Más de 100 personas murieron en Siria a manos de las fuerzas de seguridad del gobierno del presidente Bashar Al Assad, mientras la Cruz Roja pidió con “urgencia” una tregua diaria de varias horas para atender heridos y repartir alimentos en el país, al borde de la guerra civil.
Según el último balance ofrecido por los Comités de Coordinación Local, al menos 101 personas fallecieron por la represión gubernamental en distintos puntos de la nación árabe, entre ellas 10 niños, 3 mujeres y 5 soldados desertores.
De acuerdo con este grupo opositor, las dos ciudades más castigadas fueron Idlib, en el norte, con 55 muertos, y Homs, en el centro, con 40, informó la agencia de noticias Europa Press.
Asimismo, hubo 3 muertos en varios suburbios de Damasco, 2 personas fueron abatidas en Deir al Zor y otra más en Alepo, segunda ciudad del país.
Mientras, en Homs, fuentes opositoras denunciaron que a primera hora de hoy la artillería del Ejército sirio bombardeó el distrito de Baba Amr, uno de los más asediados de la ciudad desde que comenzó la ofensiva militar hace varias semanas.
Homs, situada estratégicamente en la autopista entre Damasco y Alepo, es uno de los focos de la revuelta que, desde hace casi un año, se extendió por el país contra el gobierno de Al Assad y que causó ya la muerte de 5.400 personas, según la ONU, y la aplicación de sanciones por parte de Estados Unidos y Europa.
En este contexto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió hoy “urgentemente” una tregua diaria de varias horas para repartir alimentos y atender a los heridos en Siria, donde teme una catástrofe humanitaria por los persistentes combates entre el Ejército y opositores a Al Assad.
Según fuentes diplomáticas, representantes del CICR analizaron la situación en Ginebra con el gobierno sirio y los rebeldes.
“Estamos profundamente preocupados sobre la situación humanitaria”, dijo el portavoz de Cruz Roja, Bijan Farnoudi, señalando que cooperantes de la organización “examinan en estos momentos varias vías para proporcionar la ayuda urgente necesaria”, informó la agencia de noticias DPA.
“De ello forma parte un alto el fuego en los territorios más afectados, que permita tanto a la Media Luna Roja de Siria como la CICR tener acceso a las personas afectadas”, afirmó el portavoz, sin revelar los resultados de las conversaciones.
En un comunicado, la organización pidió que el fuego cese durante por lo menos dos horas al día, lo que permitiría a los cooperantes repartir los cargamentos de ayuda entre la población y sacar a los heridos de las zonas de combate.
Según el texto, equipos de Cruz Roja y la Media Luna Roja están en la zona en conflicto desde el 11 de febrero pasado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso propuso, mientras tanto, que la ONU envíe un emisario especial a Siria para dirigir la distribución de ayuda humanitaria en el país.
Según un portavoz, el emisario debería ser enviado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En otro orden, los grandes países de Occidente contrarios al gobierno de Al Assad se reunirán el próximo jueves en Londres antes de la cumbre del Grupo de Amigos de Siria del viernes en Túnez con el fin de analizar una postura común, indicaron fuentes diplomáticas.
El encuentro se realizará al margen de la conferencia sobre Somalia, que reunirá en Londres a varios ministros y participarán Estados Unidos, Francia, Alemania y varios países árabes, además de Reino Unido, la nación anfitriona.
El viernes, la capital tunecina recibirá el primer encuentro del Grupo de los Amigos de Siria, integrado por naciones árabes y occidentales que respaldan la salida del poder de Al Assad.
Con ello se busca dar una señal de solidaridad internacional con la oposición del presidente sirio.
Además, se abordarán posibilidades concretas de ayuda a la población siria y los más de 200.000 refugiados, repartidos por las naciones vecinas de Turquía, Líbano y Jordania.
A la cita fue convocado el Consejo Nacional Sirio, uno de las principales organizaciones de la oposición.
Este grupo de contacto se forma a imagen y semejanza del creado para Libia, que el año pasado dio su apoyo a los opositores del líder libio Muammar Kaddafi, muerto tras ser capturado por rebeldes con el apoyo de la OTAN.
En el grupo de contacto para Libia participaron más de 30 países y organizaciones internacionales.
Rusia, que se opuso recientemente con su veto, junto a China, a una resolución de condena a Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU, anunció que no participará en el encuentro de Túnez porque los representantes del gobierno sirio no fueron invitados.
Según Moscú, celebrar una conferencia internacional para la formación de un nuevo gobierno sirio a la que sólo asisten representantes de la oposición siria y naciones occidentales impedirá que una “parte importante” del pueblo sirio tenga voz y pueda pronunciarse sobre su futuro.