tema sea parte de la agenda política. Es un tema que a la gente realmente le importa y es una problemática de salud pública también. Si trabajamos todos juntos, hay una solución futura, pero hay que concientizar y educar, hay que castrar de forma masiva y hacer cumplir tanto las ordenanzas como las leyes”, resaltó.
En este sentido, aclaró que los cuidados de un animal implican la vacunación, el control veterinario sin esperar a que algún síntoma o signo de malestar avance, el resguardo ante bajas y altas temperaturas, el cambio de agua diario, y el paseo con correa, agua y bolsita para juntar sus heces, como también bozal si el animal es potencialmente peligroso.
“Hablamos de cuidado y no de tenencia porque la tenencia hace referencia a una cosa o propiedad, y acá hablamos de seres sintientes. Esto se tiene que extender a escuelas y barrios, pero también el municipio debe intensificar los esfuerzos de forma integral”, cerró.
Fuente: Territorio.com
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