
Testimonio de Juan Manuel Torrez hijo de Fernando Torrez, desaparecido de la localidad de Merlo durante la última dictadura civico-militar.
Por Carolina Caramadre
Juan Manuel actualmente tiene 48 años. Tenía 3 años cuando secuestraron a su papá en el andén de la estación de Padua segundos antes de subir al tren. Ese día, 26 de septiembre de 1976, su mamá empezó con contracciones. De camino al Sanatorio deciden tomar el tren, pero Fernando no pudo subir. Los intercepta la policía junto con “el escuadrón de la muerte de las fuerzas aéreas” que los venían persiguiendo. Lo buscaban a él. Lo detienen y se lo llevan. Lo secuestran. Su esposa junto a Juan Manuel, su hijo, logran escapar y nunca más volvieron a verlo.
“Mi viejo nos salvó. Eso fue, sino caíamos todos y hoy estaríamos desaparecidos los cuatro como pasó con un montón de familias enteras” – Juan Manuel Torrez-
¿Quién era Fernando Torrez? ¿Cómo lo describirías?
Un flaco con muchas convicciones, muchísimo valor, porque le sobraba valor. Había que estar en esos zapatos. Me contaron una vez que en una redada se sacó de encima tres milicos en dos movimientos.
Era un farmacéutico de “IACO” (Merlo) y un guerrillero. Un buen vecino, con mucha empatía. Para no caer en los clichés de que era solidario; era un copado, buena gente. Tenía mucha conciencia social y sentido de pertenencia. Lo voy a admirar toda mi vida.
El participó de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) en grado de armero, en las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) como francotirador, y en la JP (Juventud Peronista) como militante activo y “montonero”.
¿Tu papá tenía referentes o influencias como los docentes o sus familiares que lo marcaron y guiaron políticamente, socialmente?
Sí, mi viejo fue “adoctrinado” en primera instancia por un profesor que le enseñaba los sábados Ajedrez. Hector Jorge Cols, luego desaparecido, torturado y asesinado a balazos por la Triple A en 1974. Era un hombre de ideas firmes y de accionar por ellas. Por injusticias.
Mi abuelo Quiteiro Ferreyra Torrez también participó en la formación política-social de mi viejo. Por su parte dio ejemplo de armas tomar. Era combatiente partisano en Portugal y cuando vino a Argentina se hizo peronista. Participó en los movimientos de la resistencia peronista. Fernando creció cerca de las armas.
¿Por qué lo detienen?
Cuando accionas molestas, irrumpis con el orden. Él era una molestia, imaginate que tenes un plan económico como el de Martínez de Hoz y tenes un tipo que se te para de mano. Había que pararlo.
Como dije antes, mi viejo era un guerrillero, un montonero, mi mamá también pero a ella le habían asignado otro destino, perseguirla, hacer que deje de militar y movilizarse, molestarla y volverla loca, cosa que lograron porque terminó en un “loquero”.
Mi papá participó de varias acciones de resistencia como por ejemplo la toma de la DDI Comisaría de Merlo Norte donde volaron los calabozos para rescatar compañeros, la marcha conocida como “el merlazo” en 1972 que fue la marcha más grande e importante de Merlo pidiendo la vuelta de Perón. Y la toma de la Municipalidad de Merlo en 1973 en conflicto con la Comisaría 1ra de Merlo.
¿Hicieron la denuncia? ¿Se la tomaron?
Mi abuelo hizo la denuncia en la comisaría primera de Merlo por la desaparición de su hijo. Le dijeron “Ah si, el guerrillero estuvo acá cinco días. Ahora lo deben tener en GIVA”. Mi abuelo no aguanto el dolor, murió llamándome a mí; “Fernando”, en sus últimos tiempos. Desconsolado y angustiado.
¿Crees que estaba pensada la Dictadura? ¿Que el Golpe tuvo un propósito puntual?
Si. No regía ninguna ley, eran sus propias leyes. Era un plan sistemático. Está probado. Un plan sistemático de desaparición forzada, de robo de bebes, de tortura y asesinatos, que lo aprendieron de la escuela de las Américas, de los Israelies (El Ejercito Israelí), de la Escuela Argelina (Argelia) de desaparición forzada de personas, como también tomaron las ideas de los centros clandestinos de detención de los Nazis. El propósito era el mismo, estructurar un sistema para aniquilar al “enemigo”. Todo el Estado puesto al servicio de la tortura.
Se llevaron nuestros jóvenes. Intentaron matar las ideas. ¿Que reflexión te merece eso?
Se llevaron jóvenes de mentes brillantes. Una camada de accionistas por injusticias, con ideas claras, con empatía y fuerza para transformar y mejorar todo. Sociólogos, médicos, farmacéuticos, agrónomos, estudiantes, militantes, lo mejor de lo mejor. Era una élite de gente con conciencia social que buscaba justicia social.
Si no hubiese pasado todo lo que pasó, hoy tendríamos una sociedad totalmente fortalecida y a años luz de lo que hoy somos. Se llevaron nuestros mejores ejemplos.
¿Pudiste contactarte con familiares de otros desaparecidos ? con amigos de tu papa?
Si me contacte con las Madres de Plaza de Mayo, tuve la oportunidad de ayudar y encontrar hijos y nietos de desaparecidos. Formé un lazo muy fuerte con ellas y nos sostuvimos todos estos años. Luego se formaron otras agrupaciones y de las cuales participe y me movilicé siempre.
