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En el programa radial se habló con Silvia Solari, ginecóloga y especialista en salud sexual y reproductiva, que comentó la situación de los embarazos adolescentes y de las charlas que da en instituciones educativas.
Tomás Modini
@ModiniTomas
La baja de embarazos adolescentes
En el comienzo de la nota, Silvia Solari habló del descenso del número de embarazos adolescentes: “Es una buena noticia la baja de embarazos y eso se debe fundamentalmente a que los programas de salud sexual y todo lo que es prevención en la anticoncepción están funcionando. Y también lo que bajaron muchos son los partos. En Ciudad de Buenos Aires específicamente, las salas de obstetricia tienen una menor población. Y eso se debe a varias cosas”.
“Por un lado, están funcionando los sistemas de prevención y los métodos anticonceptivos y por otro lado la presencia de interrupciones legales del embarazo ha hecho que esto disminuyera. Por eso las salas de obstetricia se están redistribuyendo porque no tienen la misma actividad que antes”, desarrolló.
Luego mencionó que “lo ideal es que funcionen mejor todos los sistemas de prevención, porque quieran o no si bien esto está legalizado, no quiere decir que no nos afecte a las mujeres”.
“Lo ideal es que funcione mejor todo lo que antes era la consejería, y hoy es el asesoramiento. La base de todas las cosas es la educación, si no hay nada funciona bien. No solo acá, sino en cualquier especialidad”, aseguró.
La educación sexual en las escuelas
En la continuidad de la charla, la médica se refirió a la educación sexual en los colegios: “¿Vos me aseguras que se está dando la ESI? Yo creo que hay muchos lugares donde no se da, también es un tema controvertido porque no está en todos lados. Hay lugares donde vas a colegios y se está complementando pero hay lugares que no. Sería bárbaro que funcione en todos lados”.
“No sé si en las escuelas privadas se cumple con la ley, yo tengo muchas charlas en colegios y el mayor problema y conflicto no lo tuve tanto en las esferas religiosas, sino en escuelas públicas y privadas donde me costaba llegar a los padres”, añadió.
En línea con esto último resaltó que “los padres generalmente en los colegios privados donde se paga una cuota, tienen cierto derecho a ver qué educación les dan a sus hijos” y que “en algunos lugares se pudo hacer pero cuesta más en sectores privados que en públicos”.
“Yo me encontré con chicos de 11 y 12 años que usaban la computadora y veían páginas pornográficas. Y obviamente los padres no estaban enterados”, confesó.
El acceso a la información
Asimismo, la entrevistada hizo hincapié en la tecnología que hoy permite aprender muchas cosas: “Teniendo todo abierto en las computadoras, hoy en día los chicos tienen mucha información que es distorsionada. Yo aprendí un montón con ellos, con cosas que me decían y está bueno escucharlos de todas maneras”.
“No es lo mismo estar preparado psicológica y fisiológicamente para recibir cierta información donde no entienden el porqué. Lo que si esta bueno es que tengan información para prevenir el abuso, el abuso sexual se da en todas las clases sociales. Es también intrafamiliar y es de muy difícil manejo en todo sentido”, explicó.
Sobre los abusos puntualmente, narró que “los chicos tienen miedo de contarlo, los padres o las madres suelen ocultarlo porque generalmente el abuso se da en un tío, un padrastro, o a veces en las mismas madres también” y que “después viene la parte de la justicia que no acompaña y siempre espera que los médicos den el paso”.
“Intervienen rastros psicológicos, el estudio de una psicopedagoga. Pero muchos vienen y cuentan, lo que pasa es que a veces hablan cuando uno les pregunta. Se da mucho que cuando viene alguien, sea niña o adulta, todo el mundo le pregunta lo mismo. Lo importante es trabajar en el tipo de salud, que estén presentes los psicólogos, médicos en una misma entrevista y no tener que pasar por el abuso constantemente”, cerró en el primer tramo.
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