Milité en la JP, en el Partido Justicialista, en la Cámpora, y para “Hijos de Desaparecidos”.
Formaste parte y accionaste junto con la Dirección de DD HH. Descubriste algo, o hubo algo que te llamo la atención, o cosas para retomar y laburar? ¿Cómo fue esa experiencia?
Un montón de cosas que quedaron estancadas y nunca se laburaron, archivos encajonados. Fue complicado caer con mi mochila, personal, y empujar, revolver, buscar. Tuve que compartir espacio con personas que no pensaban de la misma manera y que atrasaban en todo sentido.
¿Que supiste de tu papá luego de la detención? ¿Dónde está para vos?
A mi papá lo tuvieron 5 días en la comisaría y lo trasladan a la ESMA, de ahí a G1VA donde por último lo matan y lo desaparecen con un llamado ”vuelo de la muerte” tirándolo al mar. Todo esto lo pude reconstruir con el tiempo y años de buscar información y verdad.
No hay forma de que se lo haya tragado la tierra, no está en ningún cementerio. No está en ningún enterramiento ilegal, no está en ninguna guarnición militar. La última vez que lo vieron lo vieron en una base de la Fuerza Aérea. Llegué a una conclusión por descarte. No por saberlo concretamente.
En tu opinión, ¿Cuál fue el rol de la prensa en ese momento, encubrir o normalizar lo que sucedía? Negar o aceptar y estar de acuerdo?
El 95% de los medios estaban a favor y los que no, eran neutros delicadamente.
Tengo recortes de la Nación y Clarín donde titulaban “Hubo enfrentamientos” cuando lo que sucedía era que civiles militares secuestraban torturaban y mataban personas. Hay medios que aún hoy siguen operando y comunicando de la misma forma. Me aterra que la gente no sea crítica con lo que lee o escucha, que construya a partir de mentiras.
¿Crees que el Estado, luego en democracia, pudo haber hecho mucho más por los familiares de los desaparecidos, por ellos y por su justicia? ¿Como colectivo militante por la memoria, que les hubiese gustado que el Gobierno tome una decisión política por lo sucedido?
Sí se puede hacer todavía. Por ejemplo que obliguen a declarar a los genocidas, que digan qué pasó, dónde está cada uno de los desaparecidos. Pasaron muchos gobiernos y no de todos esperábamos lo mismo. Nestor fue el primero que nos abrazó institucionalmente, estatalmente. La primera vez que fuimos Plaza de Mayo como “Hijos” nos aplaudieron y nos recibieron como nunca nadie había hecho.
De Macri nunca esperamos nada, porque sabíamos que no le importaba y además de eso su bajada política nos demostró ser cómplice, en principio por negacionista.
Nosotros desde “Hijos” pedimos el desmembramiento del aparato represivo. Romper con el aparato represivo y democratizar la policía de la provincia de Bs. As. Deconstruir y volver a construir, todo el sistema policíaco y de “seguridad” está mal. Sigue la violencia institucional, el abuso de poder, el gatillo fácil, la represión, el desconocimiento con el pueblo y el desconocimiento de que ellos también son parte del pueblo.
También pedimos una ley contra el negacionismo, que no se acepte en ningún aspecto que no hubo tortura, que no hubo genocidio, que no fueron 30.000. Que no se acepte ninguna burrada como lo dice Lousteau, Loperfio, Espert o Bullrich.
¿Crees que la sociedad comprendió la gravedad? ¿Qué te pasa cuando escuchas “que vuelvan los militares”?
Estamos para construir memoria y para que esas frases desaparezcan. Algunos lo dicen por repetición y otros están convencidos de lo que dicen, en ninguno de los dos casos podemos mirar para el costado. Hay que brindar y difundir información, recordar y dar batalla cada día.
¿Qué homenajes tiene Fernando Torrez?
Muchos. Los más significativos fueron dos. En Ituzaingó en la Intendencia junto con “Hijos” le hicimos una baldosa de conmemoración y memoria activa por su desaparición y la pusimos en la plaza de la Fuerza Aérea, en un barrio Militar. Intervenimos la Plaza. Ese día estuvimos todos, las madres de plaza de mayo, el Intendente de Ituzaingo Descalzo, agrupaciones de DDHH y muchos vecinos.
Y en Merlo en donde trabajaba él, en la Farmacia IACO, junto con la subsecretaría de Derechos Humanos de Merlo pudimos poner el nombre de Fernándo Torrez a esa esquina en el 2019.
¿Que reflexión te merece el fallo del 2×1? Irónicamente son los derechos humanos en conflicto con los derechos humanos. Recordemos que el 2×1 es una ley que está vigente hace ya 16 años pero que fué aplicada en 2017 favoreciendo a los represores genocidas.
Ese día cuando nos enteramos fue terrible. Nos reunimos con todos los organismos y salimos a las calles. Eso solo lo pudo permitir el gobierno neofascista del Macrismo.
¿Cómo se vive con esta historia en la memoria?
Super difícil. Me tuve que rodear de psicólogos, psiquiatras, personas que me quieran y crear una red entre los hijos, compañeros, familia de otros desaparecidos, que contengan. Si te encerras con una historia como esta solo, terminas loco. Tuve amor, por suerte.
Gracias Juan.
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